La dirigencia palestina pedirá la intervención
del cuarteto para Medio Oriente
Amenaza la ANP con congelar sus planes de reforma en
protesta por la reocupación israelí
Detienen a dos líderes del FPLP en Ramallah
Nueva incursión de Tel Aviv en Gaza
AFP Y REUTERS
Ramallah, miercoles 28 de agosto. Tropas israelíes
detuvieron ayer a dos dirigentes del Frente Popular de Liberación
de Palestina (FPLP), dos horas después de que fue capturado un jefe
del grupo integrista Hamas en Cisjordania. Asimismo, la Autoridad Nacional
Palestina (ANP) anunció que congelará todos los planes de
reforma de su organización en protesta por la reocupación
israelí de las ciudades autónomas.
A
primera hora de este miércoles las tropas del ejército israelí
apoyadas por tanques y vehículos blindados ingresaron a la ciudad
de Gaza. Testigos dijeron que se instalaron puestos de vigilancia en un
cruce que conduce a la parte nueva de la ciudad y que las tropas se instalaban
en un área junto a la playa, que es una zona bajo control palestino.
Un acuerdo para que Israel se retirara paulatinamente
de los territorios reocupados fue suspendido por Tel Aviv el fin de semana
pasado con el argumento de que la ANP no ha cambiado su actitud de inmovilismo
hacia los activistas palestinos. El ejército israelí detuvo
en diversos operativos a otros 10 palestinos.
Bashir El Jiri y Alm Jararad, ambos líderes del
FPLP, fueron detenidos en Ramallah la madrugada del martes, lo mismo que
otro miembro del grupo que no fue identificado. Qaed al Ghul, representante
en Gaza del movimiento, denunció que estas detenciones ocurrieron
al cumplirse un año del asesinato del secretario general de FPLP,
Abu Ali Mustafa, cuando soldados israelíes dispararon contra su
oficina en esta ciudad.
Las detenciones, señaló Ghul, demuestran
que Israel prosigue con su política de capturas y asesinatos para
debilitar al FPLP, "pero esto no afectará nuestra lucha contra la
ocupación". En el campo de refugiados de Dheishi, cerca de Belén,
unos 200 palestinos conmemoraron el asesinato de Mustafa en una marcha.
Por otra parte, la prensa israelí destacó
que siete árabes israelíes han sido detenidos por su presunta
complicidad con el movimiento Hamas en el atentado suicida del pasado 4
de agosto a bordo de un autobús en el norte de Israel en el que
murieron nueve personas. El anuncio de estas detenciones provocó
que los diarios israelíes cuestionaran la lealtad de la comunidad
árabe-israelí, considerada por Tel Aviv ajena al conflicto
con los palestinos.
Por otro lado, la ANP anunció ayer que congelará
todos los planes de reforma de su organización, pues la reocupación
israelí persiste en las ciudades autónomas, luego de que
Israel se retiró de un acuerdo bilateral para comenzar un repliegue
gradual de sus tropas de los territorios palestinos. En un comunicado,
la ANP subrayó que las elecciones previstas para finales de este
año o principios de 2003, bajo supervisión internacional,
se realizarán según la agenda.
Además, la ANP anunció que solicitará
la intervención del llamado cuarteto para Medio Oriente (integrado
por Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y Rusia) para poner
fin a la reocupación, en el encuentro que mantendrán el próximo
16 de septiembre.
Autoridades militares israelíes dijeron este martes
que se reducirán las restricciones impuestas a algunos palestinos
que ingresen a Israel desde Belén, debido a la "calma relativa"
que ha habido en dicha ciudad desde que hubo un repliegue de tropas la
semana pasada.
Por último, la organización que representa
a los colonos israelíes en los territorios palestinos, el Consejo
de Implantaciones de Judea-Samaria, anunció este martes en un comunicado
que ha comenzado una campaña para convencer al gobierno israelí
de "derrotar a los palestinos y terminar la guerra".
Los colonos exigen a las autoridades destruir las casas
donde hayan estado autores de atentados antisraelíes y las de todos
sus simpatizantes, y la expulsión sistemática de familiares
de los atacantes. También pidieron que el ejército confisque
50 mil armas que, estiman, están en poder de los palestinos. "No
enfrentamos una insurrección popular, sino una verdadera guerra
lanzada por una dirección palestina que no acepta el derecho de
Israel a la existencia en tanto Estado judío", sostiene el comunicado
del consejo.