BAJO LA LUPA
Alfredo Jaliffe-Rahme
Bancos de EU instigaron los fraudes
Derivados financieros, herramientas de desvío
Fondos de pensiones, objetivo final de Enron
NO HAY QUE asombrarse de que el precio del petróleo
haya iniciado su ascenso irresistible por encima de los 30 dólares
el barril, que nada tiene que ver con el simplismo aldeano de la "oferta
y la demanda" que, paradójicamente, en estos momentos se encuentra
abatida por los efectos de la recesión global en ciernes. El indisociable
binomio gas/petróleo se cotiza de acuerdo con la nueva geopolítica
medioriental y con la "guerra financiera global", que no se atreve a pronunciar
su nombre para someter al euro y al yen.
EL EQUIPO BUSH intenta, primero, salvarse a sí
mismo, luego, rescatar las megafusiones de las "cuatro hermanas" anglosajonas
(Exxon-Mobil,Texaco-Chevron, BP y Royal Dutch-Shell) y, por último,
subsidiar a su banca quebrada y tan indispensable en estos momentos para
realizar los operativos financieros apropiados por medio de las "cuentas
invisibles" (off balance sheet) del mercado de los "derivados" especulativos
en los paraísos fiscales.
HASTA LA COMISION Federal Regulatoria de Energía
(FERC, por sus siglas en inglés), la gran proxeneta de los fraudes
de la "nueva economía" en el circuito financiero-contable de Wall
Street, no ha tenido más remedio que filtrar a regañadientes,
en un reporte preliminar del 18 de agosto pasado, las evidencias de los
fraudes deliberados del sector energético, en particular de la gasera
mafiosa texana Enron, con un retraso de dos años, según reseña
Richard Oppel (NYT 14-08-02). Los "derivados financieros" constituyeron
la herramienta principal para perpetrar los criminales fraudes de los cárteles
energéticos que manipularon al alza los precios en California, gracias
a la cobertura del gran engaño de la "desregulación" (donde
el Estado no puede intervenir ni para detener el incremento brutal de los
precios). La FERC admite que una de las mafiosas empresas energéticas
texanas "se vio involucrada en transacciones de compraventa de elevadas
ganancias con entidades mexicanas". ¿Cuáles fueron tales
"entidades" mexicanas? ¿En el hilarante Congreso de la Unión
de México (sic) no leen el New York Times para iniciar
una investigación en paralelo a su homólogo de EU, sobre
las actividades fraudulentas de las mafiosas gaseras texanas con las "entidades
mexicanas"? ¿Será por ello que Ax Yzaguirre, anterior director
de la filial mexicana de Enron en la etapa zedillista, ahora colabore con
Rick Perry, el gobernador mexicanófobo de Texas, en los Servicios
Públicos de Energía estatal? ¿Será también
por ello que Mario Jaime Willars, íntimo de Zedillo y segundo hombre
de Pemex en el sexenio anterior, sea ahora el director de la filial mexicana
Enron?
NADA PUDO HABER sucedido sin el invaluable apoyo
de la banca de Estados Unidos, en especial de JP Morgan Chase y Citigroup,
al parecer, ambas quebradas en silencio e intervenidas en las penumbras
por la Reserva Federal. El Subcomité Permanente de Investigaciones
del Senado (SPIS, por sus siglas en inglés) aporta la evidencia
incontrovertible (Financial Times 7-07-02) de que "los bancos fueron
los padrinos y los inventores de los fraudulentos diseños
financieros por medio de la 'contabilidad invisible' (off balance sheet);
algunas instituciones ayudaron a Enron en forma activa (nótese:
"en forma activa"; no pasiva) a cambio de ganancias de comisiones y consideraciones
favorables en otros negocios". La evidencia indica que Enron no hubiera
sido capaz de involucrarse en la amplitud del engaño que realizó
de no haber sido por la participación activa (nótese, de
nuevo: "activa") de las principales instituciones financieras. A sabiendas
del estado putrefacto de la contabilidad de las empresas energéticas,
"las instituciones financieras permitieron que los inversionistas confiaran
en sus tramposos estados financieros".
UN TRUCO CONTABLE versaba sobre el uso de los "prepagos"
con los bancos: "los préstamos fueron maquillados como ventas de
energía pagadas anticipadamente". Enron, por medio de Mahonia, subsidiaria
fantasma de los paraísos fiscales, capturó
"8 mil millones de dólares en prepagos con una duración de
seis años", lo que le permitió "subestimar sus deudas en
40 por ciento y sobrestimar sus flujos de operaciones de fondos en 50 por
ciento".
LOS CARTELES FINANCIEROS mafiosos poseen su propia
semántica delincuencial: a las subsidiarias fantasmas en
los paraísos fiscales las denominan en forma exquisita: "vehículos
de propósitos especiales" (SPV, por sus siglas en inglés).
¡Pues vaya "vehículo", no se diga "propósito" tan "especial"!
¡AH!, SE NOS olvidaba: las operaciones fueron
avaladas por Arthur Andersen, la empresa contable hoy extinta. Por fortuna,
todo concluyó con la quiebra de Enron el 2 de diciembre de 2001,
porque el objetivo final de la codicia era nada menos que arrasar con los
fondos de pensiones de los de por sí defraudados empleados, según
la confesión de Andy Fastow, ejecutivo financiero máximo
de la mafiosa gasera texana. "¡Debemos atraer el dinero de los fondos
de pensiones aquí!" ¿Qué hubiera pasado con los recursos
de jubilación de los ciudadanos estadunidenses en las garras de
los piratas de Enron, gracias al apoyo de Citigroup y J.P. Morgan Chase,
los instigadores de todas las burbujas especulativas de Wall Street?
