Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 26 de agosto de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Editorial
 
 
QUE ESPERAR DE JOHANNESBURGO

SOL CORNISA 1Hoy da inicio en la metrópoli económica de Sudáfrica la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, encuentro en el que miles de representantes de gobiernos, organismos internacionales, empresarios y organizaciones no gubernamentales intentarán dar algunos elementos de viabilidad a las acciones globales más urgentes para aliviar el proceso de deterioro social y ambiental en el que se encuentra sumido el modelo político-económico que domina el planeta.

A estas alturas resulta claro que, para subsistir, ese modelo tiene que producir y ahondar desigualdad entre individuos y entre naciones, hasta el punto en que grupos humanos enteros, países y regiones, se vuelven inviables. Asimismo, es evidente que la devastación de los recursos naturales -tanto los renovables como los que no lo son- y la producción de ingentes e incontrolables cantidades de venenos y de basura resultan consustanciales a la lógica económica que ha sido impuesta por Estados Unidos, Europa Occidental y las potencias industriales asiáticas al conjunto de la humanidad.

Por otra parte, no hay razones para dudar que los impactos político-sociales y ambientales causados por la lógica del nuevo liberalismo mercantil no sólo están generando escenarios de catástrofe -hambrunas, inestabilidad, desastres ambientales, conflictos armados- en los países pobres de la periferia sino que, tarde o temprano, habrán de revertirse contra las naciones y las sociedades del occidente industrializado. El deterioro climático no conoce fronteras, y los flujos de migración (cada vez más difíciles de detener) que desde ahora se producen a consecuencia de la depredación económica de los países más débiles son ya preocupaciones estratégicas para la Unión Europea y para las mentalidades más lúcidas de Estados Unidos.

Otra convicción que se ha asentado en los diez años transcurridos desde la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro es que la preservación ambiental y el desarrollo social son asuntos estrechamente vinculados y que no pueden tratarse por separado. Por eso ayer, al dar la bienvenida a los participantes al encuentro de Johannesburgo, el presidente sudafri- cano, Thabo Mbeki, señaló la necesidad de abordar en la reunión que hoy se inicia la lucha contra lo que llamó atinadamente "el apartheid global", es decir, el creciente abismo entre las sociedades de consumo estadunidenses, europeas y asiáticas, por una parte, y los miles de millones de pobres y miserables que subsisten con un dólar al día o menos en América Latina, Africa, Asia, Medio Oriente y Europa oriental.

Estas convicciones perentorias, que serán expresadas en Sudáfrica por los movimientos civiles de resistencia global, pero también por estadistas como Fidel Castro, Yasser Arafat y el propio Mbeki, habrán de enfrentar la ambigüedad de Europa occidental, así como el abierto desprecio hacia el tema del desarrollo sustentable por parte del actual gobierno de Estados Unidos, para el cual los asuntos de preservación ambiental y desarrollo humano ocupan uno de los últimos sitios en su lista de priori- dades. De hecho, el presidente George W. Bush no asistirá al encuentro de Johannesburgo y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien cada vez se muestra más impúdico en su servilismo a Washington, no ha confirmado su presencia en el encuentro.

En tales circunstancias, cabe esperar que del encuentro en Sudáfrica surjan llamados a la conciencia mundial sobre la necesidad de armonizar el desarrollo humano con el respeto al entorno, pero es poco probable que se logren formular acciones concretas para contrarrestar la catastrófe causada en el mundo, tanto en lo ambiental como en lo social, por las actuales reglas políticas y económicas.
 

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año