La mentalidad del funcionario se finca en principios responsables: obispo
Ramón Godínez
Confía la Iglesia en Reyes Tamez para incluir
valores religiosos en la educación
Optimismo de la jerarquía eclesiástica luego de participar
en el compromiso social por la enseñanza
ALMA E. MUÑOZ
La jerarquía católica confía en cumplir
uno de sus mayores anhelos: incluir valores religiosos dentro del sistema
educativo, luego de que el equipo foxista consensó con representantes
de la Iglesia, así como con empresarios -encabezados por Lorenzo
Servitje- y la Unión Nacional de Padres de Familia, entre otros
organismos vinculados con la institución eclesiástica, la
creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación.
Esto,
definió el presidente de la comisión de educación
de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Godínez,
no significa violentar el Estado laico. "Sólo es cuestión
de entendernos con los maestros y con quienes no comprenden que no hablamos
de enseñanza confesional, es decir de predicar el amor a María,
la presencia de Cristo en la eucaristía y su acción, por
medio de quienes recibimos el orden sacerdotal.
"Se trata -agregó- de introducir valores religiosos,
fundamentales, como los que vivió Jesús. Este es el diálogo
que desde tiempos de Benito Juárez venimos sosteniendo (con las
autoridades) y a últimas fechas continuamos con el secretario de
Educación Pública".
Para el prelado, la confianza en el titular de la SEP,
Reyes Tamez, es plena para alcanzar los cambios, porque "su mentalidad
se finca en valores responsables y sabemos que dará frutos concretos
para mejorar la calidad de vida de nuestra educación pública
y privada".
La firma del Compromiso Social por la Calidad de la Educación
-por parte de representantes del Poder Legislativo, gobernadores, el sindicato
magisterial, empresarios, rectores de universidades públicas y privadas
y asociaciones de padres de familia- deja entrever, precisó el obispo,
que "a todos los mexicanos nos interesa que la educación mejore
en calidad".
"Sin daño alguno"
Descartó que la presencia eclesial en este ámbito
pueda "dañar, porque cualquier historia tiene que reconocer que
todo camino educativo siempre estuvo acompañado por la Iglesia".
Ramón Godínez remitió a La Jornada
con el sacerdote Edmundo Morales -su representante en la ciudad de México
y portavoz de la Conferencia del Episcopado Mexicano en las reuniones que
sostuvieron con el equipo foxista antes de crear el Instituto Nacional
para la Evaluación de la Educación-, con el objetivo de que
abundara sobre el tema.
En primera instancia, el prelado se quejó de que
la Iglesia no fue convocada a la ceremonia del jueves pasado en la residencia
oficial de Los Pinos, donde se firmó el compromiso por la enseñanza.
Recordó
que un grupo de la iniciativa privada estuvo insistiendo, desde el momento
en que Vicente Fox ganó la Presidencia de la República y
abrió la puerta para recibir propuestas de desarrollo, en la creación
del instituto, "cuyo carácter, pedíamos, fuera similar al
del IFE y donde la misma sociedad evaluara los programas y su avance para
conocer el nivel educativo del país".
Con Reyes Tamez, continuó, "éste fue uno
de nuestros puntos fuertes, porque sabíamos que tanto la calidad
como la evaluación están por la calle".
Participaron en los encuentros la comisión de educación
del sector empresarial -representado por Lorenzo Servijte y Elvia Palomera-,
la Federación de Instituciones Mexicanas Privadas de Educación
Superior, la Asociación Mexicana de Instituciones de Educación
Superior de Inspiración Cristiana, la Confederación Nacional
de Escuelas Particulares, la Unión Nacional de Padres de Familia,
el Centro de Estudios Educativos, el Instituto de Fomento de la Educación
y la comisión episcopal de educación, que se siguen reuniendo
mensualmente para continuar el análisis sobre la problemática
del sector a nivel nacional.
Descartó que los cambios, sobre todo los esperados
por la Iglesia, se den a corto plazo. "Se necesita, primero, evaluar para
sacar las fallas y después ponerles remedio. Para nosotros queda
claro que si no hay maestros de calidad y excelencia, no alcanzaremos una
educación a ese nivel, porque nuestro grupo insistió mucho
en tener una enseñanza integral, que responda a los valores morales
que requiere la ciudadanía".
Finalmente, Edmundo Morales confió en que la iniciativa
privada tenga preponderancia en el Instituto Nacional para la Evaluación
de la Educación, "para que no quede solamente en manos de las autoridades
y que el gobierno vaya a mangonear. La sociedad tiene que estar representada
y la participación de padres de familia, en esto, es muy importante".