ENTREVISTA

Raúl Picard del Prado, presidente de compras de la Canacintra

El gobierno federal, culpable de la baja productividad

La globalización ha abaratado productos a países y consumidores, pero acabando irremediablemente con la industria nacional, que es la que genera empleos; 60 por ciento de las adquisiciones gubernamentales es acaparado por compañías extranjeras que no pagan impuestos

HUMBERTO ORTIZ MORENO

Hasta hoy, el gobierno federal es el culpable de la baja competitividad; sigue polarizando las contradicciones entre ricos y pobres y no tiene ningún compromiso con las pequeñas y medianas empresas ni con el mercado interno, advirtió ayer la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).

Raúl Picard del Prado, presidente del Comité de Compras Gubernamentales de la Canacintra, estableció que la globalización ha abaratado productos a países y consumidores, pero acabando irremediablemente con la industria nacional, que es la que genera empleos.

Esto queda comprobado con el hecho de que 60 por ciento de las adquisiciones gubernamentales es acaparado por grandes compañías extranjeras que no pagan impuestos ni producen nada en México, y esto representa cerca de 25 mil millones de dólares anuales, que serían suficientes para detonar el aparato productivo nacional.

Picard del Prado encabeza el organismo que concentra 36 mil empresas, la mayoría pequeñas y medianas (pymes), en entrevista con La Jornada, precisó que las tres más grandes entidades públicas, Petróleos Mexicanos (Pemex), Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) concentran 50 por ciento de sus consumos de bienes e insumos al exterior. Esta última institución, incluso, privilegia la adquisición de medicinas de patente a laboratorios foráneos, deploró el exdirigente de los industriales de la transformación.

El gobierno federal realiza compras anuales por más de 40 mil millones de dólares. Compañías coreanas y alemanas, entre las más beneficiadas, construyen plantas y proveen transformadores a la CFE. Además, Pemex licita sus plantas en proyectos llave en mano a diversos países.

Picard ponderó someramente el anteproyecto de reformas a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, sometido a consideración de los grupos sociales involucrados en la actividad fabril y que será presentada próximamente al Congreso de la Unión, y que manifiesta claramente que en el equipo de trabajo del gobierno federal no existe ninguna definición de la importancia de las compras gubernamentales como detonadoras del crecimiento económico.

Compras baratas a costa de peñas empresas

"Lo tienen que ver así, pues de lo contrario seguirán polarizando las contradicciones; pareciera que lo más importante es comprar barato, a costa de sacrificar las pymes", cuestionó respecto del capítulo relativo a la subasta en reversa, contenido en la propuesta de cambios a dicho ordenamiento.

Hizo un llamado a la población para oponerse a estas pretensiones y abundó en su crítica a esta propuesta oficial, con una voz de alerta: "ƑDe qué sirve tener a unos cuates sentados viendo quién ofrece a menos precio, si sabemos que las grandes empresas extranjeras tienen todas las posibilidades de comprar mercados enteros y no les importa empezar perdiendo y acabar así con las pequeñas y medianas empresas que no pueden entrar a ese tipo de regateo...?"

A juicio de Picard del Prado, esta iniciativa demuestra una vez más que el Ejecutivo no entiende la importancia de las compras gubernamentales como detonadoras del crecimiento económico. Recordó que las naciones desarrolladas lo supieron a tiempo y ahora gozan de mercados internos fuertes.

Mencionó el ejemplo de Estados Unidos, donde las autoridades utilizan el sistema de puntos y obtiene los contratos aquella empresa que jala el mayor número de pequeñas y medianas compañías que compran sus productos y permiten cerrar la cadena productiva. "Al final los países más ricos y sus habitantes compran más barato que los subdesarrollados porque tienen capacidad de compra", recalcó.

El alto ejecutivo de Canacintra insistió en el imperativo de definir de inmediato cuál es el objetivo de las adquisiciones gubernamentales, otorgando preferencia a los mexicanos y un compromiso claro a favor de las pequeñas y medianas empresas.

Y si bien la nueva ley establece que en igualdad de circunstancias habrá de favorecerse al proveedor nacional, autorizándole un sobreprecio de 10 por ciento, "esto no es suficiente porque nos falta competitividad frente a Estados Unidos", reflexionó Picard.

En consecuencia, afirmó que hoy más que nunca depende del sector público que México cuente con un mercado interno fortalecido, porque si decide comprar más barato "las pequeñas y medianas empresas no tienen nada que hacer. El gobierno tiene que equiparse con la industria nacional, que es la que paga impuestos, genera empleo, reactiva la economía y le da proyección de largo plazo a la estabilidad nacional..."

Por lo pronto, concluyó Picard, "hay que reconocer que nuestra competitividad no sirve para nada y que el gobierno es el causante de mantenernos en los últimos lugares en la materia (47 a nivel mundial)..."

Impuestos sólo para nacionales, no para extranjeros

El fisco, reprobó, obliga al sector privado nacional a pagar impuestos de sus utilidades, pero no a los extranjeros que vienen por todo. Tiene que dar porcentajes de sus adquisiciones en función de la competitividad, pero al mismo tiempo reconocer que en esto andamos muy mal y que las autoridades son las causantes de mantener al país rezagado en productividad y competitividad.

Insistió Picard en que dentro de la iniciativa de reformas a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios al Sector Público, simplemente no existe ningún compromiso a favor de las pequeñas y medianas empresas. Por eso urge "que se quite de la mentalidad oficial que forzosamente debe comprar más barato", pues habrá que recordar, previno, que "siempre habrá adentro y afuera del país quien se quede con todo en el mercado".

A los extranjeros, abundó, no les importa perder. Las pymes desaparecerían y ya estuvo, a nadie le importaría. El gobierno cumpliría su objetivo de comprar barato, pero a costa de sacrificar a la planta productiva de menor tamaño.

El dirigente industrial insistió en llamar a la sociedad para manifestarse en contra de todo proyecto que lesione los intereses de los sectores más débiles de la economía, que constituyen la mayoría. Es por medio de ellos que se genera 60 por ciento del empleo y aproximadamente 48 por ciento del producto interno bruto.

"Si realmente ponemos énfasis en que en las compras gubernamentales están los puntos detonadores del crecimiento económico, seguramente resolveremos por mucho los problemas de México", concluyó Picard.