Los senadores del blanquiazul, quienes introdujeron el tópico en la agenda
Estalla polémica por el tema de los derechos humanos en la reunión interparlamentaria
La delegación mexicana, dividida; enérgica respuesta de los legisladores cubanos
GERARDO ARREOLA Y ANDREA BECERRIL CORRESPONSAL Y ENVIADA
La Habana, 20 de septiembre. La polémica estalló en la quinta Reunión Interparlamentaria México-Cuba, al ponerse a debate el tema de los derechos humanos, lo que provocó, incluso, la división de la delegación mexicana y una enérgica respuesta de los cubanos, quienes en voz del presidente de su parlamento, Ricardo Alarcón de Quezada, pidieron tratar con coherencia ese asunto, sin simulaciones y preocuparse más por la denuncia de más de 4 mil intelectuales de Estados Unidos sobre la estrategia de guerra de Bush y las violaciones a las garantías individuales cometidas por Washington.
Alarcón aprovechó también para advertir que hay un millar de inmigrantes de todo el mundo presos en Estados Unidos, a raíz de los atentados del 11 de septiembre, cuyos derechos humanos son violentados de manera flagrante y muchos de los cuales, dijo, podrían ser mexicanos.
Fueron los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) los que introdujeron el tema en la agenda y lo llevaron a debate, lo que provocó discusiones con priístas, perredistas y petistas, quienes advirtieron que deben prevalecer los principios constitucionales de respeto a los asuntos internos de otros países. Además, lamentaron el voto del gobierno mexicano en Ginebra, por considerar que "no se puede ser candil de la calle y oscuridad de su casa".
De las cinco horas que llevó debatir el tema de los derechos humanos en la isla, la delegación cubana ocupó más de tres horas y media en argumentar su posición, mediante la mayoría de sus 12 legisladores y del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón de Quezada.
Como un día antes habían regresado a México los diputados del PAN, fueron los tres senadores del blanquiazul quienes expusieron los argumentos en torno del tema. Javier Corral aclaró que en ninguna forma le conceden a Estados Unidos autoridad moral sobre la defensa de los derechos humanos en el mundo, pero recalcó que es necesario aprender a discutir ese tópico de manera más equilibrada, para evitar que quien se interese en cómo está el panorama de las garantías individuales en Cuba sea encasillado como "pronorteamericano".
En entrevista posterior al encuentro, Corral dijo que las preocupaciones de su partido por las garantías en Cuba son genuinas, aunque entienden que hay una hipersensibilidad de los isleños hacia el tema por el bloqueo económico y el acoso que padecen de Estados Unidos.
Durante la discusión, dijo, los senadores del PAN asumieron que México no es una democracia perfecta y también hay problemas con los derechos humanos, pero "tiene que pasarse de la hipersensibilidad a la franqueza para que la discusión sea útil. Les he dicho a los parlamentarios de Cuba que tendrán siempre el respaldo y la solidaridad de los legisladores del PAN, pero no una solidaridad acrítica".
Corral Jurado aseveró, además, que la discusión de las garantías en Cuba debe ser integral, para reconocer los avances en los derechos colectivos, entre ellos los de educación y salud.
Otro panista, Marco Adame, argumentó la necesidad de ubicar el tema de los derechos humanos en el marco de un mundo globalizado, lo que motivó la respuesta inmediata del senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) César Camacho Quiroz, en el sentido de que "los principios constitucionales no están sujetos a interpretación".
El priísta explicó luego que en su intervención aludió a la necesidad de tener congruencia con los principios de política exterior que postulan la igualdad jurídica de los estados. "Somos solidarios con la defensa jurídica que Cuba hace de sí misma, sobre la manera de hacer efectivos dos valores que son la democracia y los derechos humanos".
Camacho Quiroz agregó que los priístas reivindicaron ayer el derecho de Cuba a resolver sus asuntos, sin interferencia de otras naciones. En ese sentido, expresó su rechazo a la postura del gobierno mexicano y su voto en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"México no puede postular en foros de esta naturaleza una actitud de puritanismo político y demandar una calificación para otro país en la forma como enfrenta los asuntos de derechos humanos y democracia, cuando tienen tantos asuntos pendientes en materia de justicia social y rezagos."
