Persiste el riesgo de que esos problemas desequilibren a naciones emergentes
Pese al blindaje de Brasil, la crisis del cono sur podría contagiarse a otras economías: Cepal
Prevé repercusiones en el comercio, sistemas bancarios y rentabilidad empresarial
NOTIMEX, AFP Y PL
Santiago, 11 de agosto. Los países sudamericanos están lejos de disipar los riesgos de una crisis sistémica en la región, pese al alivio que produjo el blindaje por 30 mil millones de dólares que acordó el Fondo Monetario Internacional (FMI) con Brasil, indicaron analistas económicos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió en un estudio que persiste el riesgo de que los problemas, centrados en Argentina y Brasil, afecten a otras economías y desaten una crisis que podría incluir a naciones emergentes.
En Buenos Aires, el Ministerio de Economía advirtió este domingo en un comunicado que hasta tanto no sea resuelto el tema de los amparos judiciales, seguirá el corralito financiero que mantiene congelados depósitos de ahorristas desde diciembre pasado.
El economista en jefe del BID, Guillermo Calvo, sostuvo hoy que el sistema financiero argentino está ''enclenque'' por no haber encontrado todavía solución para el corralito.
En Brasil, que recibirá 30 mil millones de dólares del FMI en los próximos 15 meses, la situación financiera desató el miedo a una eventual congelación de depósitos como ocurrió en Argentina, aunque la Constitución lo prohíbe, señala
este domingo la prensa local.
Analistas económicos de la Cepal, que entregaron sus comentarios a medios de prensa regionales, indicaron que este es el mayor colapso financiero en la historia de América del Sur, porque afectó a naciones poderosas como Brasil y como lo fue en el pasado Argentina.
Los expertos consideraron que la crisis argentina fue una consecuencia previsible de la devaluación que afectó a Brasil en 1999, cuando algunos pronosticaron la caída de los países de la región para los primeros años del siglo XXI con un efecto dominó.
Para la Cepal, el mayor peligro que existe con la actual inestabilidad financiera es que ''las perturbaciones vuelvan a transmitirse a otras economías'', situación que a juicio del organismo podría originar una ''crisis sistémica en la región y fuera de ella, en las economías emergentes, debido a la actual fragilidad de todo el sistema financiero mundial''.
Indicó que las repercusiones estarían centradas en el comercio de bienes y servicios, afluencia de recursos externos, en los sistemas bancarios y en la rentabilidad de las empresas de la región que tienen inversiones en los países en crisis.
La Cepal recordó que la drástica devaluación y la debilidad interna de Argentina tuvo inmediatas repercusiones en sus socios del Mercado Común del Sur (Brasil, Paraguay y Uruguay) y en Chile, donde se manifestó con una depreciación del peso.
Uruguay fue el último que sucumbió a la crisis y, por el tamaño y característica de su economía, es uno de los más afectados ya que sus exportaciones a Argentina cayeron 70 por ciento en el primer cuatrimestre respecto del mismo periodo de 2001.
Aunque Brasil podría aparecer en el papel como una de las naciones más fuertes de la región por el tamaño de su economía, el FMI debió otorgar un blindaje de 30 mil millones de dólares para evitar su colapso y para que pueda cumplir con la meta de superávit fiscal primario de 3.75 por ciento.
Además del natural contagio regional por la situación de Argentina, en Brasil existe un factor extra que es el temor del triunfo del candidato izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva en las elecciones presidenciales de octubre.
