El penúltimo lugar en evaluación de la OCDE "no es para alarmarnos", dice Gómez-Morín

Imposible, que en cuatro años la población del país se convierta en lectora: Bermúdez

Expertos decidirán hoy los 25 títulos que conformarán 750 mil bibliotecas de aula de nivel básico

KARINA AVILES

La presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Sara Bermúdez, manifestó que "es imposible que en tres o cuatro años la población del país se convierta en lectora", pues opinó que eso es un reto a mediano plazo.

En tanto, el subsecretario de Educación Básica y Normal de la SEP, Lorenzo Gómez-Morín, señaló que el hecho de que México ocupe el penúltimo lugar en competencias de dominio de lectura -en la evaluación que se hizo entre 40 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)- y que 16 por ciento de sus jóvenes de 15 años no tengan el nivel más elemental para la comprensión lectora, "no es para alarmarnos".

En la reunión con 86 expertos que decidirán a más tardar hoy los 25 títulos que integrarán las 750 mil bibliotecas de aula de los planteles de educación básica, Gómez-Morín se refirió a la evaluación que se realizó en 2000 entre 40 países de la OCDE.

En materia de competencias lectoras, México ocupa el penúltimo lugar "entre las naciones más avanzadas del mundo", las más desarrolladas, enfatizó. Pero si se le compara con países con un desarrollo similar al nuestro, como Brasil, estamos arriba, lo cual, añadió, "no es motivo de complacencia".

Durante su exposición recordó que los datos de la OCDE arrojaron que 16 por ciento de los jóvenes de 15 años del país no alcanzaron el nivel uno -es decir, se ubicaron en el nivel menos 1, el más bajo de un rango cuyo máximo era alcanzar 5-, y sólo uno por ciento de los adolescentes mexicanos logró el nivel 5 de competencias lectoras, a diferencia de otros países, que lograron 15 por ciento.

Decisiones "con pasión"

Entonces, añadió, "tenemos niños que no cuentan con los elementos más fundamentales. Esto no es para alarmarnos, pero sí es para tomar decisiones con pasión".

En dicha evaluación de la OCDE, en la que se analizaron las competencias de lectura de los jóvenes de 15 años, el país logró los siguientes resultados: 16 por ciento de los adolescentes mexicanos se ubicaron en el nivel menos 1, otro 28 por ciento apenas alcanzó el uno, mientras que sólo uno por ciento alcanzó el nivel 5, que es el de un experto.

Por lo anterior, el funcionario apuntó que la lectura es la prioridad número uno en el currículum mexicano, y reconoció que "no hemos tenido la capacidad, hasta ahorita, de hacer un esfuerzo institucional mayor para lograr que nuestros niños se conviertan en lectores autónomos y desarrollen con mayor fortaleza sus aptitudes en ese sentido".

Indicó que mientras no se resuelva el problema, el país seguirá rezagado, pero confió en que "en cinco años veremos una diferencia fundamental".

Como parte de las acciones de los programas Hacia un país de lectores y nacional de Lectura, confió en que puedan aumentar en 25 o 30 títulos por año los libros que se destinarán a las bibliotecas de aula. Añadió que se crearán además 100 mil bibliotecas escolares.

Por otra parte, comentó que se extenderá a la primaria la introducción de las tecnologías de información y comunicación como parte del proceso de crecimiento de la red escolar. Agregó que el idioma inglés y la materia de computación son actividades extracurriculares, y la meta es lograr que al término del sexenio 85 mil primarias tengan un salón de medios. "Inglés no lo tenemos ahorita como prioridad; la primera prioridad es la lectura".

En otro tema, señaló que corresponde a las autoridades educativas estatales decidir si flexibilizan o no el ingreso a la educación primaria de los niños con seis años cumplidos.

En su turno, la presidenta del CNCA, Sara Bermúdez, señaló que para combatir los índices "extraordinariamente bajos" de lectura de los sectores mexicanos se requiere de una verdadera política en la materia, con carácter integral, que pueda generalizarse a la población.

En ese sentido subrayó la importancia de la formación de lectores, la existencia de materiales, la infraestructura de medios y de "los mediadores de la lectura".