La senadora panista criticó la agenda de trabajo propuesta por Ricardo
Alarcón
Pone Cecilia Romero nuevas trabas para impedir la reunión
interparlamentaria México-Cuba
ANDREA BECERRIL
La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores
para América Latina y el Caribe en el Senado, Cecilia Romero, insiste
en poner trabas a la realización de la Reunión Interparlamentaria
México-Cuba, y además de que logró posponer esos trabajos
hasta septiembre, ahora anunció que pedirá a la delegación
cubana que modifique el proyecto de agenda que propone, porque está
más dedicado a actividades de recreación que al trabajo legislativo.
La
propuesta de programa que habrán de seguir durante la reunión
-cuya fecha definitiva aún no se precisa- y que le hizo llega el
presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón,
a su juicio debe modificarse porque "a lo largo de 4 días sólo
incluye siete horas de trabajo y el resto del tiempo son actividades turísticas
y protocolarias" .
La senadora panista dijo que tiene interés en que
haya "más tiempo de trabajo" durante la reunión interparlamentaria,
a fin de que los delegados de ambos países puedan alcanzar "acuerdos
satisfactorios". En un comunicado, la senadora Romero negó que "se
arrogue alguna facultad o atribución que no le confiera su cargo",
pero no ha citado a los integrantes de la Comisión de Relaciones
Exteriores para que discutan ese asunto.
El miércoles pasado los coordinadores parlamentarios
del Senado, el panista Diego Fernández de Cevallos y el priísta
Enrique Jackson, se reunieron con el vicecoordinador del PRD, Demetrio
Sodi, para resolver el conflicto que se estaba gestando, a raíz
de la decisión unilateral de Romero de enviar un escrito a Ricardo
Alarcón, en el que planteó posponer la reunión interparlamentaria,
programada inicialmente para llevarse a cabo del 4 al 7 del próximo
mes de agosto.
Días antes, el diputado perredista Emilio Ulloa
había hecho pública la misiva y acusado a Romero de tratar
de "tronar" la interparlamentaria. Ese miércoles, el senador del
PRD Demetrio Sodi de la Tijera estaba a punto de subir a tribuna de la
Comisión Permanente para proponer un punto de acuerdo en el que
los legisladores de ambas cámaras se pronunciaran porque el encuentro
con los cubanos no siguiera demorándose.
Ya no lo hizo porque tanto Jackson como Fernández
de Cevallos lo llamaron a una reunión urgente, en la que se decidió
que la interparlamentaria México-Cuba debe llevarse a cabo en la
segunda quincena de septiembre. Romero estuvo presente, pero al parecer
trata de pasar por encima de esa determinación y seguir posponiendo
el encuentro.
Además de que expresó no estar de acuerdo
con la agenda propuesta por Alarcón y que buscará modificarla,
insistió en la conformación de la delegación mexicana.
En un principio había expresado que deberían asistir a La
Habana los mismos diputados y senadores que participaron en la interparlamentaria
México-Cuba del año pasado.
Ayer advirtió que pese a lo que expresaron algunos
legisladores, no hay una lista oficial de los senadores y diputados que
habrán de conformar la delegación mexicana que irá
a Cuba, toda vez que ni la Junta de Coordinación Política
de la Cámara de Diputados, ni la mesa directiva del Senado, que
son "los órganos facultados para otorgar investidura de representación
a los delegados", han acreditado oficialmente a nadie.
La senadora panista insistió también en
que como presidenta de la comisión senatorial que tiene a su cargo
organizar la interparlamentaria México-Cuba ha estado a cargo de
las negociaciones y sigue considerando que "los temas propuestos no han
sido adecuadamente especificados" y que tampoco son suficientes los tiempos
planteados por la parte cubana "para la discusión".
Además de ello, reiteró, la delegación
mexicana "requiere tiempo para discutir al interior" la postura que sobre
cada tema habrá de tener, ya que no puede soslayarse "la delicada
situación en que se encuentran las relaciones entre los presidentes
de nuestras respectivas naciones".