Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 31 de julio de 2002
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Política

Arnoldo Kraus

Carta a Fox y a Montiel

Parece que el error fundamental de José Enrique Espinoza Juárez, el ejidatario asesinado hace una semana, fue padecer diabetes mellitus. De no ser así, la golpiza no lo hubiese matado. Además, el procurador de Justicia mexiquense, Alfonso Navarrete Prida, aseguró que Espinoza Juárez no era ejidatario de San Salvador Atenco y deslindó al gobierno estatal de toda responsabilidad por su muerte, pues "su fallecimiento se debió a la mala atención" del cuadro de diabetes que sufría. El procurador agregó que "sus familiares nunca dieron aviso a los médicos del padecimiento de diabetes mellitus descompensada, ni de una enfermedad respiratoria mal cuidada". Por tanto, de acuerdo con nuestro sistema de justicia, además de ser inadecuado tener diabetes, la muerte de Espinoza no enturbia la moral mexiquense por tres razones más: no era ejidatario de Atenco, los familiares son corresponsables, pues no advirtieron a los médicos de las enfermedades previas, y, finalmente, los galenos del Hospital de Traumatología del IMSS de Lomas Verdes serán investigados "para determinar si existió negligencia médica en el tratamiento". Los "razonamientos" de Navarrete Prida son el mejor homenaje a Breton y a Ionesco: entre el surrealismo y el absurdo quedan los juicios del procurador y el imaginario de Arturo Montiel.

Durante su campaña, el gobernador del estado de México, Montiel Rojas, preocupado por la justicia, pretendió atraer votos mediante la frase, "los derechos humanos son para los humanos, no para las ratas". Dura labor le espera al gobernador, pues si se ciñe a su dictum, deberá esclarecer quién mató a Espinoza Juárez y así aplicar todo el peso de la ley.

Si Montiel decide también resucitar a Breton y a Ionesco entonces la policía del estado de México quedará libre de culpa y los responsables podrían ser uno de los siguientes: el occiso por permitir que le destrozaran el cráneo a sabiendas de que era diabético, los médicos por no haberlo curado y el resto de los atequenses por no aceptar la decisión presidencial. Imposible dejar de preguntar a Montiel y a Navarrete, Ƒpor qué permaneció Espinoza detenido dos días en el Centro de Justicia de Ecatepec y en el penal de Villa Flores y no se le trasladó al hospital con celeridad?

La Comisión Nacional de Derechos Humanos debe exigir respuestas del gobernador y del procurador y actuar en consecuencia. Y Montiel debe explicar qué entiende por ratas, cómo define justicia, qué sabe de medicina -es decir, si avala los diagnósticos de su procurador que parecen culpar al occiso de su propia muerte- y qué opina de los párrafos siguientes.

El asesinato del campesino es el culmen de una serie de errores y muestra los descuidos y menosprecio que tiene el gobierno hacia muchos temas del México contemporáneo. La muerte violenta de una persona que protesta, de una persona que no estaba de acuerdo con vender sus tierras, es mal síntoma para un gobierno que no deja de repetir que sus baluartes son el cambio y la democracia. Es difícil avalar el orgullo foxista o panista cuando las protestas son silenciadas con asesinatos. Es imposible entender la lógica presidencial -Fox habla con los jugadores de futbol, pero no acude o no envía a sus "mejores representantes" a Atenco- cuando su política no comprende ni repara en la importancia que tiene la tierra para quienes lo único que tienen es Tierra. Es impensable aceptar para quienes han vivido a expensas de la tierra y en donde han enterrado a sus ancestros y erigido su iglesia, que la entreguen por decreto presidencial.

La tierra no es lo mismo para todos. En cualquier lugar la expropiación es un fenómeno que conlleva inmensos problemas. Expropiar y pretender construir pistas sobre un cementerio y una iglesia es un asunto muy complicado. La tierra, para quienes nacen y mueren en el mismo sitio -como suele ser con los pobres- es el único apéndice que los mantiene vivos. ƑHasta dónde puede llegar el descuido de nuestro gobierno? Cito unas líneas escritas en 1854 por "el salvaje" piel roja jefe Seattlo, dirigidas a Franklin Pierce, presidente de Estados Unidos, quien ofreció comprar una amplísima extensión de tierras a los indios pieles rojas.

"ƑCómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, Ƒcómo podrán ustedes comprarlos? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pueblos" -el texto abarca dos páginas y lo pongo a disposición de la dupla Fox-Montiel.

Y bien, presidente Fox, gobernador Montiel: Ƒquién mató a Espinoza Juárez?

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