El ex regente compareció en calidad de indiciado por los hechos del 10 de junio de 1971
Martínez Domínguez calló por motivos de salud; en 30 días responderá por escrito
Está mejor de lo que dice: líderes estudiantiles; la diligencia se realizó en un hospital de Monterrey
DAVID CARRIZALES Y BLANCHE PETRICH CORRESPONSAL Y ENVIADA
Monterrey, NL, 22 de junio. Sentado en una silla de ruedas en el cuarto 315 del hospital Christus Muguerza, Alfonso Martínez Domínguez compareció hoy en calidad de indiciado por los delitos de genocidio, homicidio, privación ilegal de la libertad y lesiones, derivados de los actos represivos a la manifestación estudiantil del 10 de junio de 1971, en la ciudad de México.
Sin embargo, el ex regente capitalino se acogió a los beneficios del artículo 20 constitucional y dejó sin respuesta las 95 preguntas que le formuló el titular de la Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, Ignacio Carrillo Prieto, quien a solicitud del indiciado, bajo el argumento de su precario estado de salud, le otorgó un plazo de 30 días hábiles para responder por escrito al interrogatorio judicial.
Aunque los ex líderes estudiantiles de 1971 consideraron que hay razones suficientes para que se realice un careo entre Martínez Domínguez y Echeverría, puesto que ambos en declaraciones periodísticas se han responsabilizado mutuamente por la matanza del Jueves de Corpus, el abogado del ex regente, Raúl Guerrero Palma, argumentó que en el expediente no hay ninguna contradicción entre ambos personajes, de ahí que no se justifica la diligencia.
El fiscal Carrillo Prieto consideró que Martínez Domínguez realizó un gran esfuerzo para atender el requerimiento judicial; al final de la comparecencia, en breves declaraciones a la prensa, comentó que al principio de la diligencia se realizó una evaluación médica para ver si su cliente estaba en condiciones de salud, y efectivamente, pudo superar la lectura de tres de las cuatro denuncias que hay en su contra, así como las 95 preguntas que elaboró la fiscalía.
Igualmente señaló que el ex regente estaba en su derecho de no declarar este día, sino cuando pueda hacerlo por escrito.
Jesús Martín del Campo Castañeda, quien presentó una de las cuatro demandas contra Martínez Domínguez por el asesinato de un hermano, comentó con ironía sobre la diferencia en el trato que han recibido el ex gobernador de Nuevo León y Luis Echeverría Alvarez, amparándose en las leyes vigentes, mientras los líderes estudiantiles de 68 y 71 sufrieron cárcel, torturas y fueron eliminados o desaparecidos, nada más por ser estudiantes y jóvenes.
''A nosotros, que luchábamos por las libertades democráticas, gente como Martínez Domínguez y Echeverría no nos reconocían el derecho de permanecer callados ni nos daban tiempo para responder por escrito; a golpes y torturas nos hacían firmar declaraciones inventadas'', agregó Salvador Martínez della Rocca, en conferencia de prensa, quien también asistió a la comparecencia en representación del movimiento estudiantil de los años de la guerra sucia.
Del Campo Castañeda expuso que Martínez Domínguez pertenece a la generación de ''políticos autoritarios y con mente criminal, que consideraban natural o razón de Estado ejercer la brutalidad sobre cualquier grupo de ciudadanos que hicieran alguna crítica a las políticas gubernamentales; incluso decían que ser autoritario era tener visión de estadista''.
Por eso, agregó, ''durante los periodos de Gustavo Díaz Ordaz y José López Portillo, en que ese tipo de politicastros tuvieron el poder, los organismos de inteligencia del Estado, como el Cisen, espiaron a cuatro millones de jóvenes y elaboraron 12 millones de fichas de información''.
El fiscal Ignacio Carrillo Prieto llevó a cabo la diligencia judicial en el cuarto 315 del Hospital Muguerza, donde el veterano político neoleonés permanece internado desde hace una semana por problemas renales, cardiacos y pulmonares, además de una encefalopatía multisectorial, de acuerdo con los dictámenes presentados por el cardiólogo José Luis Assad Morel, quien incluso aseguró que en las últimas 24 horas el ex regente sufrió una arritmia cardiaca que obligó a proporcionarle medicamentos.
Pero en opinión de Martínez della Rocca, el ex gobernador de Nuevo León presentaba mejor aspecto de salud del que han referido sus médicos.
Jesús Martín del Campo, Mario Ramírez, David Vega, Salvador Martínez della Rocca y Enrique Avila coincidieron en que el ex regente tuvo una rápida reacción mental para acogerse a los beneficios del artículo 20 constitucional y estimaron que sí está en condiciones de responder verbalmente a un interrogatorio e incluso participar en un careo con Echeverría.
Los ex líderes estudiantiles solicitaron que tanto Echeverría como Martínez Domínguez sean sometidos a la medida precautoria del arraigo, para evitar que abandonen el país y se sustraigan de la acción de la justicia.
Durante el desarrollo de la comparecencia activistas de El Barzón exigieron en silencio justicia, con el despliegue de una manta frente a la entrada principal del hospital Muguerza.
Ya superada la primera ''prueba'' ante la fiscalía especial, y con 30 días hábiles de plazo para responder al interrogatorio, es inminente la salida de Martínez Domínguez del hospital. Su hija Atala Martínez comentó que ello dependerá de su estado de salud, que en este momento es ''delicado, pero estable''. También afirmó que su padre estuvo tranquilo durante la diligencia, ''porque está libre de culpa de los hechos de 71, eso lo sabe todo el pueblo de Nuevo León''.