Muchos oficiales perdieron posibilidades de crecer tras el golpe, asegura
un opositor
Encabeza Hugo Chávez ceremonia de ascensos militares;
no promueve a compañeros suyos
Anuncian vigilancia extrema en Caracas al celebrar el día de la
independencia este viernes
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, 2 de julio. El presidente venezolano,
Hugo Chávez, invistió este martes a 54 oficiales ascendidos
al generalato de las fuerzas armadas venezolanas, cuya unidad quedó
resquebrajada tras el frustrado golpe de Estado del pasado abril.
Entre quienes pasan a retiro por 30 años de servicio
se encuentra el general en jefe Lucas Rincón, actual ministro de
Defensa Nacional, quien además de abandonar la vida militar dejará
su cargo en el gobierno, según informó el propio Chávez.
El presidente ascendió a general de división
al general de brigada de la Guardia Nacional, Raúl Baduel, quien
encabezó el contragolpe que el 14 de abril restituyó a Chávez
en el sillón presidencial.
El Frente Institucional Militar (FIM), que había
acusado a Chávez de querer privilegiar a sus oficiales amigos, admitió
que el presidente, un ex teniente coronel, se manejó con "cierta
racionalidad" para evitar mayores divisiones en los cuarteles. "Hay ciertos
oficiales que son identificados con el presidente, pero en general yo veo
más o menos los ascensos dentro de las plazas vacantes establecidas",
dijo el vicealmirante retirado Rafael Huizi Clavier, presidente del FIM
y enérgico opositor a la política militar de Chávez.
"No se atrevió a ascender a una lista de compañeros
de él, del ejército sobre todo, que estaban rezagados en
el orden de ascensos", declaró Huizi. "Me imagino que se dio cuenta
que eso le iba a generar problemas", añadió.
Advirtió, sin embargo, que muchos de los oficiales
que quedaron sin destino tras el golpe perdieron la posibilidad de ser
ascendidos cuando, según dijo, tenían mejores calificaciones
que los promovidos.
En las semanas previas, el propio presidente señaló
que los oficiales que salieron absueltos de las investigaciones realizadas
no resultaron perjudicados en sus carreras.
Cerca de 80 de los 189 generales y almirantes de Venezuela
fueron apartados de sus cargos para investigarlos tras el golpe de Estado
del pasado 12 de abril que derrocó a Chávez por 48 horas.
Desde que volvió al poder, Chávez ha enfrentado
rumores sobre posibles nuevas rebeliones y ha reforzado su propia seguridad
personal en prevención de un atentado.
El desfile de la independencia organizado para el viernes
en el fuerte Tiuna de Caracas se realizará bajo extremas medidas
de seguridad, será más breve y sólo tomarán
parte efectivos de las guarniciones próximas a Caracas.
Fuentes militares citadas por la prensa dijeron que el
palco presidencial será estrictamente vigilado y que se revisarán
las armas de cada uno de los aproximadamente 10 mil soldados que desfilarán.
Este martes, Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras
y sucesor en ese puesto del efímero presidente durante el golpe,
Pedro Carmona, aseguró que no hubo tal asonada, sino "un vacío
de poder", y aseguró que no hay solución posible para el
país mientras Chávez permanezca en el mando. También
exigió que el mandatario sea juzgado por corrupción.
El abogado Tulio Alvarez, por otra parte, anunció
hoy que los alegatos presentados por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria,
de España, comprueban la acusación de que dicha institución
bancaria reconoce que aportó financiamiento a la campaña
electoral de Chávez, y que si bien esto no constituye un delito
en España, sí es una actividad ilegal y punible en Venezuela.
Asimismo, el legislador de la opositora Acción
Democrática, Wilfredo Febres, aseveró que el gobierno está
empleando tácticas dilatorias para evitar la creación de
una Comisión de la Verdad que investigue los sucesos durante el
golpe de Estado y el contragolpe que devolvió a Chávez al
poder.