CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

San Salvador Atenco: historia sin fin

LA DECLARACION DEL gobierno federal que dejaría sin efecto el decreto expropiatorio por el cual se pretendía despojar de sus tierras a los campesinos de Atenco causó tanto revuelo y dolor entre la gente del dinero y el "poder" que hace pensar, necesariamente, en otra mala jugada por parte de esas fuerzas.

ƑQUE ES LO que realmente se defiende, si los dineros bien podrían cambiar de lugar para invertirlos sin mayor problema?

ES MAS, AL ser de mayor dimensión y grado de dificultad, la construcción de la central aérea en Tizayuca, Hidalgo -donde parece más viable-, la necesidad de mayores flujos de capital daría como resultado más negocio, así que esa no podría ser la razón de tal enojo.

SI EL CUMPLIMIENTO de la legalidad, como se ha tratado de vender en los espacios desde donde se manifiestan los intereses de los poderosos, fuera la razón, se tendría que condenar a Fox por muchos de los errores cometidos y muchos de esos hombres poderosos tendrían que ir a la cárcel, así que esto tampoco puede ser cierto.

OTRO DE los escenarios posibles tendría que ver con las relaciones entre el gobierno y el poder económico. Podría ser, por qué no, que la iniciativa privada voraz se sintiera desprotegida del poder político que creía en sus manos y que percibe que se le va.

POR ELLO LAS campañas y las presiones. Es decir, se sienten traicionados porque esta vez no se hizo su santa voluntad, pero tampoco esto es cierto porque, pese a Atenco, el foxismo no cambiará de rumbo: es un ente neoliberal y así seguirá, pero hasta ahora no se puede decir que sea un régimen asesino.

Y TAL VEZ sea por eso, porque los intereses del poder de "los negocios" demandan que el gobierno sea su instrumento para ejecutar cada uno de sus planes por encima de quien sea, y los de Atenco no sólo los derrotaron, también los humillaron.

ESO ES LO imperdonable, que un puñado de campesinos los hubiera sometido a la justicia cuando ellos, los campeones de la impunidad, la habían manejado a su antojo.

AHORA NO QUIEREN volver a sentir la misma pena; ahora quieren amañar la ley, sujetar al poder político para que sea éste el que cargue, a final de cuentas, con el costo de la represión y el orden dictatorial que necesitan para realizar sus negocios.

PERO RECORDEMOS que hasta el momento el decreto expropiatorio sigue vigente y las presiones en contra de la decisión tomada por el gobierno federal para descartar la construcción del aeropuerto en Texcoco arrecian día con día.

POR ESO ES necesario aclarar que esta historia no ha terminado. Aún hay páginas que leer y se esperan muchas sorpresas, sobre todo si es verdad que entre algunos atenquenses existe la idea de declarar autónomo su municipio y la insistencia de los grupos de poder económico que pretenden desaparecerlos.

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