La narradora habla de su novela En el nombre de Salomé, publicada
por Alfaguara
Julia Alvarez explora de nuevo parte de la historia
de la Dominicana
Salomé Ureña y Camila Henríquez Ureña, mujeres
señeras a las que da vida literaria
La cultura de Estados Unidos se latiniza y eso es otra faceta de la globalización,
opina
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Lejos de ser una moda, la literatura latina en Estados
Unidos tiene un público cada vez mayor debido al crecimiento de
la comunidad de origen latinoamericano y al interés de los estadunidenses
por una cultura que los rodea, señala la escritora Julia Alvarez,
quien de nueva cuenta explora parte de la historia de República
Dominicana en su novela En el nombre de Salomé (Alfaguara),
que narra la vida de la poeta Salomé Ureña y de su hija Camila
Henríquez Ureña.
En
Estados Unidos el interés por los textos de escritores de origen
latinoamericano ''es un tema caliente, porque la población latina
crece. De acuerdo con algunas estadísticas para el año 2050
uno de cada cuatro estadunidenses será de origen latino o tendrá
conexión latina. Es una población que va a tener dinero,
comprará libros; le gusta hablar y conocer sus orígenes.
Está hambrienta por conocer su historia. Los estadunidenses también
quieren leer sobre los latinos porque su cultura se está latinizando
y ese es otro aspecto de la globalización", señala la autora
de En el tiempo de las mariposas, novela llevada a la pantalla grande
en la que recupera la historia de las hermanas Mirabal, quienes fueron
asesinadas por su oposición al dictador dominicano Rafael Leónidas
Trujillo.
''Saber quién soy''
En ambas novelas Alvarez, hija de padres dominicanos nacida
en Nueva York en 1950, se adentra en personajes relacionados con la construcción
de la identidad nacional de República Dominicana. Al respecto la
autora, que desde los tres meses a los diez años de edad vivió
en República Dominicana, refiere que los temas de sus libros son
parte de su búsqueda ''por saber quién soy".
La vida de las hermanas Mirabal y de Salomé Ureña,
cuya poesía inspiró un movimiento revolucionario, ''son temas
que estaban dentro de mí, que debía entender. Sobre todo
como inmigrante es muy importante no perder en el trayecto hacia una nueva
cultura o una nueva lengua la historia de lo que fuimos y lo que somos.
Si lo perdemos, entonces nos perdemos nosotros mismos. Es necesario traer
esas historias con nosotros, ya que vivimos en un país (Estados
Unidos) que no tiene sentido de su propia historia".
En sus textos habla de mujeres dominicanas ''porque se
les dejó fuera de la historia y la historia de las mujeres fue escrita
desde el punto de vista de los hombres. En muchos casos no conocemos su
vida y obra incluso en nuestras culturas originales".
Personaje y verdad
En el nombre de Salomé es una novela histórica
que parte de la reflexión de lo que significa identidad o patria,
y es que ''en el sur del continente hemos sufrido mucho con las preguntas,
¿qué es patria? y ¿qué significa tener un país,
ser una nación?; y continuamos oprimidos por ellas, porque vivimos
en un mundo que controla las respuestas por nosotros".
Para escribir sobre la vida de Salomé Ureña,
Julia Alvarez trabajó durante tres años en la investigación
y después, explica, ''dejé la tiranía de los hechos
para convertirla en ficción, imaginar la historia, porque un novelista
se interesa por la verdad de acuerdo con el personaje, mientras que la
historia se interesa por los hechos duros".
Y explica: ''observo los hechos como pequeñas estrellas
en el cielo que debo conectar para dar forma a mi historia. Pero muchas
cosas en la vida de una persona que se convierte en personaje de una novela
son objeto de interpretación. Entonces la pregunta es ¿por
qué hizo eso o por qué tomó tal decisión?"
En este caso su trabajo de escritora fue recopilar ''todos
los puntos de vista posibles para comprender la complejidad de ese ser
humano", pero ello también representa que los lectores siempre queden
insatisfechos:
''Cuando escribes acerca de un personaje histórico
entrevistas a la familia, los amigos o los amantes, quienes conocen a esa
persona como familiar, amiga o amante. Entonces, cuando leen la novela,
se enojan porque dicen 'así no era' y lo que pasa es que tenían
un aspecto parcial del personaje."
Por eso ''algunas veces pienso que los novelistas deberían
ser leídos sólo después de su muerte, porque ya no
se pueden enojar con ellos".