Acudió a Altamirano para hablar con bases zapatistas
Ofrece Pablo Salazar castigar a los asesinos de López Santiz
No tengo "ningún compromiso con la impunidad", señala
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
Altamirano, Chis., 19 de agosto. Durante un encuentro con bases zapatistas del municipio autónomo 17 de Noviembre, el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía se comprometió a detener y encarcelar a los asesinos del indígena José López Santiz, ultimado el 7 de agosto en las inmediaciones de este poblado.
El diálogo en plena calle se dio por la tarde en medio de las tensiones que hoy se acrecentaron en Altamirano debido a que las autoridades no han detenido a los tres presuntos responsables de la muerte de López Santiz. Tal situación originó que cientos de bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) realizaran por la mañana una marcha por el poblado, cerraran algunos accesos y entraran a los domicilios de los presuntos asesinos a sacar bienes para, "de acuerdo con la justicia indígena, entregarlos a la viuda".
"ƑPuede comprobar que es usted el gobernador?"
Ante el riesgo de que los compañeros de López Santiz se hagan justicia por propia mano, Salazar Mendiguchía decidió acudir a Altamirano para hablar con los inconformes, acompañado por sus secretarios de Gobierno, Emilio Zebadúa González, y de Pueblos Indios, Porfirio Encino, entre otros.
-Soy el gobernador, vengo en son de paz, desarmado, sin policías, quiero platicar con ustedes, y con el mismo respeto con que los he tratado siempre, quiero que me escuchen sobre lo que estamos haciendo para detener a los culpables -dijo el mandatario a los más próximos.
-Sí, pero más después, porque ya esperamos mucho tiempo y el gobierno no ha hecho nada -le contestó uno.
Luego intervino otro hombre: "Espera, pues". El mandatario respondió: "Sí, consulte usted. Vengo en un plan de buena voluntad, con colaboradores míos porque no vengo a tratar con delincuentes, sino con gente que sabe escuchar y hablar".
Otro lo encaró y preguntó: "ƑPuede comprobar que es usted el gobernador?"
-Cómo no, soy el gobernador, Ƒno me conoces? -le dijo al tiempo que se quitaba la gorra y sonreía al igual que quienes lo rodeaban.
-ƑPablo Salazar?
-Sí.
-Es que nosotros no conocemos al gobernador; somos indígenas y campesinos. Sólo los ricos y millonarios conocen a su gobernador -se oyó entre los cientos de hombres y mujeres que escuchaban.
Mientras movía sus brazos, como buscando algo, insistió: "Soy el gobernador. No cargo identificación, pero soy el gobernador. Seguramente muchos de ustedes me conocen". Algunos asentían.
Finalmente acordaron consultar si lo recibían, y 10 minutos después lo llamaron para dialogar. Acto seguido, varios hombres se tomaron de las manos para formar un pequeño cerco y proteger al mandatario.
Salazar Mendiguchía les dijo entonces que su gobierno "no tiene ningún compromiso con la impunidad", y que espera que pronto sean detenidos Benjamín Montoya Oceguera, Baltazar Alfonso Utrilla y Belisario Castellanos Gómez, presuntos asesinos de López Santiz.
"Sé que por naturaleza ustedes descon-fían del gobierno, y no tienen razones para confiar en él, pero nuestra administración es diferente", expresó al tiempo de entregarles varios documentos acerca de la consignación de la averiguación previa ante el juez, y pedirles: "no se hagan justicia por su propia mano; no incurran en delitos, porque su lucha es limpia".
Uno de los dirigentes explicó que, efectivamente, hoy las bases zapatistas entraron en la casa de los presuntos asesinos para ver si estaban ahí, y sacaron algunos bienes porque "en nuestra ley zapatista el que asesina tiene que mantener a la viuda, y si tiene bienes la mitad es para ella".
Añadió: "lo hacemos en claridad y con conocimiento de usted; lo que queremos de usted, señor gobernador, es que nos presente a los tres responsables. Los zapatistas no los vamos a matar, vamos a hacer justicia. Queremos platicar con ellos y que nos digan por qué motivo mataron al compañero. Queremos que cuando los tenga usted en sus manos nos lo mande aquí para platicar. ƑTe acuerdas de Absalón Castellanos, que siendo un millonario, que ha hecho muchas cosas, no se le mató, sino que se hizo justicia?"
