MEXICO, S.A.
Carlos Fernández-Vega
Equilibrismo sin cambio
En el PIB, ni frío ni calor: cero por ciento
Ni hacia arriba ni hacia abajo, dice la SHCP
CON ENVIDIABLE OPTIMISMO, el gobierno del cambio decidió, en plena amenaza de tormenta, que en 2002 no tiene la menor intención de suspender el juego que más practicaron, a lo largo del primer año de gestión, el presidente Fox y su gabinete, ejercicio que cautivó a los mexicanos y generó confianza a rabiar entre los inversionistas: el equilibrismo económico, sin red de protección, aderezado con variadas proyecciones en materia de crecimiento.
A PESAR DE que todo el mundo ya trae puesto el impermeable -de hecho, algunos no se lo quitan de tiempo atrás-, el gobierno del cambio confía en que 2002 reportará un crecimiento positivo del producto interno bruto cercano a 2 por ciento. En el primer trimestre de este año, dicho indicador cayó 2 por ciento y las autoridades financieras han estimado que en el segundo se registrará un avance de dos puntos porcentuales, de tal suerte que el balance, hasta ahora, es ni frío ni calor: cero por ciento. Así, para que la proyección del presidente Fox y sus muchachos se materialice, el PIB mexicano tendría que crecer 8 puntos porcentuales de julio a diciembre, algo por demás dudoso.
DURANTE 2001, EL resultado obtenido por los practicantes de tan popular juego fue más que desastroso, toda vez que de 4.5 por ciento de crecimiento originalmente comprometido por el gobierno del cambio -sin mencionar el 7 por ciento presumido durante la campaña electoral- la partida concluyó con un espantoso cero por ciento. La misma circunstancia se observa cuando el gobierno del cambio presume que a lo largo de 2002 se han generado 260 mil nuevos empleos, sin ponderar que esa cifra tan sólo representa 44.7 por ciento de los 581 mil puestos de trabajo que, oficialmente, desaparecieron durante el año pasado, y dejando a un lado que anualmente alrededor de un millón 200 mil mexicanos pretenden incorporarse al mercado laboral sin resultados, desde luego.
AHORA QUE LA amenaza de tormenta proviene de dos frentes -el del Sur y el del Norte-, tanto la Secretaría de Hacienda como el Banco de México han ratificado sus respectivos cálculos -con el impermeable en el armario-, en el sentido de que en 2002 la economía nacional crecerá 1.7 y 1.8 por ciento, en cada caso. Por lo que se observa, el gobierno del cambio no encontró utilidad práctica alguna en la señal de alarma lanzada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, institución que recortó a 0.8 por ciento su proyección sobre el comportamiento del producto interno bruto mexicano. Aún así, la SHCP anunció ayer que la estimación "no se revisará ni hacia arriba, ni hacia abajo", sino todo lo contrario.
QUE BUENO, PUES, que el gobierno del cambio no pierda la sonrisa, porque en otras partes del mundo los calambres están a la orden del día, como en Washington, ciudad en la que el Fondo Monetario Internacional también encendió los focos rojos, al reconocer que el constante descenso de los principales indicadores bursátiles, la enorme ola de escándalos contables y financieros de los grandes corporativos y un panorama incierto para las ganancias de las empresas "han aumentado las posibilidades de que la recuperación económica de Estados Unidos sea más débil de lo esperado".
TODAS LAS VELADORAS encendidas por el gobierno del cambio apuestan a la rápida recuperación económica del poderoso y solidario vecino del norte, pero todo indica que el fuerte viento proveniente de aquellas latitudes ya ha extinguido la llama en buena parte de ellas. Ayer, de hecho, el sacrosanto organismo financiero internacional difundió su revisión anual sobre las perspectivas estadunidenses, "ofreciendo una valoración en gran medida sombría", como lo señala un despacho de Reuters: el FMI hizo notar una disminución de la confianza de los consumidores y las empresas, un empeoramiento del panorama presupuestario, pronósticos económicos "exageradamente optimistas" del gobierno del presidente George W. Bush y decisiones comerciales que fueron contraproductivas.
AL PREPARAR EL informe, el FMI dijo que había pronosticado que la economía de Estados Unidos crecería 2.5 por ciento en este año y 3.25 por ciento en 2003, después de un tibio avance de 1.2 por ciento en 2001, cuando se reconoció una recesión moderada. Sin embargo, de acuerdo con el organismo, "datos recientemente divulgados y otros acontecimientos, como la fuerte caída en los precios de las acciones en las últimas semanas, han exacerbado los riesgos de debilidad para el panorama tanto del consumo personal como de la inversión empresarial... Por lo tanto, la probabilidad es que se hagan rectificaciones a la baja en las proyecciones de crecimiento".
PERO EL PRESIDENTE Bush, al igual que su amigou Fox, no deja de mostrar su sonrisa -en los actos para recaudar fondos de campaña- por el comportamiento de la economía de su país, toda vez que (Ƒdónde, dónde se escucha un discurso similar?) las tasas de interés son bajas y la política monetaria sólida, a pesar de las crecientes especulaciones sobre una "recesión (en W) de dos caídas... Soy optimista sobre nuestra economía, y debo serlo... Los fundamentos son fuertes". El discurso del inquilino de la Casa Blanca no podría ser distinto, sobre todo en tiempos electorales, aunque todo indica que la razón no está de su lado.
RETORICA APARTE, LOS más recientes informes sobre la economía estadunidense, de manera especial el correspondiente al sensiblemente menor ritmo de crecimiento del PIB en el segundo trimestre del año (1.1 contra 5 por ciento en los primeros tres meses), reforzaron la tendencia descendente reportada por Wall Street.
SI DE CAER se trata, ayer fueron a la baja el real brasileño -con todo y visita del secretario del Tesoro de Estados unidos- y el peso colombiano que se cotizó a su mínimo histórico, como resultado del incremento sostenido en la demanda de dólares por parte -šqué raro!- de los grandes corporativos y el sector bancario, ante la incertidumbre -dicen- que genera la toma de posesión (mañana) del presidente electo, Alvaro Uribe.
Las rebanadas del pastel:
LAS FINANZAS NO son las únicas que reportan caídas. También Martita: un caballo sin corazón depositóla en el sólido suelo -hace dos meses- del rancho San Cristóbal y ayer fue operada de la rodilla derecha... No hay de qué preocuparse: la intervención fue exitosa.
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