Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 20 de julio de 2002
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Espectáculos

Obra de Eve Ensler que retrata opiniones de más de 200 mujeres entrevistadas sobre el tema

Los monólogos de la vagina cumplió mil 100 representaciones en México

En la pieza teatral prima el humor; también se denuncian las violaciones sexuales y otros abusos

MIRANDA ROMERO ESPECIAL

Panocha, concha, osito, paparrucha, coño, pucha, raja, hoyo, pepa, cachamocos, empanada, caracol, cuchi-cuchi, aquellito, ahí-abajito... Existen mil formas de llamarla, unas cachondas, otras despectivas, pero todas se refieren a ese terreno en pie de lucha que es la vagina de las mujeres. Ese órgano que para algunos hombres es fuente de delicias y para otros es un tema netamente escabroso, mientras las mujeres observan su vagina navegando entre lo desconocido y lo más amado.

Los monólogos de la vagina es una obra de teatro escrita por Eve Ensler. Fue estrenada en Nueva York en 1996, y desde entonces se ha seguido representando con éxito a lo largo del mundo.

La obra retrata las opiniones de más de 200 mujeres a quienes se entrevistó sobre sus vaginas, creando una puesta en escena que incluye a varias actrices que celebran la sexualidad femenina mediante una dinámica llena de humor y emoción.

En México lleva presentándose varias temporadas en el teatro Sala Chopin; precisamente se cumplieron mil 100 funciones, lo que provocó una celebración en la que se develaron las placas conmemorativas de las 900, mil y mil 100 representaciones.

Para el festejo se congregó un elenco especial de ocho actrices en escena, con el propósito de realizar una función extraordinaria, la cual arrancó muchos aplausos.

Lilia Aragón, Adriana Roel, Sofia Alvarez, Anabel Ochoa, Ana Karina Guevara, Stephanie Salas, Joanydka Mariel y Jana Raluy compartieron con los espectadores las entrañables vivencias de mujeres de alrededor del mundo, con la presencia especial de Fernanda Familiar, quien ofreció una breve retrospectiva de la obra.

La pieza tiene mucho de polémica, por su tratamiento audaz y directo de un tema considerado tabú, especialmente en México, donde la sexualidad femenina suele verse reprimida y demasiadas mujeres son víctimas de abusos que en muchas ocasiones ellas mismas no saben reconocer.

La obra maneja un lenguaje franco y mordaz que ayuda a que las últimas barreras caigan y nadie se sienta incómodo en medio de un locuaz diálogo de vaginas.

Más allá de la estética

Entre monólogo y monólogo, la pieza presenta un intercambio entre todas las actrices, que exponen brevemente diversos temas y ejemplos de las respuestas obtenidas por las diferentes entrevistadas.

A la pregunta Ƒsi tu vagina pudiera ponerse algo, que sería?, las respuestas van de lo divertido a lo grotesco, pasando por una boina, un suéter de cuello alto, una estola rosa o un esmoquin de caballero. Hay quien se inclina por un vestido azul escotado, no tan revelador, pero sí con mucha clase.

En los monólogos se abordan temas con un enfoque divertido, como los pelos, las humedades femeninas, el adulterio y la homosexualidad; todo con el objetivo de reflejar experiencias personales y lograr un reconocimiento de las actitudes propias, lo cual, a juzgar por el aplauso y las risas del público, se logra de manera constante.

Lilia Aragón presentó un monólogo fantástico, en el cual la vagina en cuestión se describe enojada y se queja por tener que ser llevada a rastras al ginecólogo, pesadilla de las mujeres y que más vale que los hombres también se vayan enterando.

Anabel Ochoa deleitó al público con todo un estudio a profundis de las posibilidades eróticas de la sonoridad de la palabra coño.

Stephanie Salas se ganó a los espectadores con su representación de los diferentes tipos de gemidos que se pueden obtener si uno sabe cómo mover los puntos de placer de una vagina. Fue de especial interés el obtenido por un triple orgasmo, situación de lo más recomendable en cualquier circunstancia.

No todo es cuestión de risa

Aunque la obra fue netamente cómica, tuvo sus momentos dedicados a la exploración de puntos dolorosos, narrados por medio de las historias de mujeres que han sufrido abusos y cuyas vaginas hace tiempo que callaron, como los casos de ataques a niños, la castración por motivos religiosos y el miedo a aceptar la propia sexualidad.

Asimismo, el triste caso de la mujer violada, ya sea por un conocido o en medio de una guerra, o simplemente el caso de quien nunca ha visto su vagina y desconoce los placeres que se pueden obtener de ella.

Por este lado la obra crea conciencia y vuelca emociones muy íntimas e intensas dentro del público, que sin la posibilidad de hacer oídos sordos se vuelve testigo de las atrocidades perpetradas contra las mujeres, que pueden ocurrir en Kosovo, en La Merced o en el asiento de al lado.

Todos los temas son tratados con mucha sensibilidad, aunque de manera firme, para poder crear un impacto sobre los espectadores, quienes durante la función especial no dejaron de aplaudir y de acompañar con sus risas un espectáculo que sufre de algunos pecadillos por la traducción, y a veces por las actuaciones, pero que en términos generales es una obra inteligente, divertida y una maravillosa oportunidad de explorar un universo femenino a veces desconocido.

Para la develación de las placas correspondientes a las 900, mil y mil 100 representaciones se contó con la presencia de Rebeca Jones, Verónica Gallardo y Mara Patricia Castañeda, quienes junto con Morris Gilbert, productor de la obra, hablaron del orgullo de pertenecer a este espectáculo y de los buenos deseos para que la obra siga teniendo éxito.

La pieza continúa juntando a actrices de personalidades muy distintas, que enriquecen con su experiencia personal la obra.

Los monólogos de la vagina, con la dirección de Abby Epstein y actuaciones de Sofia Álvarez, Lilia Aragón, Pía Aun, Ana Karina Guevara, Andrea Legarreta, Joandyka Mariel, Anabel Ochoa, Jana Rauly, Adriana Roel y Stephanie Salas (alternan funciones), se presenta en el nuevo teatro Sala Chopin, ubicado en Alvaro Obregón 302, colonia Roma, los jueves y viernes a las 19:30 y 21:30 horas; sábados, 8 y 10 de la noche, y los domingos a las 17:30 y 19:30 horas.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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