Otros tomaron la palabra para insistir en que cuando sean aprehendidos los tres presuntos homicidas, deberán ser entregados a las autoridades autónomas del municipio 17 de Noviembre para ser juzgados. "Si usted dice que va a hacer justicia, traiga a los asesinos y los vamos a enjuiciar de acuerdo con nuestra ley."
Ustedes saben, les dijo entonces, que un gobernador protesta sobre la Constitución, "y yo la respeto. Voy a entregar a esas personas a la justicia que reconoce la Constitución, para que no digan que los vine a engañar. No vengo a decirles que se los voy a entregar, se los voy a entregar a la justicia que la Constitución reconoce".
-šNos viniste a engañar, señor gobernador! Vino a engañar a los zapatistas. ƑVerdad que sí, compañeros? -gritó irritado uno de los interlocutores del jefe del Ejecutivo estatal.
-šSííí! šGobierno corrupto, proteges a los asesinos! -respondieron a coro.
-Yo no hubiera tomado el riesgo de venir aquí para engañarlos.
-Nosotros pedimos que nos traigas aquí a los asesinos.
-Muy bien.
Los voces de enojo iban creciendo. "ƑDónde quedó la justicia de los tres compañeros que murieron en Morelia y la compañera en Ocosingo? Hasta en su gobierno hay impunidad, si no, ya nos hubiera traído a los tres asesinos."
El mandatario rechazó la acusación, y les dijo que es el único gobernador que ha liberado a zapatistas en todo el país.
-Fueron liberados por la movilización de los pueblos indígenas y de la sociedad -le respondieron.
Después el gobernador expresó que cuando fue miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación apoyó a los zapatistas. Le contestaron: "Sí, ahí ganó su posición política, mejor dicho; tal vez mucha gente confió en usted, pero ahorita no está cumpliendo".
Cuando el diálogo apenas había iniciado, fue extendida una gran manta con la leyenda: "Pablo Salazar, responsable directo de la contrainsurgencia en Chiapas". El mandatario respondió: "Eso es injusto. Ustedes ya sintieron cómo fue el gobierno de Roberto Albores; ahí sí había contrainsurgencia, promovían la deserción de zapatistas, pagaban para todo eso. Este gobierno nada tiene contra los zapatistas, es de paz. Nadie nos puede acusar de contrainsurgencia, eso injusto. Si yo tuviera sucia la conciencia, no hubiera venido indefenso".
Pero los zapatistas insistieron en que los proyectos con que apoya a algunas comunidades "son contrainsurgencia".
También la viuda de José López Santiz se acercó a Pablo Salazar para decirle que el día del asesinato pidió ayuda a agentes de seguridad estatal para que detuviera a los presuntos responsables, "pero los porquerías policías no quisieron".
El gobernador les agradeció y se despidió en buenos términos, y cuando se enfilaba hacia el vehículo los zapatistas comenzaron a gritar: "šEZLN, EZLN! šZapata vive, la lucha sigue!"
Violencia en Chamula
Por otra parte, indígenas católicos tradicionalistas y evangélicos del municipio de San Juan Chamula se enfrentaron a golpes esta tarde, con saldo de al menos una docena de lesionados, presuntamente por motivos religiosos.
El juez municipal Salvador Hernández explicó que los hechos ocurrieron en los parajes de Tzajaltetic y Botatulán, luego de que los protestantes exigieron la aceptación e inscripción de sus hijos en escuelas públicas, lo cual les ha sido negado por los tradicionalistas.
Al terminar las clases esta tarde, los padres de los niños evangélicos fueron a protestar, lo que provocó un discusión que calentó los ánimos. Lanzaron piedras a sus oponentes, por lo que los católicos solicitaron apoyo de otras comunidades para vengarse.
Como resultado de la refriega, al menos 10 personas de ambos grupos salieron lesionadas. Algunas de éstas afirmaron que se escucharon disparos de armas de fuego.