El general procesado usaba aviones del Ejército para transportar
drogas a Laredo
Sabía el alto mando de los ilícitos de
Quirós
Un testigo protegido revela el modus operandi de dos militares acusados
de narcotráfico
JESUS ARANDA
En 1975 aviones del Ejército Mexicano utilizados
para combatir grupos ''guerrilleros y subversivos'' en Guerrero fueron
destinados por órdenes del ahora general Humberto Quirós
Hermosillo para transportar mariguana del aeropuerto militar de Pie de
la Cuesta a Laredo, Texas.
El hecho fue del conocimiento del entonces secretario
de la Defensa Nacional, general Félix Galván López,
quien dio carpetazo al asunto para no afectar a Quirós Hermosillo,
quien además de formar parte de la Dirección Federal de Seguridad
era comandante en jefe de operaciones en la lucha contra el crimen organizado
(es decir, contra la guerrilla y grupos subversivos) y tenía su
base en Acapulco, de la cual dependía directamente la Base Aérea
Militar de Pie de la Cuesta.
La revelación de este caso, en el que se involucra
en el narcotráfico a militares que participaron en la guerra
sucia de los setenta, fue hecha por el testigo protegido Gustavo Tarin
Chávez -con nombre clave Alfredo-, quien rindió testimonio
el 11 de enero de 2000 (casi 8 meses antes de que los generales Quirós
y Arturo Acosta Chaparro fueran detenidos y se les iniciara proceso en
su contra) ante el consulado y la delegación de la Procuraduría
General de la República en Texas, Estados Unidos.
En
su declaración, que forma parte de la averiguación previa
contra los dos generales pero que seguramente no será tomada en
cuenta en el consejo de guerra que se les iniciará en los próximos
días, porque según la Procuraduría Militar ''los delitos
ya prescribieron'', el testigo afirma que en 1975 Quirós Hermosillo
fue nombrado comandante en jefe de operaciones en la lucha contra el crimen
organizado, adscrito al estado de Guerrero, pero que tenía la encomienda
de combatir grupos "subversivos o guerrilleros".
Describe que las oficinas estaban ubicadas en las calles
de El Tigre 412, en Acapulco, Guerrero, y que se sumaron a ese grupo el
mayor de infantería Alberto o Roberto Barquín y el sargento
primero Alfredo García. En aquel entonces Acosta Chaparro era el
encargado de la policía judicial de Guerrero en la Costa Grande
y la Costa Chica.
Detalla que en 1975, Barquín, bajo la protección
de Quirós Hermosillo, transportaba mariguana del puerto de Acapulco,
a la ciudad de Laredo en una aeronave arabat de la Fuerza Aérea
Mexicana. Explica que ese avión -que sólo posee el Ejército
en el país- es "panzoncito" y tiene la particularidad de que el
diseño de la cola le permite volar en cualquier circunstancia climatológica.
Afirma que Barquín hizo diversos viajes transportando
droga al vecino país. "Descargaba de la base aérea militar
de Pie de la Cuesta, Guerrero, y hacía una escala para abastecerse
de combustible en la base militar de Monterrey, Nuevo León, para
de ahí aterrizar en Laredo, Texas. Cuando Barquín realizaba
el viaje de regreso seguía exactamente la misma ruta Texas-Monterrey-Acapulco
y traía aparatos eléctrónicos, cartuchos y armas de
fuego".
En una de las ocasiones en que la nave cargaba combustible
en la base militar de Monterrey, personal de guardia detectó que
el arabat iba cargado de aparatos eléctrónicos y armas,
y le dieron parte al comandante de la zona militar, un tal general Mercado,
quien ordenó se descargara el avión y se realizara una revisión
minuciosa de la nave. Se encontraron restos de marihuana.
El general dio parte a la Secretaría de la Defensa
Nacional, pero su titular, el general Félix Galván López,
se encontraba en Argentina, acompañado casualmente por Quirós
Hermosillo, quien ''había acudido a impartir unas conferencias sobre
el combate a grupos subversivos".
Ante la ausencia de Galván López, el general
Rodolfo Reta Trigos, entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional,
recibió el parte y ordenó la detención inmediata de
Barquín, quien fue trasladado a la prisión del Campo Militar
Número Uno para iniciarle proceso por tráfico de armas y
de mariguana.
El piloto de la nave era un capitán del Ejército
de apellido Manzano, quien al ser interrogado por el general Mercado en
Monterrey confesó que habían hecho "muchos viajes y que habían
cargado el avión en la Base Militar de Pie de la Cuesta, en Acapulco,
Guerrero, lugar en el que dos narcotraficantes de nombre Héctor
Bello y Chiro Galeana, llevaban la marihuana y de regreso recogían
cartuchos y armas de fuego".
La información también fue transmitida al
general Reta Trigos, quien rindió su informe al general Galván
López cuando regresó a México.
"El secretario de la Defensa llamó entonces al
general Quirós Hermosillo y lo cuestionó sobre la conducta
de Barquín. El general Arturo Acosta Chaparro y yo estuvimos presentes
en la oficina del secretario particular del secretario de la Defensa, cuando
se realizó el encuentro. Por comentarios del propio Quirós
Hermosillo, sé que el general Galván López le dio
a elegir a Quirós entre un ascenso o la libertad de Alberto o Roberto
Barquín".
Añade que Quirós le comentó a él
y a Acosta Chaparro: "Nos cayó la secretaría, y le pregunte
por qué, y el general agregó: porque el secretario de la
Defensa me dio a elegir entre el ascenso o la libertad de Barquín
y yo elegí la libertad de Barquín, porque ya me comí
el pastel con él".
Barquín finalmente fue liberado de los cargos y
se reintegró bajo las órdenes de Quirós; según
el denunciante, meses después de los hechos asesinó al capitán
Manzano de un balazo en la nuca por hales delatado, pero "oficialmente
se manejó que el capitán Manzano había desaparecido
y que había viajado fuera del país".
El testigo protegido afirmó que que desde 1963
ingresó a la Policía Militar en el Campo Militar número
uno, donde después de haber sido adscrito a la sección segunda
del Estado Mayor de la Defensa Nacional (Inteligencia Militar), hizo el
curso para agente de la Policía Judicial Militar de donde fue enviado
al Grupo Exterior de la Dirección Federal de Seguridad, que en aquel
entonces estaba dirigida por el capitán Luis de la Barreda, y en
el que participaba también ambos generales ahora procesados; después
de darse de baja del Ejército, se riencorporó en 1973 bajo
las órdenes del entonces coronel Quirós Hermosillo a quien
conoció a su paso por la Policía Militar "y puedo decir que
yo era una de sus personas de confianza".
En sus declaraciones ministeriales, Quirós Hermosillo
aceptó conocer a Tarín Chavez, que causó alta en la
Policía Militar y que después de darse de baja o de desertar
en los setentas del Ejército estuvo en la Policía de Guerrero
cuando el general Acosta Chaparro fue director de la misma.
Ambos generales serán juzgados en consejo de guerra
en los próximos días por presuntos vínculos con el
narcotráfico, mientras que Quirós lo será además
por el delito de cohecho.