El PRD plantea que se retire el capítulo;
la UNORCA demanda una "moratoria"
Piden revisión del rubro agropecuario del TLC
Se debe proteger al sector
CIRO PEREZ SILVA
El diputado perredista Tomás Torres Mercado llamó
al Congreso a retirar del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) el rubro agropecuario para proteger al sector de la misma
forma que el gobierno estadunidense lo ha hecho con sus productores del
campo.
El legislador dijo que un tratado de esa naturaleza tiene
rango de ley pero puede ser objeto de modificación. Mencionó
que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido un
criterio firme en el sentido de que, en un nivel inmediatamente inferior
a la Constitución Política, se ubican los tratados, celebrados
por el Presidente de México y aprobados por el Senado de la República.
"El problema de la producción agropecuaria es severo.
Con economías rurales desmanteladas, productores medios, incrementos
en más de 400 por ciento de insumos y combustóleos y con
la apertura ya casi total de las fronteras, sin duda que el TLC será
un golpe fatal al sector agropecuario nacional", señaló.
En este sentido, propuso que si el gobierno de Estados
Unidos, de manera soberana, se ha dado una ley para proteger a sus productores
locales agropecuarios, el Congreso mexicano, en ejercicio de esa misma
soberanía, retire la vigencia del TLC en la parte que tiene que
ver con el intercambio comercial en la materia. "Todavía es tiempo
de corregir este mal, que puede provocar sin lugar a dudas un estallido
social de dimensiones poco vistas en nuestro país", advirtió.
Durante
la sesión ordinaria de ayer, los partidos externaron su punto de
vista sobre el año legislativo que se inicia. Por el PRI, el vicecoordinador
Jorge Carlos Ramírez Marín señaló que dos visiones
podrían prevalecer en estos momentos: una, ir hacia atrás,
juzgar lo que no se ha hecho y calificar a los demás.
"La otra visión es francamente optimista y es la
que compartimos. Hoy inauguramos la etapa decisiva, el momento crucial,
lo que hemos conversado, arreglado, negociado, pactado, predictaminado
y dictaminado, y que ahora tiene que concretarse. Se inicia, si queremos,
la etapa más productiva de la Cámara de Diputados. No es
tiempo de nostalgias anticipadas ni de rasgarse las vestiduras pretendiendo
justificar con los errores del Congreso los propios; es tiempo de hacer,
es tiempo de logros", expuso.
A su vez, el panista Cuauhtémoc Cardona Benavides
destacó que los 100 dictámenes aprobados durante esta Legislatura
demuestran la voluntad de acordar más que de disentir; "así,
después de dos años de trabajar juntos y pese a nuestras
diferencias, el balance es sin duda positivo, pues hemos puesto por encima
de nuestras afinidades, de nuestros intereses partidistas, la modernización
del país y hace poco la gobernabilidad de la Cámara".
En contraste, el diputado José Manuel del Río
Virgen, de Convergencia por la Democracia, sostuvo: "no hemos sido aún
la Legislatura de la transición democrática, entendida ésta
como el espacio plural por excelencia donde los partidos políticos
con diversas ideologías son capaces de construir una nueva nación
llena de oportunidades legales para todos; sin embargo, se construyeron
escenarios políticos que no permitieron que el país se quedara
en la inmovilidad".
Apuntó: "Los mexicanos quieren imaginación
política de nosotros para concretar las grandes reformas estructurales
que cambien el rumbo del país. Hemos aprobado reformas importantes,
pero no suficientes para adentrarnos en los abismos de la pobreza y la
desigualdad".
El petista José Narro Céspedes señaló:
"decir que este periodo de sesiones es crucial para México no es
un simple recurso retórico, sino un hecho candente y real. A pesar
nuestro, los tiempos políticos electorales se han privilegiado en
desmedro de la agenda política nacional".
La organización campesina sugiere suspensión
de 3 años
MATILDE PEREZ U.
La Unión Nacional de Organizaciones Rurales Campesinas
Autónomas (UNORCA) demandó la revisión del capítulo
agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) y propuso, como medida emergente, una moratoria del acuerdo durante
los próximos tres años para proteger la soberanía
alimentaria del país.
Al inaugurar un seminario internacional sobre políticas
agrícolas en América del Norte, Alberto Gómez Flores,
coordinador ejecutivo de la UNORCA, insistió en que el gobierno
federal firme con los campesinos un acuerdo nacional para definir conjuntamente
las políticas dirigidas al sector y abrir espacios de diálogo
y negociación.
Urge revalorizar el papel del campo frente a la sociedad,
reconocer su acción como estabilizador social y generador de empleos;
romper con la economía campesina e indígena es debilitar
la vida social, advirtió.
Ante el subsecretario de Desarrollo Rural de la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa), Antonio Ruiz García, el coordinador ejecutivo de la UNORCA
puntualizó que la exigencia campesina de una moratoria del TLCAN,
ante la liberación de casi la totalidad de los productos agrícolas
a partir de 2003 -excepto maíz, frijol y leche en polvo-, es un
acto de justicia para los agricultores y la nación. "Lo que está
en juego es la sobrevivencia de los pequeños productores y la soberanía
alimentaria; urge compensar las diferencias", abundó.
El gobierno federal, consideró Gómez Flores,
no debe "satanizar" los subsidios para la agricultura; su eliminación,
como lo ha propuesto en la Organización Mundial de Comercio, no
significa un mercado más justo, la pugna debe ser por la imposición
de subsidios diferenciados.
En el país habrá que revisar la política
en la materia para evitar que se concentren en grandes productores y empresas
comercializadoras. Las autoridades federales también deberían
trabajar para eliminar las diferencias estructurales y las prácticas
de comercio desleal, pero hablar de ello, como lo han hecho al anunciar
el blindaje agropecuario, sin una definición de recursos
económicos, es sólo hacer declaraciones de buenos deseos.
A manera de respuesta, el subsecretario de Desarrollo
Rural de la Sagarpa, Antonio Ruiz, propuso un diálogo para tratar
de encontrar puertas de coincidencia: "Tenemos que discutir los diversos
planteamientos para construir consensos y avanzar en los retos que tiene
el campo".
Ruiz reconoció que hay una deuda no saldada con
el sector rural, su situación es crítica, no hay duda de
que debe revisarse el papel de ese ámbito en el desarrollo nacional.
"Pero nadie puede tener el monopolio de la verdad, ni las organizaciones
campesinas ni el gobierno ni la población rural", indicó.
Respecto a la revisión del capítulo agropecuario
del TLCAN, dijo que los campesinos deben reconocer que el tratado comercial
con Estados Unidos y Canadá ha significado grandes oportunidades
para los productores. "Hay segmentos, productores de frutas y hortalizas
que ahora exportan y que antes no tenían oportunidades de negocio".
El funcionario insistió en la búsqueda de
consensos para que por lo menos 60 por ciento de los agricultores estén
conformes, si bien "el otro 40 por ciento regularmente estará en
desacuerdo".