Caracas moviliza tropas a la capital por la manifestación de protesta de mañana
Boicot de la oposición a la reunión con Hugo Chávez y el ex presidente Jimmy Carter
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, 9 de julio. El estallido esta madrugada de una granada en los patios del canal de televisión local Globovisión sirvió para que la oposición venezolana criticara nuevamente al gobierno del presidente Hugo Chávez, al acusarlo de "incitar a la violencia" y de querer "intimidar" la marcha que tienen planeada para este jueves.
Ante las acusaciones de los sectores opositores más radicales -pequeños partidos, sectores empresariales, sindicales, medios de comunicación y organismos civiles- de que el gobierno estaría detrás del atentado que causó daños materiales a unos siete vehículos pero no víctimas, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, calificó tales imputaciones como "opiniones ligeras".
Esos sectores opositores, ausentes de una reunión a la que fueron invitados este día entre Chávez y el ex presidente estadunidense Jimmy Carter, en su último día de visita, condicionaron su asistencia a una agenda previa y a que el gobierno les autorizara que la marcha del jueves llegue a las puertas del Palacio de Miraflores para insistir en pedir la renuncia del mandatario.
En contraposición, el gobierno reiteró su negativa y el presidente sólo accedió a que una delegación de los marchistas se aproxime al palacio, de acuerdo con Carter.
El ex presidente estadunidense también afirmó que Chávez estuvo de acuerdo en que se dé una especie de "combinación" para el diálogo con los opositores, con la participación del Centro Carter y representantes de las organizaciones de Estados Americanos y Naciones Unidas.
Pero ante la expresión de Carter de que "es necesario involucrar a la comunidad internacional", el vicepresidente José Vi-cente Rangel fue tajante al puntualizar que la mediación quedó derrotada en la pasada cumbre de Barbados, pues Venezuela sólo ha aceptado la facilitación del diálogo, y aclaró que el concepto es de "árbitro" o "intermediario" como fórmula para solucionar la crisis política.
Por lo pronto, este día fue movilizado hacia esta capital un batallón de paracaidistas desde una guarnición del centro del país para resguardar la seguridad pública.
La oposición reaccionó diciendo que la medida es un intento por "intimidar" a las personas que tienen planeado sumarse a la manifestación del jueves.
Desde temprano los sectores más recalcitrantes comenzaron una nueva ofensiva verbal contra el gobierno. El presidente del Bloque de Prensa Venezolano, David Natera, dio por hecho que el gobierno estaría detrás del estallido de una granada lanzada desde un coche a Globovisión.
En términos similares se manifestó el opositor alcalde metropolitano, Alfredo Peña, al afirmar que "los violentistas" están en el gobierno. A su vez, el presidente de la Conferencia Episcopal, Baltazar Porras, aseveró que "la polarización que se ha creado en el país no es gratuita, se ha sembrado".
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, acudió a Globovisión para expresar su condena contra "cualquier acto terrorista" como el ocurrido hoy, y ofreció brindar mayor protección a ese medio.
Sin embargo, puntualizó que ante hechos de esta gravedad "es insólito pensar que un gobierno democrático auspicie algún tipo de violencia como éste", pues "nadie puede creer que un gobierno, ni en este país ni en ningún otro, pueda incitar a la violencia".
A través de la opositora Globovisión, Cabello aseveró que no ha visto una condena de ningún partido sobre el golpe del 11 de abril, "un hecho lamentable no sólo para Venezuela sino para cualquier país".
Mientras Cabello expresaba alarma de que haya "gran cantidad de armamento" en manos de civiles, en Miami fueron detenidos el venezolano Carlos Chirinos y el estadunidense Daniel José Uribazo por intentar exportar ilegalmente a Venezuela municiones para fusiles AK-47, una de las armas exhibidas por los golpistas en abril pasado.
El presidente Chávez calificó como "histórica" la reunión que tuvo con Carter, además de "positiva y fructífera", y lamentó que algunos se la perdieron, en referencia a los opositores más radicales.
Por su parte, Carter se dijo "desalentado" de que la oposición se haya negado a asistir cuando hubo disposición al diálogo por parte de las autoridades, donde se abordó una agenda de 12 puntos que incluían las posiciones de los opositores, y en un contexto de libertad de prensa.