La invención del sadismo, tema en la revista Litoral
Sade y la naturaleza que sucumbe ante la imaginación
''ƑPor qué Juliette es una mujer?'', pregunta Annie Le Brum Textos de Georges Bataille y Margo Glantz
CARLOS PAUL
''Todos los héroes del Marqués de Sade viven atormentados, pues siempre sus deseos son muy superiores a los medios para satisfacerlos", explica la investigadora Annie Le Brum, autora del texto ''ƑPor qué Juliette es una mujer?" incluido en el número 32 de la revista Litoral (mayo, 2002), cuyo tema es La invención del sadismo.
Le Brum reflexiona, entre otras cosas, sobre la manera en que Sade aborda la naturaleza humana por medio del enfrentamiento entre el deseo y la libertad y entre la naturaleza y el pensamiento.
Una prueba de ese conflicto que trasciende género e identidad, escribe la investigadora, ''es la confesión trágica de uno de los cuatro libertinos de las Ciento veinte jornadas de Sodoma, el terrible Durcet: 'En esto mi imaginación siempre ha estado más allá de mis medios; siempre he concebido mil veces más de lo que he hecho y siempre me quejé de la naturaleza que, dándome el deseo de ultrajarla, me seguía privando de los medios'".
Otro personaje, cita Le Brum, es Belmor, ''hombre amable como pocos, miembro de la Sociedad de Amigos del Crimen, quien explica así su desgracia: 'En verdad, Juliette, no sé si la realidad es equiparable a las quimeras y si los goces que uno no disfruta no valen cien veces más que aquellos que se obtienen: aquí están tus nalgas, Juliette, están ante mis ojos, las considero hermosas, pero mi imaginación, siempre más brillante que la naturaleza, y me atrevería a decir que más diestra, crea otras mucho más hermosas aún. ƑY no es preferible el placer que me brinda esa ilusión a aquel cuya verdad me hará gozar? Lo que usted me ofrece sólo es bello, lo que yo invento es sublime; no voy a hacer con usted, sino lo que todo el mundo puede hacer, y me parece que con ese otro culo, obra de mi imaginación, haré cosas que los mismos Dioses no inventarían'".
Conjugar deseo y libertad
El único personaje del Marqués de Sade que escapa y de alguna manera logra conjugar el deseo y la libertad -según la investigadora- es representado por Juliette, quien estaría en similar situación si no tuviera un secreto para paliar ese ''estado espantoso", como ella lo califica.
''Secreto que le permite escapar de la trampa en que caen, uno tras otro, hasta los más avezados libertinos sadianos", y que Le Brumm tiene el placer de confiar al lector de su artículo. ''Incluso podría decir que ese secreto de Juliette sería el extraordinario talismán que Sade les ha dejado a los voluptuosos a los que decía dirigirse, o sea, a aquellos capaces de comprender que la cuestión de la libertad -por poco que uno pretenda pensarla libremente- se confunde con la cuestión de la forma, y no con la de la identidad, y menos aún con el género".
Sin embargo, se pregunta Annie Le Brum, Ƒpor qué Sade eligió ''sondear la noche del deseo y la libertad bajo la silueta de Juliette? ƑHay que ver en ello un signo precursor de la famosa predicción de (Arthur) Rimbaud?: 'Cuando se haya roto la infinita servidumbre de la mujer, cuando ella viva para sí misma y por sí misma, el hombre -hasta entonces abominable- le habrá devuelto lo que le pertenece, šy ella será poeta también! šLa mujer lo encontrará desconocido! ƑDiferirán sus mundos de ideas de los nuestros? Ella encontrará cosas extrañas, insondables, repulsivas, deliciosas; las tomaremos, las comprenderemos'".
Para Le Brum esa observación es ''poco convincente" por lo que propone, entre otras respuestas, considerar que el cuerpo de Juliette podría ser capaz de procrear seres semejantes a ella, lo que sería ''infinitamente escandaloso" y ''porque en ella se representa la rivalidad entre la naturaleza y el pensamiento, cuestión en la que se inscribe íntegro el enigma de la libertad humana".
El número 32 de la revista Litoral, con el tema La invención del sadismo, incluye textos de Georges Bataille, Jean Allouch, Jean-Paul Brighelli, Margo Glantz, Susana Bercovich, José Assandri y Ricardo Pon será comentada el viernes 27 a las 19 horas en la Casa de Francia (Havre 15, Zona Rosa), por Carlos Bonfil, Philippe Ollée Laprune, Nora Pasternac y Beatriz Aguad.