Tras encerrona de 8 horas se aclara que la posición del partido
es sólo la ley Bartlett
Aplacan senadores priístas intentona de modificar
la iniciativa contra la privatización eléctrica
Ha habido pláticas con el Ejecutivo, pero no hay ni habrá
acuerdo: Enrique Jackson
ANDREA BECERRIL
La mayoría de los senadores del PRI echó
abajo anoche el intento de algunos legisladores que pretendían modificar
la iniciativa de reforma eléctrica, la llamada ley Bartlett,
con miras a introducir elementos privatizadores, como pretende el gobierno
foxista.
Tras una reunión de más de ocho horas a
puerta cerrada, se impuso el sentir de la mayoría de los 50 senadores
asistentes, frente a los que quieren adecuar el proyecto priísta
para posibilitar una más amplia participación privada en
materia eléctrica.
El
intento de dividir y debilitar la posición priísta fracasó.
Durante el largo encuentro ningún senador propuso modificaciones
de fondo a la iniciativa, ni siquiera Genaro Borrego y Marco Antonio Fernández,
que lo habían anunciado previamente.
El acuerdo final fue que no hay iniciativa del PRI más
que la elaborada por un grupo de senadores coordinados por Manuel Bartlett,
proyecto que fue avalado por la fracción y que está en comisiones
para dictaminarse. Los priístas determinaron también impulsar
los trabajos legislativos para tener listo el dictamen en 30 o 40 días.
Para llegar a ello, sin embargo, debió darse una
fuerte discusión, en la que los senadores Bartlett, Humberto Roque
Villanueva, Oscar Cantón Zetina, Laura Alicia Garza Galindo, Martha
Tamayo y Lauro Díaz Castro reivindicaron el proyecto para la restructuración
del sector eléctrico y dejaron en claro que no se puede pasar por
encima de la posición nacionalista que han marcado los órganos
de dirección del PRI de no permitir que los recursos energéticos
del país se entreguen a trasnacionales, como pretende el presidente
Vicente Fox.
La reunión comenzó a las 11 horas. Antes
de la comida hubo un receso en el que los senadores Cantón Zetina,
Carlos Chaurand Arzate y Marco Antonio Fernández ofrecieron una
conferencia de prensa que sólo sirvió para comprobar la existencia
de dos posiciones en torno a la reforma eléctrica.
Fernández, dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores
Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), reconoció
públicamente estar en favor de que el proyecto priísta se
modifique, para enriquecerlo. Cantón Zetina, sin embargo, rechazó
que la propuesta de su fracción pueda ser sujeta a cambios de fondo.
Por la tarde, en pleno debate, los senadores se encontraron
con un ejemplar del ensayo de su compañero Alejandro Gutiérrez
-titulado La electricidad, que reproduce planteamientos de las autoridades
de la Secretaría de Energía para abrir por completo el sector-
que el también empresario les envió, ya que se encuentra
en España.
Los cuestionamientos de Borrego y otros senadores sobre
la viabilidad del proyecto quedaron rebasados tras las intervenciones de
Bartlett y de Roque Villanueva, entre otros, que dejaron en claro que las
inquietudes se tomarán en cuenta, pero el grupo parlamentario priísta
no puede avalar la pretensión de entregar los recursos energéticos,
ni por la vía constitucional ni mediante modificaciones tramposas
a leyes secundarias.
Borrego no tuvo más remedio que repetir "no tengo
otra iniciativa más que la nuestra" y Fernández tampoco aludió
a cambio alguno; sólo expresó que le preocupa dejar a salvo
los derechos de los empleados de la CFE.
El coordinador Enrique Jackson Ramírez cerró
la discusión: "Aquí hay una sola iniciativa, no nos enredemos,
con el Ejecutivo ha habido pláticas, pero no hay ningún acuerdo
y no lo habrá".
Otro de los temas discutidos fue el de los contratos de
servicios múltiples planteados por Pemex. Se acordó que continuarán
con el estudio de esos documentos, ya que hay dudas sobre su constitucionalidad.
Natividad González Parás reivindicó su derecho a presentar
la controvertida iniciativa en la materia, que elaboró el diputado
Salvador Rocha Díaz.
Varios senadores rechazaron el proyecto, que legaliza
la entrega de la explotación de gas a petroleras estadunidenses,
pero decidieron acceder a la petición de González Parás
de que se discuta el contenido de la iniciativa.
La opinión generalizada de los senadores es que
se trata de una estrategia de González Parás frente a los
grandes empresarios de Nuevo León, entidad de la que sigue buscando
la gubernatura.