Mañana presentará nuevo disco
en El Arrabalero
La técnica de Scapola, producto de una vida
de tangos y milongas
ARTURO CRUZ BARCENAS
El bandoneonista argentino Domingo Scapola, radicado en
México desde 1975, presentará mañana, miércoles
4 de septiembre, su nuevo disco Tangos y milongas pa'bailar, el
cual constituye una aportación al patrimonio del género,
afirma Jesús Martínez Portilla, integrante de la Academia
Mexicana del Tango.
Oriundo
de Buenos Aires, el músico formó parte de la orquesta de
Francisco Canaro; fue el primer bandoneón de las orquestas de Lorenzo
Barbero y Héctor Varela. Luego formó su propio conjunto orquestal,
llamado El Quinteto del Ayer, del que fue director y arreglista. En México
se ha presentado en el Teatro de la Ciudad, la Sala Nezahualcóyotl,
el Teatro Hidalgo y Corrientes 3-4-8, entre otros, así como en programas
de radio y televisión.
Ha hecho giras por Colombia, Guatemala, Venezuela, Chile
y Japón: aquí estuvo seis meses y dirigió sus arreglos
con una orquesta de músicos del país del Sol Naciente. Su
técnica es producto de una larga carrera que inició cuando
era adolescente. Son apreciadas sus interpretaciones de tangos, valses,
milongas y piezas de folclor. Su disco contiene algunas bellezas sonoras,
como Verano porteño, de Astor Piazzolla; Tanguera,
de Mario Mores; Gallo ciego, de Agustín Bardi, y La cumparsita,
de Gerardo Matos.
Placer de afinidad
Consideró que ha predominado la tendencia de aculturizar
al tango, pero él se inclina por el que ha sido más afín
a todo el mundo. Para Martínez Portilla "es un placer bailar tango
-casi un privilegio- de afinidad de personas, sobre todo jóvenes,
lo que no es sorprendente; el tango lo creó la gente joven de finales
del siglo XIX. Es bastante conocido el auge actual que ha tenido esta danza
en algunos países europeos, asiático y de América
del Norte, así como en la misma Argentina y otros países
sudamericanos".
Con Scapola, "el tango vuelve la cara a sus orígenes,
a los lugares de su nacimiento en forma de danza: los cafetines danzantes
de las zonas portuarias, las academias montevideanas, las casas de baile
corraleras de Buenos Aires.
"Después vino el canto, que si bien al principio
utilizó letrillas cortas, festivas y llenas de picardía,
porteriormente surgió la temática letrística de profundo
contenido social, que cubre toda la gama de emociones y sentimientos humanos,
factor que, sumado al inmenso contingente de músicos, cantores,
compositores y autores que a lo largo de más de cien años
le han aportado su talento, ha convertido al tango en el género
popular más difundido, además de aceptado, mundialmente.
"Aunque no todos lo bailan, ¿quién no ha
disfrutado ver bailar el tango, ya sea en el cine, en algún espectáculo
o en una milonga?" El tango, así, es el abrazo del sentimiento que
acerca soledades.
Scapola habló con este medio en un Cafe-sito de
la calle Concepción Béistegui. Pidió, antes de comenzar
la entrevista, que se le permitiera dar un contexto que alejara las preguntas
que los legos le han hecho durante casi tres décadas. Se despide
de los clichés, de los lugares comunes del tango que lo reducen
al drama, que sí lo es, pero no sólo.
Censura que se haya convertido en género escuchado
por gente de dinero, que puede pagar el cover, el trago, la cena.
Algo tan popular, tan pleno de arrabal, de historia, calle y desveladas,
de sol y luna.
Mañana será una buena oportunidad para escuchar
La cumparsita, Danzarín, Milonga para el arriero,
en el restaurante-bar El Arrabalero, ubicado entre Dinamarca y Marsella,
colonia Juárez, a partir de las 21 horas.