Mading Deng, representante de la ONU
El gobierno mexicano debe reforzar acciones para lograr
la paz en Chiapas
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
Los Chorros, Chis., 23 de agosto. El gobierno mexicano
tiene que tratar de lograr que haya paz para que se dé la reconciliación
entre las comunidades divididas y retornen miles de refugiados, afirmó
Francis Mading Deng, representante de la Organización de Naciones
Unidas (ONU) para Personas Internamente Desplazadas.
Al dirigir un mensaje ante cientos de indígenas
tzotziles miembros de la organización civil Las Abejas, que el año
pasado retornaron "sin justicia" a distintas comunidades de Chenalhó
después de permanecer desplazados más de tres años,
el representante de la ONU dijo que ha sentido "una gran apertura, franqueza
y deseo del gobierno para discutir la forma de cómo solucionar el
problema de los (11 mil) desplazados internos" en Chiapas.
Sin
embargo, añadió, "quiero repetir una cosa: el gobierno no
me ha propuesto una solución para todos los problemas de los desplazados,
pero lo importante es que está abierto y dispuesto a buscar una
solución, y el hecho de que yo esté aquí es el principio
de esa solución". Señaló que al final de su visita
"podré hacer recomendaciones al gobierno, con bases sólidas,
respecto a cómo tratar de solucionar el conflicto".
Frente a hombres, mujeres y niños que vestían
trajes regionales y lo escuchaban con atención, Mading Deng aseveró
que "con los desplazados uno se da cuenta de que generalmente son siempre
las mismas personas: campesinos pobres, personas que son segregadas por
ser indígenas y todo tipo de minorías".
La primera actividad que tuvo el enviado de la ONU fue
en Polhó, donde fue recibido en privado por el concejo autónomo
zapatista de ese lugar, luego de esperar más de media hora en la
entrada, que es custodiada por bases de apoyo del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN).
"Lo que dijeron es directamene para mí, pero no
difiere mucho de la información que disponía", afirmó
el enviado de la ONU al salir del lugar. Expresó que "el hecho de
venir aquí, reunirnos con la comunidad autónoma y tener una
discusión franca me parece, quizá, lo más importante".
Después se dirigió a Los Chorros, considerada
por organismos no gubernamentales como la "cuna" de los paramilitares de
Chenalhó y donde presuntamente se planeó la matanza de 45
indígenas en Acteal el 22 de diciembre de 1997. Fue recibido con
música tradicional y aplausos.
En su mensaje, aseveró que "todos los países
que represento están preocupados por su situación". Sostuvo
que el hecho de haber hablado con el gobierno "me permite ser optimista
y creer que tras el diálogo que tengo con ustedes, cuando yo trasmita
sus preocupaciones, el gobierno sí podrá dar una solución".
Les dijo que "su causa y sus problemas son conocidos en
el mundo entero y en el gobierno, y yo los conozco también".
Mading Deng tenía programa otra visita a una comunidad
del norteño municipio de Tila, pero por motivos climatológicos
el helicóptero en el que viajaría desde Los Chorros no pudo
aterrizar, lo que dio pie a que mientras se aguardaba su posible descenso
en el helipuerto militar, el general José Luis Carrillo lo invitara
a pasar a un comedor del campamento castrense.
La visita no estaba contemplada en el programa oficial.
El militar le explicó que "desde 1994 el problema
más grave que se ha presentado ha sido la matanza de 45 personas
en la comunidad de Acteal".
Además, le informó que a principios de 1998,
a raíz de la matanza, el Ejército Mexicano estableció
en Chenalhó 20 grupos de labor social, pero ahora sólo quedan
10. Diariamente, comentó, las tropas proprocionan alimentación
a unos 700 indígenas. "Las actividades del personal militar están
fundamentadas en la Constitución y únicamente se realizan
para coadyuvar al esfuerzo de todas las dependencias federales y estatales
que laboran en el área", explicó.