BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
El falso dios de la desregulación
SE TRATA DEL título de un ensayo muy sólido de William Pfaff (El falso dios de la desregulación) publicado en el International Herald Tribune (29 de junio) sobre el "modelo empresarial estadunidense". Pfaff es quizá uno de los pensadores más lúcidos de Estados Unidos quien, desde su pertenencia al establishment, vislumbró siempre la caída de la globalización (así como su efecto deletéreo en Latinoamérica), además de que cuestionó el consustancial sacrificio de los empleados. No es un ensayo de "cinco para las 12", sino la culminación de una crítica permanente sobre un modelo disfuncional: la "desregulación" que Washington "urgió adoptar a todo mundo", pero que se basaba enormemente en la "confianza internacional".
VALE LA PENA definir cuáles son los alcances de la "desregulación": la ausencia de controles estatales y ciudadanos en la última fase de la privatización radical que impide (así como suena) la intervención estatal para "regular" los precios que se cotizan a la oferta y la demanda sin tope alguno (en teoría alucinante, porque en la práctica californiana las empresas eléctricas texanas se coludieron para elevar artificialmente los precios). Su paradigma lo representa la "desregulación eléctrica" en California, donde la mafiosa gasera texana Enron elevó en forma infame el precio de la electricidad siete veces en un solo año. Es la ley de la selva sin leones, que por lo menos hubieran puesto en su lugar a buitres, hienas y chacales.
QUIEN FUERA UNO de los iniciadores del Hudson Institute (en su etapa de inocencia primigenia), Pfaff, aduce que "los reguladores de Estados Unidos se encuentran en la picota por negligencia en su deber". Según Stanley Sporkin, el anterior fiscal de la SEC (Securities Exchange Commission; el equivalente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en México), citado por Pfaff, "los auditores proporcionaron ayuda profesional a los empresarios estafadores". Naturalmente que Sporkin y Pfaff desconocen que tal proceder, como excrecencia tropical del modelo, fue aplicado desreguladamente por Eduardo Fernández y Patricia Armendáriz, la dupla zedillista-cordobista que manejó el descontrolado Fobaproa/IPAB.
EL ENSAYISTA Y autor de La ira de las naciones, Civilización y Las furias del nacionalismo, Pfaff, fustiga la conceptual pobreza sobresimplificada de "un modelo empresarial basado en un solo criterio, el precio de las acciones". Pero agrega que este mismo único criterio reduccionista "es inherentemente ilógico: obliga cada vez más a incrementos anuales en las ganancias, cualquiera sea el flujo de la actividad de los negocios y la actividad de la economía", lo cual constituye "una invitación abierta al batidillo contable y al reporte fiscal fraudulento" que se subsume en la "ideología de la desregulación", por medio de la cual se llegó a los "extremos de que las empresas se autoauditan y se autorregulan".
EL AUTOR CITA a The Wall Street Journal, el periódico alma mater de los negocios en Estados Unidos, que critica el régimen autorregulatorio de las empresas desde 1980 que permitió "el desarrollo de la transgresión empresarial, la venalidad y el fraude" que "exceden cualquier cosa que haya visto Estados Unidos desde los años anteriores a la Gran Depresión". ƑSe puede dejar la ley de la selva sin sus peculiares reglas (más previsibles con los leones) y en manos de las hienas, los chacales y los buitres?
A PFAFF NO se le podía escapar que "el patrón de la desregulación y las empresas enfocadas a las finanzas ha sido la parte esencial del modelo estandarizado de la globalización, promovido por la Secretaría del Tesoro y el FMI". Viene una acotación interesante en la que hemos insistido: "el modelo ha persistido porque no existe una alternativa evidente", lo cual es más que cierto (mucha crítica lúcida y poca aportación sustitutiva conceptual). Tampoco escatima sus críticas al "Consenso de Washington" (nota: el decálogo ultraprivatizador y la plataforma desregulada de la globalización financiera para Latinoamérica), que considera "irrelevante", así como al "consenso económico de Wall Street, que defiende el disfuncional modelo empresarial de Estados Unidos", y por el que existe una clara alternativa: "la alternativa de ayer", cuando "el capitalismo era responsable ante sus empleados, el interés público y los accionistas, y cuyas presuntas ineficiencias palidecen frente a los escándalos multimillonarios y las malversaciones empresariales de hoy".
FINALMENTE, PFAFF ACUSA a la administración Bush de encontrarse profundamente implicada en el sistema de la desregulación, por lo que va a ser muy difícil de rectificar; y lo mismo pasa con el Congreso, que ha sido paralizado por el dinero de la corrupción del sistema electoral. Concluye que no va a ser sencillo desmontar los intereses establecidos, y quizá la única salida para una reforma radical sea por medio de una nueva quiebra bursátil como sucedió en 1929.
Francia: Ƒhacia la "renacionalización"?
MIENTRAS EN Estados Unidos se empieza a develar los ocultamientos contables de Baby Bush sobre la venta de sus acciones en la empresa petrolera texana Harken Energy, de cuyo consejo directivo formaba parte, según reseña Salon (2 de julio), en Francia, el gobierno gaullista del primer ministro Jean Pierre Raffarin considera la posibilidad de "renacionalizar" la problemática empresa France Telecom, sumamente endeudada y que padece una grave crisis de credibilidad (se desplomó en lo que va del año casi 80 por ciento). Según el londinense The Financial Times (30 de junio), la empresa de telefonía gala parcialmente privatizada (44 por ciento de las acciones se encuentran en manos de 1.5 millones de pequeños accionistas, lo cual representa un tema sociopolítico ultrasensible) podría ser regresada a manos gubernamentales, como sucedió en Gran Bretaña con Railtrack, donde fracasó rotundamente la privatización ferroviaria (y que los thatcherianos obsesivo-compulsivos en la "desregulación como fuere" reconocieron su grave falla). La sola filtración de la probable "renacionalización" de France Telecom elevó 17 por ciento las acciones. ƑSe atreverá Fox, un radical de la desregulación como su antecesor, a renacionalizar Banamex y Avantel, que comienzan a mostrar dificultades locales y globales, para sólo citar un ejemplo, y que favoreció a sus "amigos" zedillistas?
