Mantuvo "estrecha amistad" con Mario Villanueva Madrid, asegura
Expulsa el PC cubano "deshonrosamente" al ex canciller Roberto Robaina; lo acusa de corrupción
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 30 de julio. En el segundo caso grave de corrupción en la cúpula dirigente cubana desde 1989, el ex canciller Roberto Robaina fue expulsado "deshonrosamente" del Partido Comunista de Cuba (PCC) acusado de haber incurrido en prácticas deshonestas durante su encargo en el Ministerio de Re-laciones Exteriores (1993-1999), de acuerdo con una versión oficial ofrecida a miembros de esa organización.
Robaina, de 46 años, fue acusado entre otros hechos de haber mantenido "estrecha amistad" con el ex gobernador de Quintana Roo Mario Villanueva Madrid, ahora encausado por sus presuntos vínculos con el cártel de Juárez del narcotráfico.
El informe aparece en un video de unas dos horas de duración, que ha sido exhibido en los últimos días a dirigentes altos y medios del PCC, quienes fueron expresamente autorizados a reseñarlo. La Jornada tuvo acceso a una de esas versiones, por ahora la única fuente oficial del caso.
Las sanciones a Robaina incluyen su destitución como miembro del Buró Político del Comité Central, el máximo órgano ejecutivo del PCC, la recomendación al Parlamento de que lo inhabilite como diputado y la prohibición de que trabaje en el país en cargos de dirección.
No está claro si las autoridades levantarán cargos judiciales contra el ex canciller, quien aparentemente está libre y en el país.
Uno de los hombres más cercanos al presidente Fidel Castro en la crítica década de los 90, Robaina realizó varios viajes por el Caribe en el jet privado de Villanueva y re-cibió del ex gobernador 25 mil dólares para restaurar el edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores, de acuerdo con la fuente, que relató los trazos gruesos de la cinta.
Villanueva, perseguido judicialmente al concluir su mandato, pidió en algún mo-mento a Robaina que le gestionara el asilo político en Cuba. El ahora sancionado ex canciller se negó a interceder, pero no informó del caso al gobierno cubano, de acuerdo con la versión.
Entre junio y julio de 1989 Cuba siguió de cerca los juicios militares a 14 oficiales de las fuerzas armadas y del Ministerio del Interior, hallados culpables, en distintos grados, de corrupción y narcotráfico.
Cuatro de ellos, incluso el general de di-visión Arnaldo Ochoa, ex jefe de la misión militar cubana en Angola, fueron fusilados.
En una causa distinta, pero simultánea, el ministro de Transporte y vicepresidente del gobierno, Diocles Torralba, fue condenado por corrupción y otros cargos.
La situación de Robaina parece estar lejos de esos extremos, pero representa la primera vez que un ex alto dirigente cubano es inculpado de ejercicio deshonesto del cargo desde el conocido como caso Ochoa.
Robaina tuvo una carrera política meteórica, que lo llevó a encabezar la Federación de Estudiantes Universitarios y la Unión de Jóvenes Comunistas, antes de convertirse, el 20 de mayo de 1993, en el más joven ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.
Fue destituido el 29 de mayo de 1999, con una abrupta descalificación política, en el comienzo de su caída en desgracia.
De acuerdo con la reseña, el video recoge escenas de sendas conversaciones entre Ro-baina y Fidel y Raúl Castro, así como tramos de una discusión del Buró Político so-bre el caso. Raúl explica a la cámara, según la misma fuente, que no hubo una investigación especial, sino que el caso se armó a partir de informaciones sueltas y sucesivas.
El informe videograbado atribuye a Ro-baina haber rebasado sus funciones en la cancillería en el trato con empresarios ex-tranjeros, hasta el punto de gestionar entrevistas de alto nivel para ejecutivos interesados en negociar con la isla.
También se le imputa haber conversado asuntos de Estado con empresarios extranjeros y haber recibido de parte de uno de ellos una dotación de muebles para su do-micilio particular.
El video relata que el PCC pidió a Robaina su renuncia a la organización y el ex canciller la presentó. Sin embargo, Raúl Castro la consideró improcedente y la rechazó.
El Comité Central, reunido en plenaria, decidió la suerte del ex canciller.