JAZZ
Antonio Malacara
Cráneo de Jade
EL JUEVES FUE un gran día. Cráneo de Jade presentó su tercer disco, Pleione; una obra de arte que por múltiples razones e infamias tardó más de un año en aparecer. Aunque... bueno, permítanme antes el cuelgue de la emoción para afirmar que esto de Cráneo de Jade y obra de arte es un pleonasmo. Cuando el contubernio entre técnica, inteligencia y sensibilidad se vuelve parte del andar cotidiano, sólo se necesita la comunión entre los músicos (nada más) para lanzarse al "vacío" y descubrir ya la materia del pensamiento, ya las siluetas en trazo libre del infinito.
PERO ATERRIZANDO DE nueva cuenta en el teclado, diremos que el disco fue presentado a las 19:30 horas en el Museo del Chopo (Enrique González Martínez # 10, Santa María la Ribera), aunque durante el concierto de presentación no escuchamos nada del contenido del disco, dado que los ocho tracks contenidos en él son improvisaciones libres, ocho jornadas por la fugacidad y la cultura del riesgo, bautizada con nombres de estrellas. Pero algo muy cercano a la sustancia fue lo que fluyo anoche en el escenario.
EN LOS DOS discos previos, Cráneo de Jade (1997) y Papirolas (1999), Remi Alvarez compuso todos los temas, para de ahí partir en el viaje de la improvisación. Hoy, el free jazz se manifiesta espléndidamente con el contrabajo converso de Aarón Cruz, las percusiones de Hernán Hecht y los alientos (saxos, flautas y ocarinas) de Remi. Cráneo de Jade es un trío de estados alterados, que se busca y se encuentra y se vuelve a perder en cada concierto.
EL DISCO SE ilustra con tres obras de Jazzamoart y con un texto de Evodio Escalante, de cuya excelencia fusilamos lo siguiente: "...cada disco del grupo representa una exploración nunca conforme consigo misma, siempre a la búsqueda del instante que nunca se detiene, obstinadamente sumergido en el flujo incesante de la vida, que es también el del jazz, no a la manera de quien intentara atrapar los peces de colores, sino más bien de confundirse con ellos".
ME DECIAN LOS enterados que si observas el universo desde el sitio donde te encuentras, éste se aleja de ti por todos lados; y que si cambias de lugar, si te vas a otro planeta, a otra chinampa o a otra estrella, vas a ver exactamente lo mismo, que al frente, atrás, arriba, abajo, a diestra y siniestra, el universo se aleja inexorable. El nuevo ejercicio de abstracción nos divertía mucho, pero no fue sino hasta años después, en medio de un concierto de Cráneo de Jade, que pudimos vivirlo: los ritmos y las armonías se hacían materia y fluían y se apartaban de ti, dejándote en medio una improvisación colectiva que te botaba de un lugar a otro para darte cuenta que la materia del sonido no era otra cosa que un gran pensamiento que salía de ti para extenderse a todos lados sin abandonarte nunca.
Y DICIENDO SALUD por la doble negación de arriba, caigamos ahora en las delicias del lugar común: Pleione es más que un disco, es un estado de ánimo.
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