Dos siamesas rumbo a un milagro
Emprendió un equipo de la UCLA la separación de las bebés, unidas por el cráneo
AFP
Los Angeles, 5 de agosto. Tras dos meses de preparativos, cirujanos del Centro Médico de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) emprendieron este lunes una larga y delicada operación destinada a separar a dos siamesas guatemaltecas unidas por la cabeza.
Antes de entrar en el quirófano, el neurocirujano argentino Jorge Lazareff, uno de los dos médicos que dirigen la intervención, se declaró esperanzado pese a la dificultad de la operación.
''Basándonos en los resultados de nuestro diagnóstico y de numerosas reuniones nos sentimos convencidos de que el equipo está preparado para proceder con la separación", afirmó.
"Sin embargo, la cirugía en sí misma es sólo la primera fase para ayudar a las siamesas. Sentimos que el proceso no habrá terminado hasta que las dos gemelas salgan del hospital con la misma sonrisa feliz que tienen ahora'', agregó el médico sudamericano.
La operación, en la que interviene un equipo médico de más de 50 personas, comenzó hacia las 8 horas (15:00 GMT) y podría durar unas diez.
Nacidas el 25 de julio de 2001 en una zona rural del sur de Guatemala, las pequeñas María Teresa y María Jesús Quiej Alvarez llegaron a Los Angeles el 7 de junio acompañadas por su madre, Alba Leticia Alvarez -de 22 años- para someterse a una operación que no podía ser realizada en su país.
Para que el milagro fuese posible, el equipo médico de la UCLA accedió a donar su tiempo y su trabajo, mientras la organización Healing The Children continúa recogiendo donaciones para pagar 1.5 millones de dólares en gastos médicos adicionales.
El caso de Chusita y Teresa, unidas por el cráneo y con las caritas mirando hacia lados opuestos, es extremadamente raro, afirman los médicos.
Según las estadísticas, sólo ocurre un caso de hermanos siameses cada 200 mil nacimientos, y sólo 2 por ciento están unidos por la cabeza.
Muchos de los siameses no pueden ser separados y los médicos tienen que optar por dejar morir a uno.
Sin embargo éste no es el caso de las pequeñas guatemaltecas. Un examen de resonancia magnética practicado el pasado junio mostró que las hermanas Quiej Alvarez poseen cerebros separados bajo un cráneo común.
"Estas son excelentes noticias, porque los cirujanos probablemente no necesitarán cortar ninguna parte del tejido cerebral de las pequeñas para separarlas, lo que evitaría que la operación afecte sus funciones cerebrales", afirmó Pablo Villablanca, director de radiología de la UCLA.
Sin embargo, otros análisis dejaron entrever posibles dificultades en la delicada intervención vascular.
Chusita y Teresita poseen arterias normales que alimentan el cerebro, pero una porción de las venas de una gemela regresa al cerebro de la otra.
"Si no podemos conservar y redirigir dichas venas de forma normal ambas gemelas podrían sufrir una apoplejía", señaló Gary Duckwiler, profesor de radiología de la UCLA.
La pequeñas, conocidas como las dos Marías, ya fueron sometidas el pasado 24 de junio a una intervención, que tenía como objetivo estirar el cuero cabelludo para disponer de suficiente piel con que cubrir el cráneo de las dos niñas, una vez que se realice la separación.
Esa cirugía transcurrió positivamente, según los médicos, pero un pequeño desgarre en el tejido capilar provocó un retraso en la operación de separación de las siamesas, inicialmente prevista para el pasado 15 de julio.
Los doctores de la UCLA han ensayado durante semanas la intervención de separación utilizando modelos tridimensionales de tamaño real, que reproducen el riego sanguíneo y los defectos estructurales de las pequeñas Teresa y María Jesús.