Persiste la polémica sobre la existencia
de Juan Diego
Señora directora: En 1883 el licenciado
José Antonio González solicitó a la autoridad eclesiástica
licencia para publicar su apología de las apariciones de nuestra
señora de Guadalupe. El arzobispo D. Pelagio Antonio de Labastida
y Dávalos pasó el manuscrito al señor D. Joaquín
García Icazbalceta, a fin de que diese su opinión; en un
principio se negó alegando que no era teólogo ni canonista.
Ante la insistencia del arzobispo, el señor Icazbalceta aceptó
dar su opinión bajo el aspecto puramente histórico. Y así
fue que en octubre de 1883 Icazbalceta envió al prelado una carta
de 70 párrafos en la que se demostraba históricamente que
nunca existió Juan Diego ni hubo apariciones celestiales. Una prueba
de lo anterior es que fray Juan de Zumárraga, primer testigo de
la aparición, no menciona en ninguno de sus muchos escritos alguna
alusión al hecho, es más, ni siquiera se encuentra una sola
vez el nombre de Guadalupe. Su inmediato sucesor Alonso de Montúfar
así como fray Toribio de Motolinia, fray Bartolomé de las
Casas y fray Jerónimo de Mendieta, tampoco hacen mención
del prodigio ni nada dicen de nuestra señora de Guadalupe.
En las crónicas de aquel tiempo escritas por españoles
o indios como Muños Camargo (1576), el P. Valadez (1579), el P.
Durán (1580), el P. Acosta (1590). Dávila Padilla (1596),
Tezozomoc (1598), Ixtlixochil (1600), Grijalva (1611) tampoco hacen mención
del milagro.
En el párrafo 30 de la carta del señor Icazbalceta
se da fe del siguiente suceso: el 8 de septiembre de 1556 se celebró
el día de la Natividad de nuestra señora en la capilla de
San José, con asistencia del clero, del virrey y de los vecinos
principales de la ciudad. El sermón fue encomendado a fray Francisco
de Bustamante, provincial de los franciscanos, quien se pronuncio contra
la devoción, sin ningún fundamento, en una ermita de nuestra
Señora que han intitulado de Guadalupe, pues consideraba que la
imagen, pintada por Marcos de Aquino, venía a destruir lo trabajado
por los misioneros.
La calificó de idolátrica. Y nada se hizo
contra el P. Bustamente, quien, a pesar de aquel sermón, fue otra
vez electo provincial en 1560 y después comisario general.
Otra fue la suerte de Eduardo Sánchez Camacho,
obispo de Tamaulipas, quien, por negar la existencia de Juan Diego, fue
objeto de innumerables vejaciones. En su dramática carta del 23
de agosto de 1896 que envió a los editores de El Universal
relata con claridad la intolerancia de los aparicionistas.
Domingo Sosa Ramírez
Reflexiones sobre la filosofía de Fernández
de Cevallos
Señora directora: Agradeceré se publique
esta carta dirigida al senador Diego Fernández de Cevallos, senador
de la República:
Es muy significativo que usted que se caracteriza por
sus arranques de ternura hacia sus compañeros legisladores, ahora
la prodiga, repentinamente conmovido, hacia los pobres de la nación
y se conduele porque tengan que reclamar sus derechos machete en mano y
en cambio los ricos haciendo valer su poder y sus influencias "limpiamente"
obtienen -que no ganan- millonadas de pesos.
Una acción cono esta trae a la memoria a Bertolt
Brecht:
Los que roban la carne de la mesa/ predican resignación,/
aquellos a los que están destinados los dones/ exigen espíritu
de sacrificio,/ los hartos hablan a los hambrientos/ de los tiempos que
vendrán,/ los que llevan a la nación al abismo afirman/ que
gobernar es demasiado difícil/ para el hombre sencillo.
Cabría esperar que perdurara ese sentimiento todo
su periodo en la Cámara de Senadores, pero sería mucho mejor
que usted adoctrinara en ese sentido -puede hacerlo- en primer lugar al
Ejecutivo, pero también al gabinetazo y a su partido.
Gral. Brig. Ret. Samuel Lara Villa
Se solidarizan con el movimiento de Atenco
Señora directora: No sólo en México
se promueven grandes proyectos a espaldas del pueblo y contra sus intereses,
como el elemental derecho a la tierra. También en Centroamérica
los gobiernos de los empresarios están haciendo cuentas alegres
por las ganancias que podrían obtener con los negocios que pactan
con sus socios de las trasnacionales.
