Miguel León-Portilla presentó
el libro Códices de México, de Carmen Aguilera
Catálogo digital de documentos nacionales será
integrado a la biblioteca de Alejandría
El historiador lamentó: "tenemos muchos libros,
pero no lectores, lo que es una fatalidad"
ANASELLA ACOSTA NIETO
La Biblioteca Nacional de Antropología e Historia
(BNAH) prepara un catálogo digitalizado de los códices prehispánicos
y coloniales, que formará parte del acervo universal de la biblioteca
de Alejandría.
Ante
la petición del historiador Miguel León-Portilla, durante
la presentación del libro Códices de México,
de Carmen Aguilera, para que los manuscritos prehispánicos y los
incunables (libros editados entre 1539 y 1600), declarados patrimonio de
la historia, representen a México en la biblioteca con sede en Egipto,
el director de la BNAH, César Moheno, informó que ya se trabaja
con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (Unesco) para que el recinto de Alejandría
cuente con una copia digitalizada de los documentos.
León-Portilla consideró que México
es un país de libros históricos: "tenemos textos desde el
siglo III o IV, libros muy antiguos que aparecieron en Chiapas y Yucatán".
Recordó que este país fue el primero del continente que tuvo
imprenta, mas lamentó: "tenemos muchos libros pero no lectores,
lo que es una fatalidad".
El historiador reiteró su postura respecto a las
denominaciones que aún mantienen algunos códices prehispánicos.
Sxpresó que sería "ridículo" para Europa que si don
Pedro Moctezuma hubiera adquirido una biblioteca gótica decidiera
ponerle un nombre náhuatl, como lo es que los códices tengan
nombres occidentales.
Al referirse a la publicación de Aguilera, presentada
la noche del lunes en el Museo de Antropología, destacó el
análisis que se hace de aspectos de la significación de los
libros indígenas que abordan la vida cotidiana, las escuelas, los
templos, el comercio, los mapas, los catastros y artículos de tributos.
Antes, el arqueólogo Felipe Solís, director
del Museo de Antropología, se refirió al tratamiento que
la autora realiza del mundo "fascinante" de los creadores de códices.
Pero, al igual que León-Portilla, señaló el registro
de colores poco conveniente en la edición, que demerita fidelidad
en las reproducciones incluidas en el libro. Lamentó además
que no se incluyeran investigaciones realizadas en los pasados 10 años
y la omisión del Códice de Xicotepec.
En su intervención, Sergio Raúl Arroyo,
director Instituto Nacional de Antropología e Historia, se refirió
a la necesidad de realizar una catalogación más amplia de
los códices prehispánicos dispersos en todo el mundo.
Luego de la presentación de Códices de
México, publicado por Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
Moheno precisó que dentro del programa de la BNAH se lleva a cabo
la catalogación del acervo de documentos pictográficos y,
teniendo en cuenta que éste fue declarado memoria del mundo por
la Unesco, se realizan las gestiones con ese organismo para depositar una
copia digitalizada de una selección de códices en la biblioteca
de Alejandría.
En este momento la BNAH trabaja en un programa de catalogación
con la intención de actualizar el más reciente registro que
se hizo sobre códices en esa biblioteca, que data de 1964.
Moheno explicó que en ese catálogo se da
"un salto cualitativo", porque se está integrando información
sobre las características de los materiales en que fueron hechos
los códices. Además, se incluyen novedades de interpretación
metodológica y académica que se han desarrollado en años
pasados, derivadas del trabajo de la iconografía que se ha hecho
en México, sin olvidar la información sobre las reproducciones
fotográficas que se tienen sobre el acervo. Añadió
que se han digitalizado 89 de los 96 códices que pueden considerarse
originales, lo que permitirá ponerlos al alcance no sólo
de los académicos y los investigadores, sino en general del público
interesado.