El perredista Marcos Cruz dijo al respecto que México no puede ser "candil de la calle y oscuridad de su casa", y su compañero de partido, el diputado Sergio Acosta, lo secundó.
Entre las intervenciones de la delegación cubana destacaron las de Eusebio Leal, Osvaldo Martínez, Ramón Pez Ferro y Alarcón de Quezada, quien estuvo presente en todo el debate, aunque salió en alguna de las intervenciones del panista Javier Corral, lo que provocó que éste se quejara de "ausencias intermitentes" de los cubanos durante la discusión.
El presidente del Poder Legislativo de Cuba fue, sin embargo, muy claro en el enfoque de su intervención. Accedió a exponer a los reporteros los planteamientos que formuló durante la reunión, que de nueva cuenta fue a puerta cerrada.
"Reiteré, primero, que nosotros siempre hemos estado interesados en discutir todo el temario. Yo no sería socialista ni revolucionario si no me preocupara por los millones de personas en el planeta privados de derechos humanos. Al mismo tiempo, hemos hecho referencia a la manipulación del tema, pues se olvida a veces que el principio fundamental de la Carta de la ONU es el principio de la igualdad soberana de los estados."
Explicó que más que hablar de lo que pasó en Ginebra hace un año, cuando se reunió la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, se aludió a "lo que no se dijo, a la situación de más de mil personas, inmigrantes indocumentados, a los que se tienen presos después de los atentados del 11 de septiembre, sin juicio y sin acusación, en violación flagrante de todas sus garantías".
En estos momentos, agregó, hay una demanda, un recurso de habeas corpus en favor de esos más de mil indocumentados, interpuesto por la Unión de Libertades Civiles en Estados Unidos (ACL, por sus siglas en inglés). "La comunidad internacional ignoró todo eso al cumplirse un año de esa violación total de las garantías de mil compatriotas. Vamos a ver qué pasa cuando se reúna la Comisión de Derechos Humanos de la ONU".
Se refirió luego al desplegado de más de 4 mil intelectuales y artistas de Estados Unidos, condenando la política de guerra de Bush y denunciando las violaciones a los derechos humanos que comete Washington con su llamada guerra contra el terrorismo.
Preguntó si la Comisión de Derechos Humanos de la ONU hará eco de esa denuncia de los intelectuales de Estados Unidos, y emplazó a la comunidad internacional a que sea consistente, "a que se preocupe por las violaciones reales de las garantías en el mundo de hoy, en el que han muerto por ingerir agua contaminada 30 mil personas".
-ƑQué plantearon a los mexicanos sobre el voto del gobierno en Ginebra? -se le preguntó.
-Yo, nada. No sé si alguien se refirió a eso. Yo los invité a que seamos coherentes y nos preguntemos qué vamos a hacer en la próxima sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. ƑVamos a hacerle el juego a la administración Bush en sus maniobras para ocultar sus violaciones y tratar de justificar el bloqueo y la agresión a Cuba?, esa es la gran pregunta. La cuestión de qué hizo o qué no el otro, a mí, francamente, me interesa menos. Pensamos en el futuro y en qué haremos frente a la denuncia de los intelectuales estadunidenses.
Ante la insistencia de una reportera, Alarcón de Quezada dijo que no aludieron al voto mexicano en Ginebra, porque no es una cuestión "de dimes y diretes, de tu hiciste, yo hice, sino que partimos de la base que las dos delegaciones tenemos interés por el tema de los derechos humanos".
Los trabajos continuaron por la tarde. Ambas delegaciones discutieron el bloqueo, la situación económica y la propuesta de que haya un acuerdo para acercar a los gobiernos de ambos países. Por la noche, los legisladores mexicanos estaban en espera de la confirmación para ser recibidos por el comandante Fidel Castro.