Presionan altas tarifas públicas y precios del agro
IMEF: el gobierno no logrará la meta de 4.5% de inflación
Crecimiento inercial de 3.5% para 2003, pronostica
MIRIAM POSADA GARCIA
El gobierno federal no alcanzará la meta inflacionaria de 4.5 por ciento prevista para este año debido a la volatilidad de los productos agropecuarios y al encarecimiento de los precios y tarifas del sector público, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Asimismo, previó que para el próximo año el nivel de crecimiento del producto interno bruto (PIB) podría ser de entre 3.2 y 3.5 por ciento de manera inercial, aun cuando no se aprueben las reformas estructurales.
José Eseverría Ahuja, miembro del IMEF, hizo un llamado a las fuerzas políticas para llegar a consensos sin revanchismo ni chantajes, porque será imposible que el Ejecutivo tenga más recursos sin acuerdos, y el incremento a precios y tarifas tendría graves consecuencias.
El presidente del instituto, Luis Haime Levy, detalló que las condiciones en el entorno internacional, y en especial los riesgos que se vislumbran en la economía estadunidense son factores que obligan a prever que el Ejecutivo no pueda cumplir con el compromiso de 4.5 por ciento para la inflación anual, lo cual podría ocurrir hasta febrero de 2003.
Las causas fueron atribuidas a la gran volatilidad en los precios de productos agropecuarios como el jitomate, pero también en lo elevado de las tarifas del sector público, sobre las cuales sería conveniente considerar su contención.
No obstante, este retraso no alteraría la meta para diciembre de 2003 estimada en 3 por ciento, mientras la inflación para el cierre de 2002 podría llegar a 4.9 por ciento. Sin embargo, puntualizó el especialista que esta es una clara indicación de que la restricción monetaria tendrá que ser una compañera constante de la modesta reactivación económica del país, y es muestra también de que una política monetaria restrictiva será un factor moderador del crecimiento y no un impulsor del mismo.
Luis Haime Levy previó que dadas las circunstancias, para 2003 deberá esperarse que el gasto público sea menor en términos nominales en relación con el presupuesto actual, debido a que se están agotando las fuentes de ingreso no recurrentes del gobierno federal (los provenientes de las privatizaciones). Agregó que es posible que los recortes aludidos representen entre 0.5 y 0.7 por ciento del PIB, lo que hace evidente la insuficiencia de la reforma fiscal.
Si hubiera insuficiencia de ingresos eso se reflejará en una atención más limitada de los proyectos de inversión del sector público, en especial de infraestructura, y esta misma limitación de recursos también podría afectar el financiamiento de actividades como la construcción de vivienda de interés social.
Ante este panorama Levy, Eseverría y Gerardo Cruz Vasconcelos advirtieron que es indispensable renovar la discusión en el Congreso sobre una verdadera reforma fiscal, pero también avanzar en la agenda de la reforma eléctrica, laboral y educativa, de lo contrario los rezagos serán cada vez mayores y los riesgos más peligrosos.