Enriquecería al país conceder autonomía a indios, dijo
Pide León-Portilla retomar los acuerdos de San Andrés
Manifestó su apoyo a la educación bicultural
ARTURO JIMENEZ
Es indispensable que el conjunto de las demandas indígenas contenidas en los acuerdos de San Andrés vuelva a ser objeto de consideración por parte del gobierno y de la sociedad, propuso el historiador Miguel León-Portilla.
En el patio del Museo de Culturas Populares y ante decenas de asistentes, el autor de Visión de los vencidos dictó ayer la conferencia magistral El destino de los pueblos originarios, como parte de las celebraciones por el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
"No son palabras. La autonomía de los pueblos indígenas los integraría consigo mismos y les permitiría participar en la vida del país de manera más coherente. La educación bilingüe y bicultural los fortalecería.
"Y ya fortalecidas las comunidades, no serían más grupos decaídos y pobres. Que la palabra indio no signifique pobre o miserable, sino que signifique otra cultura que convive con nosotros y nos enriquece. Ese es el gran reto."
León-Portilla concluyó su exposición de poco más de una hora con un deseo:
"Hoy, Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, hagamos un voto para que los pueblos indígenas se fortalezcan, consigan sus demandas, se les preste atención y que con la riqueza de sus lenguas y culturas contribuyan a su propio bienestar y al de México."
Antes, el investigador hizo un llamado a los ciudadanos para que demanden a sus representantes legislativos reconocer los derechos de dichos pueblos.
Hizo además diversas propuestas en relación con la "perspectiva del destino" de los indígenas, como la de formar y fortalecer la conciencia nacional sobre ellos a través de la educación:
"Se debe mostrar a la gente no indígena que los pueblos originarios fueron creadores de una gran civilización y que ellos hoy día viven y tienen lenguas maravillosas, como cualquier otra.
"Yo sí lucho, y creo que todos debemos luchar porque sea una realidad la educación bicultural y bilingüe. Un niño puede aprender dos y hasta tres lenguas y tener una riqueza tremenda."
Debe lograrse, agregó, que en cada estado y región exista la posibilidad de aprender una lengua indígena "para los que así quieran, sin imposiciones". También propuso sensibilizar a toda la población sobre los valores de la diferencia cultural como fuente de creatividad y difundir esa riqueza.
En los últimos años, aseveró, los indígenas de México han ido tomando conciencia de quiénes son ellos mismos. Indicó que han logrado en muchos casos preparar gente, de tal manera que ya cuentan con ingenieros, físicos, antropólogos, escritores o abogados.
"Están en la posibilidad de hacerse ellos dueños de su destino. La preparación es la clave para salvarse como tales y no desaparecer", dijo.
"Me alegra mucho que ya exista una Casa de Escritores en Lenguas Indígenas. Ojalá existiera al menos una para cada lengua o estado. Ahí está la reflexión para encontrar el destino, la reflexión para volver a buscar las raíces."
Cabe destacar aquí que esta casa es uno de los proyectos de la asociación Escritores en Lenguas Indígenas Asociación Civil, grupo con un apoyo decreciente por parte del gobierno actual (La Jornada, 9 de agosto de 2002).
Retomó con un ejemplo: "Cuando Grecia se independizó de los turcos a principios del siglo XIX, lo primero que hizo fue tratar de volver a tener su lengua y de escribir en ella. Y regresaron a sus clásicos, a La Iliada, a La Odisea. Seguramente los turcos les prohibían leer eso, como aquí prohibieron los códices. Y los griegos ahora tienen grandes escritores otra vez".
Y es que antes, tras un repaso histórico por la época prehispánica, la Colonia y el siglo XIX, León-Portilla había arribado a los planteamientos incomprendidos de Manuel Gamio en los principios del XX.
"Gamio insistía en que los indígenas deben participar en la vida del país. ƑNo dicen los zapatistas, nunca más un México sin nosotros? Participar no quiere decir perder la propia cultura, sino con sus diferencias. Pero claro, tienen que participar en la vida económica, cultural, social, política.
"Y Gamio también dijo: tienen que tener representantes en las cámaras. Así, él propuso buscar la participación de los pueblos indígenas, devolverles territorios ancestrales, fortalecer sus lenguas, enseñarles español, darles diputaciones, modificar las leyes cuando sea necesario. šTodo ello concuerda con lo que piden los acuerdos de San Andrés!"
Destacó que hay quienes se horrorizan cuando oyen la palabra autonomía, pues la confunden con soberanía. "Una es el derecho de una corporación de derecho público a resolver todo lo que es asunto interno libremente, como la UNAM, y otra emana del pueblo y se ejerce a través de los tres poderes.
"Y en la reforma sobre derechos indígenas se dijo que eran no de derecho público, sino de interés público. Eso es una tontería, porque también es de interés público recoger la basura".
Al final planteó una última disyuntiva sobre esa "perspectiva de destino" aún imprecisa:
"Según los censos, los pueblos indígenas no están disminuyendo sino aumentando. El uso de las lenguas es el que ha disminuido, por desgracia. En muchos lugares incluso se ha perdido. Hay lingüistas que, como aves de mal agüero, dicen que en este siglo morirán en el mundo más de 500 lenguas de las 5 mil que existen.
"Es maravilloso conocer otras lenguas, y más las lenguas indígenas de México, que son de un tronco lingüístico completamente diferente al indoeuropeo. Son totalmente otra perspectiva o miraderos de la realidad. Todas las lenguas son sistemas para expresar el pensamiento de modos distintos. Cuando se muere una lengua es una tragedia terrible y la humanidad se empobrece".