MEXICO, S.A.
Carlos Fernández-Vega
Exito de la política social: 53.7 millones
de mexicanos pobres
Crecerán la marginación y el deterioro
social
DESPUÉS DE CONOCER las vergonzosas cifras
difundidas ayer por la Secretaría de Desarrollo Social, ninguno
de los responsables de aplicar y conducir la política del apartheid
económico imperante en el país a lo largo de las dos últimas
décadas puede manifestarse insatisfecho con los resultados: 53.7
millones de mexicanos sumidos en la pobreza y la miseria al cierre del
año 2000.
AUNQUE ALGUNOS especialistas en la materia consideran
que la nueva estadística no es comparable con evaluaciones previas,
cabe mencionar que en 1993 el Programa Nacional de Solidaridad, el clientelar
Pronasol, reconocía la existencia de 42 millones de mexicanos en
condiciones de pobreza y miseria, es decir 48 por ciento, aproximadamente,
de la población nacional estimada para ese año. Para 2000
la proporción creció a 53.7 por ciento, en un país
con alrededor de 100 millones de habitantes, reflejando fehacientemente
el éxito de la "política social" gubernamental, "bienestar
para la familia" incluido.
AYER LA SECRETARIA de Desarrollo Social, Josefina
Vázquez Mota, reconoció que existen diversas formas de medir
la pobreza "y no intentamos descalificar otras alternativas... No obstante,
hemos adoptado la propuesta metodológica acordada por el comité
técnico para definir los niveles de pobreza en México, y
así orientar el diseño y seguimiento de políticas
y de programas sociales".
EN ESTE SENTIDO, otra estadística sobre
la pobreza en México proviene del Banco Mundial, institución
que a mediados de 2001 sostuvo que 58 de cada 100 mexicanos "viven" en
la pobreza o en la pobreza extrema. En junio de ese año, Olivier
Lafourcade, director regional para México del Banco Mundial -entrevistado
por La Jornada (David Brooks y Jim Cason)- aseguraba que "la pobreza
en el país fue reducida en alrededor de un punto porcentual cada
año entre 1984 y 1994, es decir una disminución total de
10 puntos durante el periodo (¡!), pero a consecuencia de la crisis
de 1994-1995 en sólo seis meses se canceló totalmente este
logro. Es muy difícil reducir la pobreza, pero muy fácil
perder lo logrado".
EL HECHO ES QUE LA nueva estadística divulgada
por la Secretaría de Desarrollo Social incorpora información
a diciembre de 2000 y se fundamenta, en buena medida, en la Encuesta Nacional
de Ingresos y Gastos de los Hogares, que bianualmente elabora el INEGI.
Si se considera que 2001 fue un año perdido en materia de crecimiento
económico y generación de empleo, y que la tendencia para
2002 no se ha modificado sustancialmente, obvio resulta señalar
que las cifras dadas a conocer ayer por el comité técnico
para la medición de la pobreza en México -convocado y organizado
por la Sedesol- son más elevadas a estas alturas. ¿En qué
proporción? Sólo se conocerá el detalle hasta que
el instituto concluya su nueva encuesta nacional, trabajo que concluirá
el próximo diciembre y divulgará en los primeros meses de
2003.
A PESAR DE ELLO, para 2003 es previsible un crecimiento
sostenido de los índices de marginación, ya que todo indica
que dentro de los planes del gobierno del cambio no está moverse
un milímetro de la rigurosa aplicación de una política
económica que ha causado estragos sociales durante las dos últimas
décadas y que, paralelamente, ha fortalecido los ya de por sí
sólidos mecanismos de concentración del ingreso y la riqueza
en el país. Dudoso, también, que para ese año o los
que faltan para concluir el sexenio foxista se alcancen tasas de crecimiento
económico como las propuestas en la campaña electoral, de
tal suerte que la tendencia es a que el deterioro se agudice.
NUEVE AÑOS ATRAS, el Pronasol advertía
que "de no llevarse a cabo una política deliberada de redistribución
del ingreso en el país, 10 por ciento de los hogares más
pobres (los más pobres dentro de los pobres) tendrá que esperar
64 años para satisfacer sus necesidades esenciales, en caso de que
México registre una tasa sostenida de crecimiento de la economía
de 3 por ciento anual; el siguiente 10 por ciento de los hogares tardaría
33 años; el siguiente 10 por ciento de los hogares pobres esperaría
21 años y el siguiente 10 por ciento una década".
LA INSTITUCION PLANTEABA "tres hipótesis"
sobre el particular: para concretar la primera (que suponía que
para el año 2007 se mantendría una distribución del
ingreso entre los hogares mexicanos idéntica a la registrada en
1985), entre 1986 y 2007 el producto interno bruto tendría que crecer
a una tasa sostenida de 7.4 por ciento anual en términos reales.
Para lograr la segunda (en 2007 se alcanzaría una distribución
del ingreso similar a la registrada en el Reino Unido en 1967), el PIB
tendría que avanzar 4 por ciento cada año en igual periodo,
y para llevar a la práctica la tercera (una distribución
del ingreso parecida a la prevaleciente en Checoslovaquia o Hungría
antes de la caída de la Unión Soviética), el producto
debería crecer a un ritmo anual sostenido de 2 por ciento en el
mismo lapso. Las "tres hipótesis" terminaron en el cesto de la basura.
LA NUEVA METODOLOGIA para medir la depauperación
en el país, de acuerdo con la presentación que del informe
respectivo hizo ayer la secretaria de Desarrollo Social, incluye tres puntos
de referencia para agrupar a los hogares por su nivel de ingreso: pobreza
de patrimonio, pobreza alimentaria y pobreza de capacidades, conceptos
que incluyen aspectos múltiples que superan el simple ingreso monetario
y que, a juicio de Vázquez Mota, "sientan las bases para el diseño
de políticas públicas que reconociendo la realidad puedan
responder integralmente a millones de mexicanos".
ESTAMOS CONVENCIDOS, dijo la funcionaria, de "que
disponer de una metodología clara, que permite reproducir los resultados
por quienes estén interesados en hacerlo, representa un avance en
la transparencia y rendición de cuentas de nuestro quehacer, compromiso
que hemos adoptado en este gobierno".
ENHORABUENA, PUES, porque el gobierno del cambio
ya tiene metodología para cuantificar la pobreza en el país.
Ahora sólo le falta la política social para combatirla.
Las rebanadas del pastel:
AYER, EL ACORRALADO MISTER
Bush encontró la fórmula científica para detener la
crisis de confianza por la que atraviesa su país: "Pese a que los
tiempos son algo difíciles en estos momentos, somos Estados Unidos"...
y se quedó tan tranquilo.