Pide a la comisión de avalúos que determine el valor del Central Park de la colonia Doctores
Negocia la PGR comprar un hotel para convertirlo en centro de arraigo
Sin grandes inversiones, el predio sustituiría las nueve casas de seguridad que albergan a autores de todo tipo de ilícitos La intención del procurador es evitar quejas de violación de derechos humanos
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
La Procuraduría General de la República (PGR) negocia la adquisición del hotel Central Park, de la colonia Doctores, para poner fin al uso de casas de seguridad, las cuales albergan a presuntos autores de todo tipo de ilícitos.
Fuentes de la PGR confirmaron que el oficial mayor de esa dependencia, Germán Gallegos, ya formalizó ante la Comisión de Avalúos de Bienes Nacionales (Cabin) la petición para que se estime el valor a pagar por el inmueble y se llegue a un arreglo con los propietarios del edificio, que se localiza en las calles Ignacio Morones Prieto y Doctor Barragán.
La intención del titular de la PGR, el general Rafael Macedo de la Concha, es que los habitantes de las nueve casas (aunque extraoficialmente se habla de más de 15), que ahora están en esos centros de arraigo queden bajo un mismo techo, dijeron las fuentes.
Según datos obtenidos, la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS) y la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO) son los órganos de la PGR que más arraigados tienen, 50 personas en promedio, que mensualmente son sometidas a este mandamiento judicial.
Casas aseguradas al narco
Las casas que ahora son centros de detención, de los cuales se ha señalado en reiteradas ocasiones que en su interior se violan los derechos humanos, fueron en su mayoría aseguradas a los narcotraficantes Amado Carrillo Fuentes y Rafael Aguilar Guajardo.
El hotel Central Park, el cual está pintado de color morado, ya fue recorrido por diversos funcionarios de primer nivel y por algunos supuestos peritos que han tomado fotografías de sus pasillos, de sus salidas, de las áreas que desde la azotea se observan, y que dan a calles de la populosa colonia, así como de las habitaciones y del estacionamiento.
Las autoridades de la PGR han llegado a la conclusión de que sin realizar una gran inversión en ese edificio se puede brindar protección a los arraigados.
Incluso se llegó a desechar la idea de revestir los ventales con una especie de malla ciclónica, o colocar barrotes.
Supuestamente ya se tienen los planes de la forma en que habrá de cuidarse cada piso de los seis que lo componen, cómo se modificarán los accesos para evitar el ingreso de personas ajenas a la PGR y a los detenidos.
Pero, de acuerdo con las fuentes consultadas, entre los planes está que se instalen pequeños salones, en los cuales los arraigados puedan relacionarse con sus abogados y ver a sus familiares; esto evitaría más quejas de violación a los derechos humanos.
Asimismo se instalará una cocina en la cual se prepararán las dietas indicadas médicamente a cada uno de los arraigados.
Según los entrevistados, la adquisición de este edificio permitirá a la PGR disminuir el gasto que representa alimentar a 50 o hasta 60 personas mensualmente, ya que en forma cotidiana los alimentos que consumen son adquiridos en restaurantes.
Hasta el momento, algunos de los domicilios que son utilizados por la PGR como centros de arraigo son: Cráter 20 y Risco 550, colonia Pedregal de San Angel; Estrella Cefeida 83, Prados Coyoacán; un departamento en el 1515 de la avenida Heriberto Frías, colonia Del Valle, y Santa Ursula 87, colonia Xitle.
Incluso, en alguna ocasión la PGR llegó a solicitar que el ex director de Bienes Asegurados de esa institución, Jorge Francisco Miranda Noricumbo, fuera arraigado en el Campo Militar número uno; sin embargo, la medida decretada por el entonces juez 12 de distrito, Gerardo Dávila, no llegó a cumplirse.
Distinguidos huéspedes
En las casas de seguridad o arraigo que maneja la PGR -las cuales debieron haber pasado a manos de la Secretaría de Hacienda desde 2000-, han estado detenidos personajes que laboraron en la PGR, como Cuauhtémoc Herrera Suástegui, ex director de Investigaciones de la FEADS, o el ex director de la Policía Federal de Caminos, Enrique Harari Garduño, o bien empresarios hoteleros, como Fernando García Zalvidea.
De esas casas muchos han salido para ir a prisión, como García Zalvidea y Harari Garduño. El primero, por presuntos nexos con el cártel de Juárez, y el segundo con los hermanos Arellano Félix.
También han estado detenidos personajes como José Manuel Díaz, ex delegado de la PGR en Chihuahua -quien se fugó días después de su captura-, por presunta relación con la venta de plazas en la entidad a la que estaba adscrito.
Pero esa no ha sido la única ocasión en que un presunto delincuente se ha fugado, ni la será la primera vez en que la PGR utilice un hotel como lugar de arraigo. Los hoteles Casa Blanca y Edison se usaron desde 1996 hasta 1999 para arraigar a personajes involucrados en el narcotráfico como Manuel Bitar Taffich, cerebro financiero de Amado Carrillo; el centroamericano Salvador Lozano Ruiz y los agentes de la PGR involucrados en la transportación de droga de Chiapas al Distrito Federal en un avión de la dependencia.
Del hotel Edison se fugó el narcotraficante Salvador Lozano Ruiz, quien para escapar utilizó las sábanas de su habitación y se descolgó por una ventana. Nadie volvió a saber de él.