Me siento prisionero, pero Gavilanes va a jugar: De la Garza

Indefinidos, ocho clubes de primera A

Varios equipos no cuentan con el aval de otros para ocupar sedes

ABRIL DEL RIO

Ocho de los 20 equipos que integran la primera división A enfrentan problemas de falta de estadios, de adecuaciones de sedes y desacuerdos, a menos de un mes de que empiece el torneo antesala del primer circuito, el próximo 10 de agosto.

Al cerrar ayer la asamblea de presidentes de la rama, su titular Enrique de la Garza enumeró los casos de los clubes que tendrán 10 días para resolver sus conflictos, entre ellos Gavilanes de Monterrey, antes Toros Neza, así como Chiapas, que pretende mudarse a Mérida.

Ambas escuadras, según explicó el dirigente, "no tienen el visto bueno" de otras que se desempeñan en las zonas respectivas, y aunque dijo que de no llegar a un arreglo habrá que buscar alternativas, no mencionó ninguna.

Desconcertado por la protesta de Tigres, Roberto de la Garza, presidente de Gavilanes, admitió que "se trata de un malentendido" relacionado con un enfrentamiento de empresas cerveceras, ya que la franquicia en la que invirtió 6 millones de dólares tiene el respaldo de la competencia de la firma regiomontana.

Aseguró que apelará a todas las instancias para que "un millón de personas en Guadalupe no se queden sin el sueño de tener un equipo de futbol".

"Gavilanes va a jugar, voy a estar donde se me permita. Por lo pronto me siento prisionero", expresó el dirigente, quien aseguró que con Monterrey no tiene ningún problema, mientras con los felinos tratará de "aclarar" la participación de la firma.

En la sesión con la comisión de estadios también surgió la dificultad que enfrenta el Zihuatlán, recién ascendido a segunda división, pues se consideró que su estadio no reúne los requisitos mínimos, tanto de aforo -se exige un mínimo de 5 mil aficionados- como de "seguridad".

Aguascalientes, que se convirtió en filial directa de Guadalajara, tampoco cuenta con la aceptación de los clubes tapatíos para jugar en el estadio Jalisco, luego de haber sido desautorizada la sede que proponían en el Anacleto Tolán, y el Bachilleres, que solicitó salir de Guadalajara, se encuentra sin sede.

Por lo que toca al Zitácuaro, adquirido por José García con el fin de desempeñarse en un convenio deportivo con Pumas, no contaba hasta ayer con la anuencia de todos los equipos capitalinos, y no había definido su sede.

Por su parte, José Antonio García rechazó la posibilidad de que el Grupo Pegaso reclame la devolución de la franquicia, por la que el comprador sólo había depositado una parte.

Sin problemas se registraron Tampico Madero y Querétaro, transformados de forma respectiva en La Piedad e Irapuato, mientras Atlético Mexiquense fue aprobado para cambiarse de Toluca a Tenancingo.

En la asamblea, que precedió a un draft sin sorpresas en sus operaciones, se acordó que dos jugadores de 20 años -no sólo uno- podrán participar durante los 90 minutos en cada partido, así como dejar fija la cuota de cuatro extranjeros por equipo.

Asimismo, los cuadros se solidarizarán con 20 mil pesos cada uno para aportar a los deudos del árbitro Edgar Ulises Rangel.