Presentan conclusiones del seminario internacional sobre tortura y prevención
Los autores de violaciones graves no deben ser beneficiados
con indultos o amnistías
Comisiones de la verdad, instrumentos para concretar el derecho de conocer
hechos del pasado y el cumplimiento de esa obligación, señalan
especialistas y activistas
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Las comisiones de la verdad son uno de los instrumentos
para que el derecho a la verdad se cumpla. Por eso los autores de violaciones
graves de los derechos humanos no pueden ser beneficiados con indultos
o amnistías ni se puede aplicar la prescripción a crímenes
como las ejecuciones sumarias, las desapariciones forzadas y la tortura.
Estas son parte de las conclusiones del seminario internacional
Comisiones de la verdad, tortura, reparación y prevención,
que se realizó en la ciudad de México, que fueron presentadas
ayer por Marco Mona, presidente de la Asociación para la Prevención
de la Tortura, con sede en Ginebra, Suiza.
El centenar de participantes insistieron, como lo hicieron
durante los dos días que duraron las discusiones, en que las comisiones
de la verdad sólo son un paso dentro de la estrategia a largo plazo
por la mejor defensa de los derechos humanos, un importante instrumento
de prevención, pero uno entre tantos.
Hoy
se afirma, dicen, la existencia en el ámbito internacional de los
derechos humanos, de una garantía emergente: el "derecho a la verdad"
sobre los abusos del pasado. Es un derecho individual y colectivo que tiende
a evitar la renovación de las violaciones en el futuro.
La cualidad más importante que tiene una comisión
de la verdad es su absoluta autonomía del poder estatal, porque
su impacto depende sobre todo de su credibilidad en la sociedad civil,
aseguran.
Además debe investigar todas las violaciones graves,
tener tiempo adecuado para trabajar y establecer las recomendaciones, aplicar
medidas de seguimiento de las mismas y garantizar la seguridad tanto de
los miembros de la comisión como para los que dan su testimonio.
Señalan que a partir de las comisiones de la verdad
pueden surgir medidas de reparación, puede abrirse un proceso de
reconciliación genuina, individual y colectiva, basada en una correcta
interpretación de la historia.
La lucha contra la impunidad se combate con un conjunto
de medidas. En ese contexto, explican, las comisiones pueden ser una de
éstas, con una eficacia particular. "Para llegar a la meta, a la
verdad y a la justicia no alcanza tomar una vía, sino es importante
que se saquen dos, tres o más caminos a la vez".
Señalan que estos organismos deben ser integrados
mediante un proceso transparente, público y participativo, mientras
que los procesos tradicionales de justicia, que son irrenunciables, pueden
carecer de transparencia, de participación, de debate público
y difusión y pueden ser inhibidos respecto a comprometer al Estado
a reconocer y rectificar errores pasados.
Una de las medidas para restituir la dignidad es el reconocimiento
público de las violaciones ocurridas, el reconocimiento de ser víctima
y de las responsabilidades tanto las individuales como las del Estado y
sus instituciones.
Consideran que en el trabajo de las comisiones se deben
instrumentar métodos de investigación e interrogación
que tiendan a disminuir el trauma para las víctimas y que favorezcan
que el proceso del testimonio sea más bien de alivio.
Para que el derecho al reconocimiento y a la reparación
se haga efectivo, los participantes concluyen que es imprescindible que
las víctimas y sus familiares puedan disfrutar de un apoyo sólido
de parte de agrupaciones de víctimas, con una voz política
y pública fuerte, ambientadas desde su propio cuadro local y cultural.
También es importante que las organizaciones sociales
den su apoyo al proceso de investigación de las comisiones y que
a su vez las comisiones lo busquen. Las ONG, agregan, pueden servir de
intermediarias y facilitadoras para los propósitos de la investigación,
permitiendo así a los comisionados comprender, interpretar y transmitir
la verdad.
Acerca del aporte de una comisión de la verdad
al proceso de transición democrática, refieren que quienes
consideran que es el punto final se equivocan, en realidad es el inicio
de la transición.
En adelante hay un proceso que resulta necesariamente
más largo del periodo de funcionamiento de la comisión, que
implica difusión para que haya conciencia colectiva sobre lo ocurrido,
la reparación de los daños, la conciliación y la búsqueda
de una garantía de la no repetición de las violaciones.