Sorpresa, incredulidad y enojo entre asistentes a la interparlamentaria México-Cuba
Legisladores rechazan las declaraciones de Castañeda y demandan a Fox una política exterior de Estado
La delegación de la isla mostró preocupación por los comentarios del canciller mexicano
Sus palabras obedecen a que es muy proclive a Washington, dice el panista Manuel Espino
ANDREA BECERRIL Y GERARDO ARREOLA ENVIADA Y CORRESPONSAL
La Habana, 19 de septiembre. Con distintos tonos y matices, pero con un claro rechazo, legisladores mexicanos rebatieron hoy las posiciones asumidas la víspera por el secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, ante senadores perredistas, y reivindicaron una política exterior de Estado y no del grupo o del partido en el gobierno.
Leyendo copias de la versión que hoy publicó La Jornada, y que circularon de mano en mano, diputados y senadores que asisten aquí a la quinta Reunión Interparlamentaria México-Cuba empezaron a enterarse esta mañana de las afirmaciones de Castañeda.
Algunos de ellos interrumpían en tramos la lectura con reacciones de sorpresa, incredulidad e incluso indignación o con imprecaciones y sarcasmos. En la delegación cubana la información también era conocida y había causado preocupación. En cualquier caso, el perfil político y el talante personal del canciller mexicano eran hoy un factor irritante en el foro parlamentario que se lleva a cabo en La Habana.
El secretario general del Partido Acción Nacional (PAN), Manuel Espino, dijo directamente que, aunque es conocida la cercanía de Castañeda con el gobierno de Estados Unidos, sus afirmaciones del pasado miércoles obedecen a su ''perfil de servidor público muy proclive'' a Wa-shington. ''Entonces, no me parece extraña una declaración en ese sentido. Pero en todo caso yo la tomo como una posición personal y de ninguna manera como una posición oficial del gobierno''.
La panista Romero prefirió no comentar el tema
La senadora panista Cecilia Romero, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina del Senado de la República -y cabeza de la delegación mexicana al encuentro interparlamentario-, se excusó de opinar de inmediato y pidió tiempo para examinar los dichos del canciller.
Pero Tarcisio Navarrete, secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, sin entrar en confrontación directa con Castañeda planteó una clara diferencia: ''Yo creo que la cancillería asume que la política exterior es hoy más que nunca de consenso, de apertura, con una visión de Estado, que hoy significa darle cabida a todas las corrientes. Me congratula que el canciller se esté reuniendo con el PRD, que lo haga con el PRI, como lo ha hecho con el PAN. Tenemos que buscar apoyos, consensos''.
Navarrete recordó que en mayo del año próximo México será sede de una conferencia continental sobre seguridad. ''Ojalá pueda la cancillería abrir el tema a consulta de los distintos actores políticos y los grupos especializados, para que escuche a la sociedad civil y finalmente no sea, como en el pasado, un asunto de cofradía, cerrado, sino que pueda abrirse a todas las expresiones. Una política exterior de consenso es necesaria, porque tenemos una sociedad civil muy demandante, partidos políticos respetables y respetados. Todos los actores y los grupos minoritarios también deben tener una voz expresada en la política que despliega México''.
Sobre la votación del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante la amenaza de ataque militar estadunidense contra Irak, Navarrete opinó que ''México debe ser promotor de la paz, promover hasta el último momento el respeto a la solución pacífica de las controversias y buscar siempre la aplicación del derecho internacional. Por lo tanto, rechazamos cualquier acto unilateral que pueda provocarse y buscar una salida armada. Nos da mucho gusto que Irak se haya abierto a las inspecciones y se baje la temperatura del conflicto''.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, el priísta Gustavo Carvajal Moreno, opinó que ''lo que estamos viendo con estas actitudes de algunos colaboradores del presidente Vicente Fox Quesada es que tenemos un gabinete de pinochos", y señaló que Castañeda había intentado boicotear la quinta Reunión Interparlamentaria con Cuba.
El senador Carlos Rojas, también del tricolor, dijo que las afirmaciones de Castañeda implican ''desechar los principios constitucionales que guían la política exterior'' y revelan ''la sumisión y la entrega del canciller a los intereses de Estados Unidos; ahí es donde le marcan la agenda y él simplemente obedece y acata''.
Agregó: ''Me parece que eso es muy riesgoso para nuestro país, que es una irresponsabilidad actuar de esa manera: no trabajar en la agenda del Presidente o en la agenda de México, me parece que lo descalifica absolutamente. No existe una política exterior de Estado. La política exterior durante el gobierno del presidente Fox ha sido la que le ha impuesto el canciller y que no se trata de otra cosa más que de su agenda personal, y eso incluye sus agravios, sus resabios, sus venganzas, sus revanchas. Creo que hoy más que nunca la política exterior mexicana está absolutamente perdida''.
Para terminar deseó que ''el presidente Fox reaccione, tome cartas en el asunto y actúe, porque él es el responsable a final de cuentas y a él es a quien se le van a pedir resultados''.
Que el Presidente ''ponga orden'', plantea Eric Villanueva
Eric Villanueva, del Partido de la Revolución Democrática, vicepresidente de la Cámara de Diputados, pidió que Fox ''ponga orden'' en la cancillería. ''Así como Castañeda dice que los embajadores son sus empleados y él es empleado del presidente Vicente Fox, pues que sea su jefe, el mandatario nacional, quien le jale las orejas. Pero nosotros diríamos que sería necesario que el jefe del Ejecutivo, como responsable de la política exterior mexicana, tiene que tomar en cuenta los intereses nacionales y de los diferentes organismos que constituyen el Estado mexicano''.
Abundó: ''La política exterior no puede ser del gobierno en turno, como antes. Tiene que ser una política de Estado. Lo que menos tiene ahora la cancillería es diplomacia, y lo que más revela es la ignorancia y la inexperiencia para ese cargo del actual secretario de Relaciones Exteriores''.