šNO SE ME ASUSTEN! La pregunta no es ociosa, cuando los tiempos económicos se han revertido: Friedrich Hayek (con su caricatura Milton Friedman) cede su lugar a Hamilton, F. Roosevelt y Keynes. Por lo que no hay que asustarse, queridísimos "amigos de Fox y Zedillo" (que son los mismos), ya que todo puede suceder después de que en la cuarta y quinta economías del planeta (respectivamente: Gran Bretaña con Railtrack y Francia con France Telecom) se ha optado por "renacionalizar" las empresas desreguladas que fracasaron por ineptas, corruptas y malévolas. Porque la ciudadanía no se va a quedar sin ferrocarriles y telefonía, para esperar que los "mercados" desregulados reaccionen de aquí a ocho años (lo que probablemente durará la "recuperación", según los vaticinios de Warren Buffet, el segundo hombre más rico de Estados Unidos: es decir, hasta que Estados Unidos limpie las inmundicias de su "establo de Augías" contable-financiero).
POR FORTUNA, QUIENES desean salvar el agonizante capitalismo de sus peores enemigos han diseñado un "plan de rescate del capitalismo" (Martin Wolf; The Financial Times, 2 de julio); no importa que sea muy benigno: la realidad los obligará a apretar más las tuercas colectivas. Por lo visto, Fox y sus músicos todavía no se enteran del hundimiento del Titnic de la globalizacin financiera, en el que se encuentran a bordo, y siguen con la monotemtica fija de las inservibles Òreformas estructuralesÓ (la obsesin fiscalista-monetarista del ITAM que, se realicen o no, a estas alturas no sirven de nada; ni para la coartada del fracaso).
Citigroup/Salomon (Banamex) y JP Morgan/Chase ensean el cobre
LA DESINTEGRACION contable-financiera de WorldCom, la segunda empresa telefnica y disfnica de Estados Unidos, producto de su Òcontabilidad creativaÓ fraudulenta, repercuti en el precio de las acciones de JP Morgan-Chase, el segundo banco estadunidense, con activos por 713 mil millones de dlares (ms que el PIB de Mxico) y Citigroup-Salomon (la duea del banco bananero Bananamex), la primera empresa financiera de aquel pas, con 1.06 billones de dlares de activos, que disminuyeron ms de 5 por ciento. Solamente en Citigroup se esfum un valor equivalente a ms de cuatro Bananamex.
CITIGROUP/SALOMON Y JP Morgan/ Chase haban sido los principales colocadores de bonos de WorldCom, por casi 12 mil millones de dlares, la mayor emisin de bonos para una compaa en la historia de Estados Unidos. Salomon Smith Barney, la filial de las inversiones de Citigroup, era el consultor predilecto de WorldCom, a la que asesor en la compra de MCI (que controla Avantel en Mxico). Lo grave est en que JP Morgan/Chase y Citigroup/Salomon acumularon casi 48 por ciento del total de 1.09 billones de dlares de los crditos de las instituciones financieras al sector vapuleado de las telecomunicaciones en Estados Unidos. Sin contar su vulnerable exposicin crediticia en Brasil y Argentina, no solamente JP Morgan/Chase y Citigroup/Salomon haban sido los superlativos prestamistas de las cuentas alegres de la mafiosa gasera texana Enron, sino que tambin tienen respectivamente 24 billones de dlares (2.4 veces el PIB de Estados Unidos) y 9.2 billones de dlares (casi todo el PIB de Estados Unidos) en Òinstrumentos derivadosÓ, de alto riesgo especulativo: una bomba de tiempo a punto de estallar y que puede arrastrar a estos dos insignes bancos con sus filiales globales.
ÀEstudio fraudulento de Harvard?
BUENO, PUES PARECE que el ÒcontagioÓ de la superchera financiero-contable alcanz hasta a la emrita Universidad de Harvard, ahora dirigida por el ex secretario del Tesoro clintoniano Larry Summers. Pues resulta que la Fundacin Ford, la Fundacin Fannie Mae y Freddie Mac lubricaron muy bien las arcas y los acervos del Comit Conjunto de Estudios Caseros de Harvard, que present un estudio el 25 de junio pasado en el que engaa sobre la ÒestabilidadÓ del mercado de bienes races que, en realidad, constituye una burbuja ms de todo el fraudulento sistema financiero contable de Estados Unidos. Resulta que Fannie Mae y Freddie Mac (que tiene apellido de hamburguesa) son dos entidades paraestatales que manejan los suculentos bienes races que todava mantienen de pie a la economa de Estados Unidos y que simbolizan la antepenltima lnea defensiva de la otrora superpotencia unipolar (todava le quedan las bombas nucleares, al unsono de su azorante complejo-militar-tecnoindustrial, y el binomio gas/petrleo). A ver qu clase de superchera inventa el Centro de la Globalizacin de la Universidad de Yale, por inaugurarse este otoo, que dirigir el autista globalmaniaco Zedillo, muy a destiempo, cuando el modelito de la ÒdesregulacinÓ empieza a hacer agua por doquier.