En este contexto, la lucha de los campesinos de San Salvador
Atenco refleja también nuestro anhelo de vida digna, con justicia
y respeto a nuestra tradicional forma de existencia, que gira en torno
a la tierra y todo lo que ella representa. De ahí que manifestamos
nuestra abierta simpatía y solidaridad con las movilizaciones de
resistencia, que son ejemplo para todos y todas.
Francisco Javier Ramos, focal para México-centro
de la Red Enlace Sur en Medio Ambiente y Desarrollo
Censura declaraciones de Rodríguez Alcaine
Señora directora: En días pasados
leímos en una nota de Elizabeth Velasco las declaraciones de Leonardo
Rodríguez Alcaine sumándose al rechazo, generalizado ya,
a la privatización de la industria eléctrica nacional, y
a las 200 concesiones que se ha hecho de manera desventajosa para la Comisión
Federal de Electricidad. Es, sin embargo, el mismo Rodríguez Alcaine
que hizo cabeza en marzo de 1999 y celebró con bombo y platillo
la iniciativa del presidente Zedillo. El mismo que comenzó una campaña
de represión, apoyado por sus secretarios generales impuestos en
todo el país, en contra de trabajadores y trabajadoras que se manifestaron
contra la privatización en mayo de 1999, se agruparon en la Coordinación
Nacional de Electricistas y participaron en diferentes comités contra
la privatización y en el frente nacional, junto con otras organizaciones,
en todas las regiones del país.
Esta campaña incluye todavía a 15 electricistas
despedidos, una delegada sindical destituida de oficinas nacionales por
Víctor Fuentes del Villar, tres personas amenazadas de muerte y
más de 200 violaciones a garantías humanas y laborales por
la negación de derechos contractuales y sindicales en todas las
secciones del país que se pronunciaron contra la privatización.
El mismo Rodríguez Alcaine que todavía en
marzo pasado decía a sus secretarios generales que no sabía
si lo que había en el país era privatización, y les
exigía abstenerse de hacer declaraciones contra las concesiones
y el contratismo, violando la libertad de las asambleas de definir su posición
pública. Por último, el mismo que en 1999 desacreditó
al SME en su lucha contra la privatización, al afirmar que a ellos
(los miembros del SUTERM) no les pasaría nada con la privatización,
pues ya tenían segura su posición con las empresas privadas
y por su buena organización.
¿Cómo creer a alguien con este historial?
Las palabras tendrían que ser acompañadas con obras, y no
sólo creer a declaraciones para disciplinarse con el PRI. La declaración,
para ser creíble, tendría que incluir la reinstalación
de los compañeros y compañeras de la coordinación,
la devolución de su cargo a Evangelina Navarrete, el reconocimiento
público del trabajo de la Coordinación Nacional de Electricistas
CFE-SUTERM y del frente, y de la lucha del SME que nos ha traído
a la esperanza de que la Constitución y el derecho al desarrollo
prevalezcan en el país a los intereses trasnacionales.
Pedro A. Reyes Linares, Centro de Reflexión
y Acción Laboral
Solicita ayuda solidaria para tratar su mal
Señora directora: Me atreví a escribirle
porque sé del impacto que tiene este medio de comunicación
en la sociedad.
Desde mi lecho de enferma he pensado cuál sería
la solución a mi problema económico y de salud, y decidí
dar este primer paso.
Mi nombre es Mónica Caballero y tengo 31 años.
En 1995 los médicos me detectaron un tumor desmoide que me ha obligado
a enfrentar barreras físicas, sicológicas y sociales después
de cinco operaciones que me dejaron con 5 por ciento del intestino grueso
desde hace dos años. Me alimento con nutrición parenteral.
Los médicos del Instituto Nacional de la Nutrición
y del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, entre otros, aseguran
que la única opción de vida prolongada y digna que tengo
es por medio de un trasplante que me realizarían en el Hospital
Monte Sinaí de la ciudad de Nueva York, porque en nuestro país
no se hace ese tipo de cirugía.
Mi caso es excepcional y atrae a la comunidad médica
en el terreno de la investigación científica, pues bien podría
representar un gran avance en esta área del conocimiento. Sin embargo,
tendría un costo de 350 mil dólares. Por esta razón
acudo a la sociedad entera para solicitarle ayuda.
Estoy consciente de que enfrentamos una severa crisis
económica y muchos podrían decidir canalizar su dinero a
otras prioridades. Sin embargo, invoco a sus corazones para que me ayuden,
pues en mi caso significa la única esperanza de tener una vida prolongada
y digna.
Los donativos serían deducibles de impuestos. Gracias
por su tiempo y comprensión.
Mónica Caballero César, teléfono:
5344-0730, e-mail: [email protected].