Impostergable, crear un registro de estos instrumentos,
afirma el especialista Gustavo Delgado
Deteriorados, 99% de órganos históricos
que hay en México
De acuerdo con un padrón de la AMMAO, en la República
existen 2 mil artefactos
ANGEL VARGASa
De manera paradójica, entre más se ha profundizado
en los estudios y trabajos de rescate y preservación de los órganos
históricos en el país, mayor es el peligro que se cierne
sobre ellos, al extremo, incluso, de que este patrimonio cultural se encuentra
hoy día en grave riesgo de perderse para siempre.
De ahí que el compositor, organista y organólogo
mexicano Gustavo Delgado apremie a las autoridades culturales a crear un
registro de estos instrumentos, no sólo como forma de evitar su
destrucción, robo y saqueo, sino como primer paso para crear una
red protectora y comenzar el proceso de rescate, restauración y
preservación a escala nacional.
En la actualidad sólo se cuenta con un padrón
somero, que ubica cerca de 2 mil instrumentos en toda la República,
censo que fue levantado durante diversos trabajos de campo de la Academia
Mexicana de Música Antigua para Organo (AMMAO), instancia privada
que es dirigida por Gustavo Delgado y que este año cumple una década
de existencia.
Según
el especialista, quien cuenta con un doctorado en órgano y música
antigua en el Ultrech Conservatorium, la valía de estos instrumentos
trasciende los límites estrictamente musicales y abarca también
otro tipo de aspectos y conocimientos:
"Los órganos históricos son un barómetro
cultural y, como tal, uno de los más precisos que va registrando
el devenir de una cultura, en este caso la mexicana. Son un bastión
a partir del cual podemos redescubrir parte importante de nuestro pasado,
tanto en lo artístico y cultural como de los movimientos sociales.
De ahí la necesidad de preservarlos, estudiarlos y reintegrarlos
a nuestras actividades artísticas. Son, sin duda, un importante
elemento testimonial de nuestro pueblo y de lo que somos."
A pesar de la importancia histórica y estética
de estos instrumentos, señala Delgado en entrevista, hasta antes
de la fundación de la AMMAO poco o nada se había hecho en
el país en aras de ellos. Entre 98 y 99 por ciento están
deteriorados, y en muchos casos los daños podrían ser irreversibles
si no se adoptan medidas para restaurarlos.
El rescate de la cultura organística implica algo
más que la restauración física de los instrumentos.
Es una labor en la que la academia ha concentrado también sus esfuerzos,
que consisten en recuperar ese otro patrimonio que es el intangible, es
decir, su sonido y música, así como su afinación y
las técnicas de conservación.
Una tarea para el futuro
"Hasta la fecha se desconoce cuál es el verdadero
sonido y las características musicales del órgano mexicano
en su gran diversidad de estilos, pues no son iguales los órganos
de Oaxaca que los de Puebla o Guanajuato. Esa es una tarea para el futuro.
Como academia nos preocupa la recuperación de la cultura del órgano
desde todas las diferentes opciones", indica el también compositor.
"No buscamos sólo la conservación de un
mueble, de un material antiguo, sino también todos los criterios
que permean las prácticas musicales de la época colonial.
En la mayoría de los casos la constante ha sido contentarse en contemplar
las cajas y ver las diferencias entre los instrumentos, cuando ante todo
se debe considerar que el elemento central en la construcción de
un órgano es el sonido y que, incluso, el aspecto visual, el plástico,
es consecuencia del sonido y no al revés."
Delgado señala que lo hecho estos 10 años
por la academia es apenas un comienzo. Sin embargo, se dice satisfecho
por la incipiente recuperación de la cultura organística
que ha propiciado la academia con la restauración de cuatro aparatos
barrocos (el de Yanhuitlán, la Basílica de la Soledad y Santa
María de la Asunción, en Tlaxiaco, todos en Oaxaca, así
como el del Santuario de los Remedios, en Cholula, Puebla), el rescate
de obras históricas, el impulso para la creación de partituras
nuevas y la preparación de organistas y organeros jóvenes.
La Academia Mexicana de Música Antigua para Organo
celebrará su décimo aniversario con un magno festival que
tendrá lugar del 12 de septiembre al 12 de diciembre en diversas
partes del país, entre ellas las ciudades de México, Oaxaca,
Puebla y Morelia.
En total serán 19 conciertos y el inaugural -este
jueves a las 20 horas en el Palacio de Bellas Artes- no será de
órgano, sino para dúo en clavecines, con la participación
de los reconocidos intérpretes holandeses Ton Koopman y Tini Mathot.
Koopman actuará al día siguiente como solista y esta vez
sí con el órgano de la Catedral Metropolitana, también
a las 20 horas.
Los demás programas tendrán lugar en la
Basílica de la Soledad, en Oaxaca; el convento franciscano de San
Martín Texmelucan, en Puebla; la iglesia de Santa María Asunción,
en Tlaxiaco, Oaxaca; el aula magna del Centro Nacional de las Artes, en
la ciudad de México; el Conservatorio Nacional de Música,
y la Catedral de Morelia. Participarán intérpretes nacionales
y extranjeros.
El festival contará también con una parte
académica, consistente en una serie de mesas redondas y cursos,
a realizarse del 21 de octubre al 9 de diciembre. Mayores informes en la
AMMAO, en el teléfono 58-46-18-01 o el correo electrónico
[email protected].