Cámara exportadora

Por mala calidad, maquilas rechazan insumos mexicanos

DAVID ZUÑIGA

Una queja constante de la gran mayoría de los industriales mexicanos es que han sido excluidos de las exportaciones. Señalan, con base en cifras oficiales, que el contenido de insumos nacionales en los productos de exportación es de apenas entre 2 y 3 por ciento y acusan a los maquiladores de haberlos hecho a un lado.

La realidad, asegura el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación (CNIME), Rolando González, es que la mayor parte de los insumos mexicanos son de mala calidad y sólo unas 900 empresas están certificadas, requisito para ser proveedores de empresas que compiten en otros países.

Ante este panorama, González Barrón considera imposible cumplir la promesa que el secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez, hizo al principio de la actual administración: aumentar en este sexenio el contenido de insumos nacionales de 2 por ciento a por lo menos 20 por ciento, mediante programas de desarrollo de proveedores.

"Al principio Derbez no sabía cómo estaba esto y ahora lo entiende perfectamente. Por eso ha señalado que sólo 900 empresas en México pueden participar en el mercado global", agregó.

Pocos esfuerzos para mejorar procesos y capacitación

En cuanto a los proyectos para desarrollar proveedores nacionales, señala que son limitados y sus resultados han sido "muy pobres. Le pedimos a la gente de la Concamin (Confederación de Cámaras Industriales) que se certificara en ISO 9000 para poder trabajar y aún no tenemos empresas certificadas".

Esto se debe en parte a que los empresarios mexicanos no han tenido visión para asociarse con negocios que sí tienen capital, tecnología y acceso a mercados y ni siquiera aprovechan instituciones como el Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica (Compite) para mejorar y certificar sus procesos y siguen considerando la capacitación "un costo, no una inversión. Cada día se forman en México unas mil empresas y la mayoría truena al poco tiempo. No es un problema sólo de dinero".

Añadió que el programa de competitividad de la dependencia, el cual incluye programas de apoyo para 12 ramas industriales, no tomó en cuenta tendencias internacionales de las industrias y le apuesta a algunos sectores que no tienen futuro porque están en la última etapa del ciclo de negocios, por ejemplo, la producción de televisores de cinescopio y otros aparatos electrónicos. "Lo peor que pueden hacer las autoridades en desarrollar proveedores para fabricar productos que ya van de salida" o en ramas donde el acceso es cada vez más difícil debido a la concentración de empresas y las fusiones, como la industria automotriz.

Los programas sectoriales sólo contendrán líneas generales y las acciones específicas de cada uno deberán discutirse con las industrias involucradas; además, requieren estrategias en aduanas, acuerdos con transportistas, creación de infraestructura y definir la vocación productiva de cada región del país.