A cinco lustros de su muerte, abrirán una exposición sobre
su mirada estética
Chucho Reyes, pintor moderno que no soslayó
el pasado cultural de México
Incluye 18 cuadros de su autoría entre más de 180 objetos:
Luis-Martín Lozano
La falsificación de obra no es algo exclusivo del artista, opina
el director del MAM
MERRY MAC MASTERS
Recrear el mundo fantástico de Jesús Chucho
Reyes (1880-1977) y por medio de ello revelar, a cinco lustros de su muerte,
los planteamientos estéticos del pintor tapatío, reconocido
por sus trabajos en papel de china es la propuesta de la exposición
en torno de sus ambientes artísticos que será inaugurada
mañana a las 20 horas en el Museo de Arte Moderno (MAM).
La mirada estética de Jesús Reyes Ferreira
es una muestra diferente para el recinto, porque de los más de 180
objetos que la integran sólo hay 18 cuadros de su autoría.
Todo lo demás, expresa Luis-Martín Lozano, director del recinto
y curador de la exhibición, proviene de la colección personal
que Reyes dejó al fallecer en su casa de la calle de Milán,
que resguardan sus familares.
Un
cristo de caña del siglo XVII; ánimas en pena de porcelana
o de madera tallada; esferas de brujas; la llamada plata de pobre; candelabros
que Reyes desarmaba y volvía a armar intercalando las estructuras
de diferentes periodos estilísticos; peanas populares de hojalata;
una selección de objetos de platería que van desde coronitas
para la virgen, tijeras del siglo XVIII, cucharas de bigotera y cráneos.
La lista es interminable. Y junto a cada grupo de objetos
está una o dos pinturas del artista ''para que el público
comprenda que los leones juguetones que pintaba son los mismos de las jarras
de bronce que coleccionaba. O que sus caballitos son semejantes a aquellos
de cristal y plata", apunta Lozano. También están bastones,
silla, resplandor, magiscopios, portarretrato, estuche de lentes, lámpara
cilíndrica y licorera, de su propio diseño.
Mundo ''barroco y arbitrario''
El mundo visual de Chucho Reyes era ''barroco, arbitrario,
nada histórico ni estilístico". A su vez ''esta ruptura de
límites, de jerarquías, se traduce en la libertad con la
que interpretaba su propia obra", señala el director del MAM.
Dada la personalidad el artista y el poco valor que reconocía
a su obra -usaba sus papeles de china para envolver regalos- en vida Reyes
Ferreira casi no expuso. En 1962 se festejaron sus 80 años con una
muestra en el Museo del Palacio de Bellas Artes. El año anterior
había participado con Mathias Goeritz en la colectiva Los hartos.
En 1975 expuso en la Galería Pecanins.
Hace un par de años, al recibir una invitación
para conocer por dentro la casa de don Chucho, Lozano descubrió
un mundo fantástico, ya que todo estaba tal cual lo había
dejado. Le pareció que esto debía conocerse en México
y sobre todo en el extranjero.
Al llegar al Museo de Arte Moderno, a Lozano le pareció
''uno de los proyectos que había que activar", porque mediante la
exposición el público podrá tomar conciencia de la
importancia de nuestro patrimonio, de conservar lo que nos rodea en la
vida pero que tiene méritos artísticos y valores para la
sociedad". Que los artistas de hoy entiendan que ''no se construye de la
nada, que somos el resultado de nuestra historia cultural. Aunque Chucho
Reyes fue un pintor moderno, con una visión contemporánea,
no soslayó el pasado cultural de México".
Con motivo de la exposición vuelve a salir a flote
la aureola de falsos que rodea la obra de Reyes. Para Lozano, aunque es
preocupante la falsificación a que ha sido sujeta la pintura de
Chucho Reyes, esto ''no es un factor que implícitamente nos
preocupe con la exposición, puesto que no se trata de su pintura,
sino de los objetos de su colección particular". De los cuadros
de Reyes incluidos en la muestra, tres son de la colección permanente
del MAM, mientras que los demás ''estaban colgados en su casa. Convivía
con ellos y están publicados. Es decir, no tenemos la menor duda
sobre su procedencia".
Lozano reconoce, sin embargo, que el problema de las falsificaciones
se presentó a raíz de la muerte del pintor y que no es exclusivo
de su obra. Es una ''realidad" del coleccionismo en México. Esta
situación se ha acentuado por varias razones, afirma. Una sería
''la opinión irresponsable de personas que certifican obras de Chucho
Reyes cuando no tienen conocimientos". La mexicanidad implícita
en su obra lo hace ''asequible" para el coleccionismo nacional, al igual
que los paisajes del Dr. Atl, de Velasco o los alcatraces de Diego Rivera.
El entrevistado espera que la exposición del Museo
de Arte Moderno contribuya a aclararle al público quién fue
Jesús Reyes Ferreira, cómo era su obra, su estilo, cuáles
eran sus modelos y afluentes.