Interviene Mary Robinson para tratar de detener la ejecución de Javier Suárez

Hace la ONU "urgente llamado" de clemencia al gobierno de EU

Infructuosas gestiones de Fox Podría "replantearse" la gira por Texas: Rodolfo Elizondo

KYRA NUÑEZ Y JUAN MANUEL VENEGAS CORRESPONSAL Y REPORTERO

La titular del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, Mary Robinson, hizo un "urgente llamado" de clemencia al gobierno de Estados Unidos para que detenga la ejecución del mexicano Javier Suárez Medina, programada para hoy en el estado de Texas.

En tanto, el presidente Vicente Fox Quesada siguió en sus intentos para lograr que el gobernador texano, Rick Perry, interceda y detenga la ejecución. Ayer habló con él por teléfono manifestándole "la preocupación" de su gobierno por la sentencia que pesa sobre el connacional. Hasta anoche, sin embargo, la Presidencia no había recibido respuesta positiva a las gestiones de Fox, quien tiene programada una visita de trabajo a Texas del 26 al 28 de agosto próximos.

Por cierto, el vocero de Los Pinos, Rodolfo Elizondo, indicó que en caso de aplicarse la pena de muerte en contra de Suárez Medina el viaje del Presidente a Texas podría replantearse.

En Ginebra, Robinson dio a conocer la carta que envió al secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, en la que le solicita su intervención para revisar el proceso del mexicano condenado a muerte por un crimen que cometió en 1988, a los 19 años.

La alta comisionada de la ONU apuntó en su misiva que de acuerdo con las informaciones que ha recibido sobre el caso, Suárez Medina no contó con asistencia jurídica del consulado de su país, como lo estipula la Convención de Viena de 1963.

Indicó, asimismo, que existen vivas preocupaciones sobre el hecho de que en el transcurso del proceso penal contra el ciudadano mexicano no se respetaron los estándares internacionales de derechos humanos, particularmente aquellos establecidos en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, así como las salvaguardas que ofrecen protección a las garantías de las personas condenadas a muerte.

Robinson se sumó a las voces de dirigentes de gobierno, organismos no gubernamentales y asociaciones internacionales que han pedido clemencia para Suárez Medina, actualmente de 33 años, originario de Piedras Negras, Coahuila, y preso en el penal de Livingston desde hace 14 años.

De acuerdo con la pena que se le impuso, este miércoles a las seis de la tarde será ejecutado por inyección letal, en Walls Huntsville, a unos 50 kilómetros de Livingston, donde se encuentra en la llamada cámara de la muerte.

En 1988 Suárez mató de siete balazos al agente de la DEA Lawrence Cadena, que de manera encubierta participaba en una operación antinarcóticos en un suburbio de Texas.

La abogada Sandra Babckok, contratada por el gobierno mexicano para supervisar la defensa de 41 de los 54 mexicanos condenados a la pena capital en Estados Unidos, dijo que ha apelado de la sentencia de Suárez Medina por las violaciones a la Convención de Viena por parte de las autoridades del estado de Texas. Con este mismo argumento, recordó, ya el gobierno de México logró salvar la vida de Gerardo Valdés Matos, preso en Oklahoma.

Cuatro mexicanos han sido ejecutados desde 1976, cuando la Suprema Corte de Justicia reactivó la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos. Tres de las ejecuciones se realizaron en Texas. El caso más reciente fue el de Miguel Angel Flores, quien el 9 de noviembre de 2000 recibió inyección letal en Walls Huntsville.

Además de Suárez Medina, otras dos personas serán ejecutadas este mismo miércoles en territorio estadunidense. Se trata de Daniel Basile, a quien un tribunal del estado de Missouri condenó a muerte por el asesinato de una mujer en 1992, y de Wallace Fugate, quien en Georgia fue culpado y sentenciado por el homicidio de su esposa en 1991.