El gobernador Guerrero Mier ayer no acudió a la cita con Monreal por "problemas de agenda"

Funcionarios de Zacatecas y Durango analizarán en la SG conflicto limítrofe

Conciliación o riesgo de violencia, indica el gobernador zacatecano El jueves, nueva cita

ALONSO URRUTIA

La ausencia del gobernador de Durango, Angel Sergio Guerrero Mier -quien adujo problemas de agenda-, impidió que este lunes continuaran las negociaciones en la Secretaría de Gobernación para resolver el conflicto de tierras que se mantiene en los límites de los estados de Durango y Zacatecas, entre comuneros tepehuanos y ejidatarios de Bernalejo de la Sierra.

Molesto tras el frustrado encuentro que sostendría en la capital del país con su homólogo y el secretario de Gobernación, Santiago Creel, el mandatario de Zacatecas, Ricardo Monreal, dijo que su gobierno pugna a toda costa por evitar un brote de violencia por el problema de tierras. "Se han explorado algunas salidas, como la aportación de los recursos que se iban a destinar de la expropiación a los comuneros tepehuanos de Durango, para que se invierta en sus tierras o bien la intervención conciliadora de la Procuraduría Agraria".

Aunque Guerrero Mier no acudió a Gobernación, por la mañana sí lo hicieron los secretarios de Gobierno y diputados de ambas entidades, para analizar las posibles vías de solución al problema de "invasión de tierras" del ejido de Bernalejo de la Sierra por parte de los indígenas duranguenses.

Monreal se dijo insatisfecho por su encuentro con Creel Miranda pues, insistió, "si no resolvemos esto por la vía conciliadora, puede ser la antesala de un conflicto violento".

Explicó que de momento la administración que encabeza mantiene en la zona de conflicto a efectivos de la Policía Ministerial para evitar enfrentamientos, y aseguró que por parte de los ejidatarios hay una postura de aguardar a que se dé una salida conciliadora y pacífica al asunto.

Por lo pronto, el único acuerdo que obtuvo ayer Monreal fue que el próximo jueves habrá, ahora sí, una reunión entre ambos gobernadores y el secretario de Gobernación para evaluar las diferentes alternativas antes de que estalle un conflicto social.

El gobernador anticipó que paralelamente a las tentativas para alcanzar una salida negociada al problema, originado por un decreto presidencial que expropió 5 mil 600 hectáreas del ejido de Bernalejo de la Sierra a favor de los tepehuanos, está la vía jurídica.

Explicó que en las próximas tres o cinco semanas, el Tribunal Agrario deberá resolver en definitiva el recurso interpuesto al respecto.

Lamentó que a pesar de la solicitud realizada la semana pasada para que el gobierno federal enviara a efectivos de la Policía Federal Preventiva a la región en pugna, no haya habido una respuesta hasta el momento.

-ƑVe a la Secretaría de Gobernación con ánimos para resolver el conflicto?

-El secretario está de acuerdo y con el ánimo de búsqueda de salidas pacíficas, en las que se haga prevalecer el estado de derecho, y hay el compromiso de la secretaría de hacer valer ese estado de derecho una vez que se resuelva por parte del Tribunal Agrario.

Admitió que ante los intereses encontrados de ambas entidades, se busca la intervención de una instancia neutral, como la Procuraduría Agraria o el Tribunal Agrario, con el propósito de buscar opciones conciliadoras. Entre ellas citó una "fase intermedia", una especie de solución mixta que pudiera dar satisfacción a ejidatarios y comuneros, aunque se negó a detallarla.

-No se le ve satisfecho -se le comentó.

-No, no estoy satisfecho de la reunión. Tenemos problemas que se vinculan con otros, como la disminución de recursos, del centralismo, la ausencia del federalismo, la falta de acuerdos concretos, la disminución de las participaciones.

Monreal explicó que los campesinos en Zacatecas viven "de milagro", pues existen diversos factores adversos a la producción en el campo: una política errática en materia agropecuaria; sequía acentuada; así como apertura a la importación indiscriminada de productos cárnicos y agrícolas, resultado de la situación inequitativa del Tratado de Libre Comercio, puntualizó.