O'Neill dijo en Montevideo que confía en que esta nación supere la crisis financiera

Convocan a huelga general en Uruguay

Rechazan sindicatos la política económica del gobierno y la ley que congeló depósitos

Los bancos operaron en calma luego de la suspensión de actividades de la semana pasada

REUTERS

Montevideo, 6 de agosto. Los sindicatos de Uruguay convocaron el martes a una huelga general contra la política económica del gobierno, mientras el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, dijo en Montevideo que confía en que el pequeño país sudamericano podrá superar su crisis financiera.

O'Neill visitó el martes Uruguay durante cuatro horas, dos días después de que el gobierno del presidente George W. Bush acudiera en auxilio del país con un préstamo de mil 500 millones de dólares para apuntalar su asediado sistema financiero.

"Tengo confianza en que este programa (crediticio), combinado con los compromisos políticos del gobierno, hará que Uruguay supere las dificultades actuales y mejore las posibilidades de crecimiento económico", dijo O'Neill a periodistas.

La huelga general, convocada por la central sindical única PIT-CNT para el miércoles, es en rechazo a una ley que congeló hasta por tres años los depósitos en dólares en la banca estatal y para pedir soluciones a la crisis económica.

Los trabajadores soportan un desempleo de 15.6 por ciento de la fuerza laboral que ha elevado la pobreza en Uruguay, país de 3.4 millones de habitantes y alguna vez llamado la Suiza de América por su estabilidad política y elevado nivel de vida.

Uruguay, que padece una recesión desde 1999, vio su situación económica y financiera agravada este año por las turbulencias de sus vecinos y principales socios comerciales, Argentina y Brasil, y por su incapacidad de recortar su abultado gasto público, según han dicho analistas.

Los bancos, que estuvieron cerrados por cuatro días hábiles la semana pasada por un feriado bancario decretado por el gobierno para preparar un plan destinado a frenar una fuga de capitales, operaban el martes en calma tras su reapertura el lunes.

Sin embargo, desde horas tempranas se observaban filas, aunque no muy extensas, en las sucursales del Banco República, la mayor institución financiera del país y la más afectada por el plan que congeló depósitos a plazo fijo en la banca estatal, y suspendió las operaciones en tres entidades privadas.

La banca reabrió con relativa calma el lunes tras la adopción de las medidas para evitar una fuga masiva de depósitos, respaldadas por el préstamo de Estados Unidos, que adelantó fondos mientras Uruguay aguarda una ayuda prometida por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

O'Neill se mostró satisfecho por la reapertura normal de los bancos.

"Me complació ver que los bancos abrieron ayer y que se pagaron los depósitos a la vista y los depósitos en (cajas) de ahorro. Un sistema de pagos que funcione es clave para poder continuar con la actividad económica aquí en Uruguay", dijo tras reunirse con el presidente Jorge Batlle.

Para los sindicatos, el congelamiento de depósitos "prácticamente condena a la extinción a la banca estatal", dijo a Reuters el dirigente de la PIT-CNT, Luis Puig, al justificar el paro del miércoles.

Según los sindicatos y la izquierda opositora, la medida hará que los ahorradores trasladen sus depósitos a la banca privada y ésta salga ganando si la crisis se supera.

Además opinan que Uruguay perdió soberanía al aceptar los fondos para salvar a la banca y que tanto el FMI como Estados Unidos intentan presionar al país para que privatice áreas que se mantienen en manos del Estado, como comunicaciones, refinación de petróleo y agua potable, entre otros.

"Además exigimos soluciones para el hambre y el desempleo de la sociedad, que no tienen precedentes", agregó.

La huelga afectará por 14 horas al transporte, empresas públicas, la enseñanza y otros sectores, mientras en la banca regirá por todo el día para que los trabajadores evalúen nuevas medidas de lucha, dijo la central de trabajadores.

La poderosa Asociación de Empleados Bancarios teme que unos 2 mil 500 trabajadores queden desocupados si el gobierno no reabre los bancos suspendidos, que en su mayoría tienen capitales estatales y socios privados a los que el gobierno ha exigido capitalización como condición para su reapertura.

Somos fantásticos

Batlle, cuyo nivel de popularidad está en su mínimo de 19 por ciento, elogió la fortaleza del sistema financiero que, según explicó, resistió una constante caída de fondos desde enero y resumió la situación diciendo: "somos fantásticos".

El sistema bancario uruguayo, que se nutrió durante décadas de capitales argentinos atraídos por su seguridad y férreo secreto bancario, ocupa a 17 mil personas, número importante para este país con 1.25 millones de personas en actividad.

El presidente del Banco Central, Julio de Brun, dijo el miércoles que el banco tuvo retiros por entre 40 y 50 millones de dólares en la reapertura, una cifra menor a la que esperaban.

Los bancos uruguayos perdieron la mitad de sus depósitos entre enero y julio en un proceso de desconfianza que se originó en ahorradores argentinos preocupados porque la economía uruguaya se derrumbara junto con la Argentina y se imitara un congelamiento total de depósitos vigente en el país vecino.

La desconfianza contagió a los ahorradores locales en medio de investigaciones de la justicia uruguaya sobre supuestos fraudes y desvíos de fondos en dos de los bancos suspendidos.

La asistencia a bancos sin liquidez hizo perder al Banco Central 80 por ciento de sus reservas y empujó al gobierno a dejar flotar libremente la moneda en junio. Desde ese mes, la moneda ha perdido 40 por ciento de su valor.