Obra de Gironella Parra
Coctel, desnudos y miradas de una exposición
MERRY MAC MASTERS
Antes de El desnudo y la mirada, exposición de Emiliano Gironella inaugurada con un coctel la noche del jueves, el tema de la mujer había sido el gran ausente en el trabajo del artista. Conocidas son sus muestras sobre André Breton, José Alfredo Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, el boxeo y los carteles de la Plaza de Toros México.
Para balancear su producción -la pieza El desnudo y la mirada se remonta a 1993-, Gironella Parra decidió rendir homenaje no sólo a la mujer mediante su cuerpo, sino a la sensualidad, porque ''pienso más en una mujer que en cualquier otro tema".
El desnudo y la mirada es la muestra que ideó para la galería localizada en la planta baja de Torres Arcos, Paseo de Tamarindos 400, Bosques de las Lomas. Allí combina sus obras con desnudos reales, ''enmarcados" detrás de vitrinas y con su propia iluminación, como si fueran cuadros. Los diferentes ángulos del cuarteto de modelos armonizan con los torsos y las extremidades retomadas por el pintor, quien explica: ''Mi trabajo es un ejercicio de memoria, porque no uso modelo".
Sensualidad vs erotismo
En el tributo de Emiliano Gironella al sexo femenino no hay mucha filosofía. Se impone la sensualidad, a pesar de que durante siglos los hombres se han empeñado en generar filosofías del erotismo, afirma y opina: ''Cualquier cosa que se escriba sobre la sensualidad y el erotismo tiene un aspecto práctico o impráctico. El erotismo nace en cada persona y tiene lenguaje propio, con una química imposible de entender. Es como la religión. No es tanto el amor que más bien se trata de compartir; otra parte es la sensualidad. Cuando se unen ambos es la cosa más maravillosa".
Una de las piezas es un tríptico que nació de El desnudo y el filósofo, grabado del siglo XIV, en el que se ve una mujer encima de un filósofo con riendas de caballo. Luego está lo relativo a Lou Andreas-Salomé, que da latigazos a Freud y Nietzsche. Después, Emiliano Gironella hizo un cuadro de un desnudo encima de Nietzsche que también es objeto de latigazos.
Apunta: ''Es como ese juego histórico que frente a la sensualidad la filosofía no tiene nada que hacer. También era un poco lo que decía Octavio Paz: 'Más allá de la filosofía está la carcajada'. Pues, más allá también de la filosofía está la sensualidad".
La muestra también comprende los ''homenajes" que el artista rinde a Munch, Matisse y Gauguin. Señala: ''Munch es una de las personas que más ha influido en lo que es mi xilografía y la forma del trabajo en la encáustica. Por su parte, Matisse abordó el tema del desnudo de una forma que me agrada más. Luego, la manera en que Gauguin entendió el desnudo fue muy valiente, en una época de un estilismo afrancesado, que lo que tomaban eran esos personajes egipcios y esos como burdeles. Pero Gauguin dijo 'la belleza no es eso' y tomó a las mujeres de Tahití".
Durante tres noches continuas, hoy es la última, se podrá apreciar el juego de los desnudos en vivo con los cuadros. No obstante, la exposición de encáusticas, frescos, monotipos, impresiones, pasteles, un bronce y un biombo concluirá el 2 de agosto.