Presentes, políticos de EU que buscan el voto latino
En Nueva York, 15 mil mexicanos en el primer desfile por el 15 de septiembre
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 16 de septiembre. Madison Avenue se vistió de colores y sonidos mexicanos al realizarse un acto sin precedente: el primer desfile del 15 de septiembre en pleno corazón de Nueva York, donde más de 15 mil mexicanos salieron de las sombras del anonimato indocumentado, entre los rascacielos, para festejar su presencia con mariachis, bailes, máscaras y cantar México lindo y querido, aquí tan lejos de allí.
Un mar de banderas mexicanas, a lo largo de casi 20 cuadras de la avenida Madison, sustituyó sólo unos días después la tormenta de colores patrióticos estadunidenses que se desató durante las pasadas semanas en torno del 11 de septiembre, para comprobar que México existe en Nueva York, en el primer gran desfile oficial para celebrar la fecha.
Trajes tradicionales de diversas regiones del país, grupos de danza, comités guadalupanos, comerciantes, estaciones de radio y periódicos latinos, y hasta el Arroz Carolina, desfilaron. Unos bailaron danzas tapatías, mariachis cantaron el Cielito lindo y los equipos de futbol juvenil mostraron sus trofeos. Se evidenció la presencia mexicana de todas partes de la ciudad: los poblanos del Bronx, los de Tlaxcala, los de Guerrero, el Comité de Mexicanos de Brooklyn, de Queens (incluyendo la Organización Popocatépetl de Elmhurst, Queens), de Staten Island, de Long Island, y los de Harlem.
También se presentaron concheros, chinelos y "baile azteca", así como indígenas con tambores bailando, descalzos, sobre el pavimento neoyorquino. Una flotilla de lowriders, autos que se alzan y bajan, famosos en Los Angeles, tuvieron presencia; un contingente llamado Unión Mexicana portó una manta exigiendo "Salarios dignos ahora"; la Virgen de Guadalupe también estaba visible en todas partes.
Pasan dos políticos reconocidos, uno con máscara y traje del presidente Vicente Fox, con un letrero identificándolo como del PAN, y otro con máscara de Carlos Salinas de Gortari, con letrero del PRI, quien provocó rechiflas y mentadas de madre en medio del desfile.
También había políticos sin máscara (por lo menos obvia). En medio del desfile marchó el gobernador de Nueva York, George Pataki, cuya propaganda en español se exhibió por todas partes (está en medio de una campaña de relección. También había concejales y varios más que desean representar directamente a esta creciente comunidad mexicana en los circuitos políticos de esta ciudad.
Integrantes del grupo Topos, quienes llegaron a Nueva York hace un año para ayudar en los trabajos de rescate después de los atentados contra el World Trade Center, participaron en el desfile. Al final declararon que su colaboración fue "a nombre de ustedes, de los mexicanos y latinoamericanos".
Pasa un carro alegórico con "reinas" del desfile, uno de la Radio 1380, "La voz del inmigrante", el de Univisión, entre otros, con conjuntos tropicales, más mariachis, más personalidades de radio y televisión, todos intercambiando saludos con la multitud de mexicanos con sombreros, cachuchas, collares, matracas, banderas y camisetas, y gente pintada con los colores patrios.
El cónsul Beltrán del Río comentó a La Jornada que "fue muy emotivo ver la presencia de la comunidad unida en este acto, de esta comunidad aún tan joven en Nueva York". Señaló que ahora es el tercer grupo latino más grande de la ciudad, después de los puertorriqueños y los dominicanos, y que pronto la comunidad mexicana tendrá más representación en todos los ámbitos, incluso el político, en la vida de esta ciudad.
Sin embargo, la unidad aún no se logra entre la comunidad mexicana, donde diversas agrupaciones, tanto de comerciantes como de iglesias, organizaciones civiles y comunitarias y de trabajadores siguen disputando espacios no sólo ante otros grupos sociales de esta ciudad, sino entre sí mismos. Ello también se vio en el desfile, y como lo caracterizaron algunos aquí, esto fueron varios desfiles, "juntos pero no revueltos".
Al final se guardó un minuto de silencio por las víctimas del 11 de septiembre. Se cantó el himno nacional de Estados Unidos -el cual sólo pocas voces entonaron-, seguido por el himno mexicano, y ahí sí todas las voces se sumaron en coro. Al concluir el evento, miles de mexicanos se desvanecen por la ciudad, regresan a todos los puntos de Nueva York caminando por las mismas calles y entre los mismos edificios que tantos inmigrantes más han caminado durante décadas -siglos- en esta ciudad. La ciudad ya no es ajena y Nueva York, que ha sido tanto irlandesa, italiana, china, polaca, rusa y alemana, entre otras cosas, ahora también es mexicana.