Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 12 de julio de 2002
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Sociedad y Justicia
Reclaman en la cumbre de Barcelona que el G-8 pague los recursos que prometió

Clinton: dos tercios de las infecciones por sida podrían evitarse si la prevención fuera efectiva

Ofrece Brasil trasladar gratis la tecnología de producción de genéricos a países necesitados

ALEJANDRO BRITO ENVIADO

Barcelona, 11 de julio. En su cuarta jornada, la 14 Conferencia Internacional del Sida se ha convertido en un gran foro político. En la plenaria de esta mañana de nuevo se escuchó el reclamo que ha dominado en el evento: "¿Dónde están los recursos prometidos por las naciones ricas?", espetó Graça Machel, ex ministra de Educación de Mozambique, haciendo eco al grupo radical Act Up París que, al grito de "¿Dónde están los 10 mil millones de dólares?", necesarios para detener la pandemia, arremeten contra pabellones y funcionarios de esas naciones en la conferencia.

Hace varios años que los ocho países más desarrollados del mundo, el G-8, prometieron destinar 0.7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) para ayudar a las naciones pobres. Pero, de acuerdo con Machel, para el año 2005 Estados Unidos habrá cumplido sólo con 20 por ciento de lo prometido, mientras que la Unión Europea, con excepción de los países nórdicos, con 50 por ciento.

"Hay una falta de moralidad incomprensible en el incumplimiento de los compromisos asumidos por quienes tienen los recursos y no los sueltan", expresó la ahora directora de la Organización Nacional de Niños de Mozambique.

Como nunca, los sectores involucrados en este combate han logrado arribar al consenso. Si en las conferencias anteriores el acento estaba puesto en la ciencia, ahora está en la política, pues allí se libra la lucha por los recursos, como señaló Peter Piot, director del Programa de Sida de la ONU (Onusida), en la inauguración.

Esta cumbre del sida podría ser llamada la conferencia del consenso. Incluso el director del Fondo Global para la Lucha contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis, Richard Feacham, no ocultó su satisfacción: "Estoy muy contento de estar aquí", dijo con sorna, luego de que los gritos de los activistas acallaron el discurso del secretario de Salud estadunidense, en el que se congratulaba de que su país era el mayor contribuyente del fondo global, sin ser cierto.

Hasta el ex mandatario estadunidense Bill Clinton se acaba de pronunciar, en una reunión de líderes mundiales celebrada en esta sede, por rebajar los precios de los medicamentos en Africa y en favor de la producción de genéricos. Ante el pleno, Clinton subrayó que "los dos tercios de las infecciones por el virus podrían evitarse si la prevención fuese efectiva".

"Por primera vez en la historia, el mundo tiene que hacerse responsable de una crisis global", afirmó Clinton.

Más allá de las macabras cifras de muertes, casos de VIH/sida, de infantes y huérfanos por la pandemia (20, 40, 13 millones, respectivamente), y de las catastróficas predicciones (45 millones de nuevas infecciones), se vertieron una serie de convincentes datos y cifras que apoyan la viabilidad (costo-efectividad, dicen los expertos) de tratar el sida en los países pobres o en desarrollo.

Brasil, de nuevo, destacó no sólo por haber logrado reducir a la mitad el costo de los tratamientos, gracias a la producción genérica de los medicamentos, sino por el éxito obtenido en su política preventiva (reducciones de las tasas de incidencia en las poblaciones más expuestas).

Paulo R. Teixeira, director del programa de sida brasileño, ofreció trasladar la tecnología de producción de medicamentos genéricos a países necesitados sin costo alguno.

El secretario de Salud de México, Julio Frenk, destacó esta mañana la incongruencia en la adquisición de medicamentos en la región latinoamericana. "Brasil y Chile pagan precios menores por los antirretrovirales que la mayoría de los países de América Central", con mucho menor capacidad adquisitiva que los primeros, explicó el funcionario mexicano, y propuso realizar compras conjuntas de medicamentos para reducir precios.

Anunció que México aportaría una cantidad simbólica al fondo global, aunque no especificó el monto.

Un estudio presentado por el doctor Michel Saa, de la Universidad de Alabama Birmingham, reveló la diferencia de costo, de más de 20 mil dólares anuales, que existe entre tratar a pacientes con estados avanzados de la enfermedad que a pacientes en buen estado.

Se trata de un dato importante si se considera que en países como México, a la mayoría de las personas con VIH/sida se les detecta la presencia de la infección en etapas avanzadas de la enfermedad. Lo que permite pensar el ahorro que se lograría con la promoción de la detección oportuna del VIH.

El sida también es una feria, la feria del condón y del gran despliegue de creatividad para promoverlo. Si uno se aparta de los reflectores atraídos por las grandes figuras científicas y políticas presentes en la conferencia, y de las abrumadoras e impecables gráficas y cuadros estadísticos, descubrirá, en los módulos de las organizaciones comunitarias, ubicados siempre detrás de los lujosos y asépticos locales de las farmacéuticas, un colorido tianguis lleno de humor y desenfado.

Un tianguis donde el trueque, el toma y daca, es la regla. Mi cartel por tu pin. La variedad de postales, condones, lubricantes, carteles y productos desarrollados por la mercadotecnia preventiva es de verdad sorprendente. Los mensajes pueden ser directos, gozosamente desvergonzados (como la postal alemana de una boca chorreada de semen con una leyenda sobre el sexo oral), o pecar de cándidos y pudibundos como otros listones.

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