CORTO DE ALTERNATIVAS viables y creíbles,
al quebrado capitalismo mafioso de corte monetarista/fiscalista solamente
le queda un último recurso: eviscerar los fondos de pensiones de
los empleados, quienes en forma ingenua han depositado su "confianza" en
sus "patrones" (¡y en los banqueros!) para el manejo de sus cuentas.
Otra vez el cuento inagotable del zoológico de los lobos feroces
al rescate de los polluelos; ahora el equipo Bush le llama "privatización
del seguro social" (en Estados Unidos, desde luego).
EXISTEN OTROS BANCOS inmiscuidos en las transacciones
de "prepago" encubierto con Enron: Fleet Boston Financial Corp. y Crédit
Suisse First Boston, ambos aportaron mil millones de dólares en
"prepagos" engañosos en los últimos 10 años. Según
The Wall Street Journal (22-07-02), ningún banco supera la
crapulosidad en los "prepagos" de JP Morgan Chase (3 mil 700 millones de
dólares) y Citigroup (4 mil 800 millones) que "donaron" generosamente
a Enron. Llaman flagrantemente la atención las dos pesas y medidas
que maneja el ilustre senador Carl Levin, demócrata por Michigan,
quien se ha ensañado contra la correduría Merrill Lynch y
sus fraudes financieros con Enron, mientras protege las "hazañas"
de Goldman Sachs. Resulta que esta correduría tuvo como jerarca
durante un cuarto de siglo a Robert Rubin, el ex secretario del Tesoro
del equipo Clinton. Goldman Sachs realizó el negocio del siglo con
los Tesobonos mexicanos gracias a la presunta colusión de Zedillo,
y no es gratuito que el argentino Martín Werner, el firmante de
los pagarés de Fobaproa/IPAB, se haya ido a refugiar a su sede neoyorquina.
De Goldman Sachs había sido director Jon Corzine, quien por medio
de una campaña que costó 60 millones de dólares prácticamente
adquirió (literal) su escaño en el Senado por el estratégico
Nueva Jersey (The Washington Times 25-07-02). Luego los "votantes"
se asombran de que los "leales" congresistas (estadunidenses, obviamente)
encubran a sus mecenas. Pero resalta más que el quisquilloso senador
Carl Levin se resista a citar a audiencia a Robert Rubin, el mancillado
ex secretario del Tesoro y, por encima de todo, hoy segundo de a bordo
de Citigroup, quien además intentó salvar a Enron por medio
de la manipulación de los "grados de inversión" de las descalificadas
"calificadoras" (Moody's y Standard & Poor's): un enésimo ejemplo
para aquellos que veneran en forma idólatra los dictámenes
de las "calificadoras". Muy "precavido" y "pulcro", cual su costumbre de
banquero impoluto (estos son los peores), Robert Rubin, el "salvador de
Zedillo" con su paquete de "rescate" (otro cuento chino que el Partido
Republicano nunca se comió, porque siempre supieron que se trataba
de un negocio "cuadrado" de Goldman Sachs) abordó a las "calificadoras"
por medio de Salomon Smith Barney (filial de Citigroup) para "salvar" a
Enron.
LA AUTOPSIA DE Enron sirve muy bien para las clases
de criminalística financiera, pero la participación de los
bancos en la burbuja del sector energético estadunidense por 8 mil
millones de dólares, en seis años, representa migajas frente
a los 1.1 billones de dólares que aportaron a la burbuja de las
telecomunicaciones en los seis años recientes (¡200 mil millones
al año!), ya no se diga los 2.3 billones que en el mismo lapso han
inflado la burbuja de los bienes raíces.
QUIZA LO MAS interesante se centre en la disfuncionalidad
de la mítica banca de Estados Unidos y, en particular, de JP Morgan
Chase y Citigroup, arrasados por sus sicóticas operaciones especulativas
en el mercado de "derivados": JP Morgan Chase cuenta con 713 mil millones
dólares en activos, y 24 billones en "derivados" (¡33.6 veces
más!); Citigroup posee activos por un billón de dólares
y 9 billones en "derivados" (nueve veces más); Bank of America tiene
activos por 620 mil millones y dispone de 10 billones en "derivados" (¡16
veces más!)
EN LOS PASILLOS de Wall Street corren fuertes rumores
sobre la "quiebra secreta" (¿qué no es "secreto", "invisible"
y esotérico en la fraudulenta "nueva economía"?) que JP Morgan
Chase y Citigroup, y parece que Bank of America, acaban de aplicar para
un rescate "secreto".
TRES LIBROS PODRIAN brindar algo de luz sobre los
manejos financieros de la "vieja banca": 1. Los prestadores de dinero,
de Anthony Sampson; 2. Los banqueros: la futura generación,
de Martin Meyer, y 3. Secretos del templo: cómo la Reserva Federal
maneja al país, de William Greider. Los tres han quedado totalmente
rebasados y no se ha escrito nada aún sobre la "nueva banca" y su
manejo de los "derivados" a través de las "cuentas invisibles" en
los paraísos fiscales, como delata la autopsia criminalística
de Enron coludida con los principales bancos estadunidenses; sus genuinos
instigadores. ¿Quién será el "guapo" (qué mejor
que sea "guapa") que se atreva a publicar "el lado oscuro de la banca de
Estados Unidos"?