Exhiben documental de Lourdes Portillo en Coyoacán
Miedo y silencio, obstáculos para hacer Señorita
extraviada
''El objetivo no era descubrir a los criminales, sino invitar
a todo el mundo para actuar'', expresa la cineasta
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Hace tres años la directora Lourdes Portillo tomó
la decisión de hacer una película sobre la desaparición
de mujeres en Ciudad Juárez. El resultado es Señorita
extraviada, documental que hoy se proyecta a las 19:30 horas en el
Jardín Hidalgo de Coyoacán.
Después de varios meses de investigación
y filmación, expresa en entrevista, ''no encontré a los asesinos,
porque eso no lo puedo hacer sola. Pero sí encontré una red
de complicidad de las personas poderosas que viven en Ciudad Juárez,
y una cobija de silencio. Esas dos cosas dicen mucho".
Para hacer el documental, lo más difícil
fue enfrentar ''el miedo y el silencio existentes alrededor de ese tema
por los familiares de las víctimas, de las personas que saben algo,
de las autoridades, de todo el mundo. Un silencio profundo, lleno de miedo.
También fue muy difícil ver a la gente que sufrió
la muerte de su familiar, la impunidad que existe en México y la
falta de respeto a las mujeres morenas y pobres que hasta cierto punto
se convierten en insignificantes, porque de otra manera no creo que hubieran
ocurrido tantos asesinatos", explica la directora.
Postulada
al Oscar en 1986 por su documental Madres de Plaza de Mayo, Portillo
contó con el apoyo financiero de varias instituciones para realizar
Señorita extraviada, entre ellas las fundaciones McAr-thur
y Soros y otras que apoyan el trabajo de artistas independientes. El costo
del documental fue de unos 400 mil dólares y se exhibió en
el pasado festival de Sundance, donde obtuvo el Premio Especial del Jurado,
así como en Nueva York. Además de su proyección en
el centro histórico de Coyoacán, existe la posibilidad de
que se exhiba en la Cineteca Nacional, adelantó.
La idea del documental nació al leer la información
publicada en México y Estados Unidos sobre la desaparición,
violación y asesinato de mujeres jóvenes, generalmente empleadas
de las maquiladoras. ''La cifra crecía poco a poco. Como soy del
norte (Chihuahua) pensé que podría ver algo que a los demás
se les escapaba".
Desde el principio, señala, el objetivo ''no era
descubrir a los criminales, sino invitar a todo el mundo a actuar, a tomar
acciones políticas para que esto termine".
El cine vs la impunidad
El cine, asegura Portillo, puede ser utilizado como arma
''aunque suene un poco pasado de moda, pero sí funciona si se hace
con mucha conciencia y mucho cuidado".
La intención de Señorita extraviada,
cuya duración es de 74 minutos, dice, es ayudar a poner
fin a la impunidad, que se efectúe una investigación seria,
de carácter federal, en conjunto con otras entidades, incluso de
otros países si es necesario, y que haya justicia, ''porque esto
aún no termina. Se trata de una red de complicidad tan enorme que
toca a todos. Entonces, nosotros tenemos la responsabilidad de poner un
alto a esos crímenes".
Como ser humano ''era mi deber denunciar. No puedo ser
cómplice de lo que ocurre. Es un crimen que todos mantengamos silencio.
En la película trato de expresar que es responsabilidad de todos
actuar y denunciar. Si nos mantenemos callados siguen la impunidad, los
crímenes, y eso no es justo".
Después de esta experiencia, en la que los familiares
de las víctimas cuentan su historia, Lourdes Portillo trabaja ''en
algo más frívolo: piezas de arte que se exhiben en los museos",
porque hacer el documental ''fue tan fuerte, tan devastador en el aspecto
emocional, que hoy debo buscar otras cosas que me hagan reír. Por
ahora tengo que separarme de ese trabajo que fue tan doloroso".