La interparlamentaria llama a los presidentes de Cuba y México a reactivar el diálogo
Más allá de diferencias entre "personajes" está "una relación de acero" con los mexicanos: Castro
En encuentro con diputados y senadores anuncia que buscará que las cosas cambien en provecho de ambas naciones "Siempre de las grandes crisis salen las grandes soluciones"
ANDREA BECERRIL Y GERARDO ARREOLA ENVIADA Y CORRESPONSAL
La Habana. En una de las reuniones más prolongadas que ha sostenido con políticos y legisladores mexicanos, el presidente de Cuba, Fidel Castro, dijo que no alberga rencores ni tiene reclamo alguno que formular al gobierno mexicano y que más allá de cuestiones coyunturales o diferencias entre "personajes" está "una relación de acero" entre los pueblos de ambas naciones.
El comandante Castro recibió el sábado por la noche a los integrantes de la Reunión Interpalamentaria Cuba-México, en un encuentro que se prolongó por más de ocho horas, pero en el que en ningún momento aludió al presidente Vicente Fox, al responsable de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, ni al problema con el embajador Ricardo Pascoe. Lo que sí reiteró es su convencimiento de que la amistad histórica entre los pueblos mexicano y cubano es "indisoluble".
No olviden, les hizo notar, que "siempre de las grandes crisis salen las grandes soluciones".
El encuentro fue muy cordial, coincidieron el diputado Jaime Martínez Veloz y los senadores Carlos Rojas y Rafael Melgoza Radillo, y va a permitir que se avance en dirección al reinicio del diálogo entre los dos mandatarios. Con ello, agregaron, se echó por tierra el supuesto de la cancillería de que la interparlamentaria no tendría ningún efecto.
No toda la delegación mexicana asistió a la cena ofrecida por Castro. Sólo 11 de los 20 legisladores que llegaron a La Habana el miércoles para desarrollar los trabajos de la Reunión Interparlamentaria estuvieron en el encuentro con el jefe de Estado, que se prolongó hasta la madrugada del domingo.
Los senadores Rojas y César Camacho, del PRI, Javier Corral y Cecilia Romero, del PAN, Marcos Cruz y Rafael Melgoza,
del PRD, así como el diputado perredista Martínez Veloz, los priístas Gustavo Carvajal y Nieves García, además de Teresa Campos, del Verde Ecologista, y Alberto Anaya, del Partido del Trabajo, escucharon a Fidel Castro durante varias horas de las medidas de protección contra los efectos de fenómenos naturales en la isla, como el huracán Isidore, y de sus preocupaciones centrales en torno a la juventud y la educación.
Los legisladores mexicanos llegaron al Palacio de la Revolución, sede del Consejo de Estado, el máximo órgano de gobierno en Cuba, a las seis de la tarde del sábado, luego de clausurar la quinta Reunión Interparlamentaria, en la que se formuló una invitación a Castro y a Vicente Fox para que reactiven el diálogo al más alto nivel.
El comandante, sin embargo, no aludió de entrada al tema. Como ha hecho en los meses recientes con los visitantes extranjeros a quienes recibe, hizo una larga disertación sobre la juventud y la educación. El senador Carlos Rojas Gutiérrez relató parte de la disertación de Fidel Castro, en la que insistió en su preocupación por los jóvenes y dijo que ninguno de éstos debe estar en la cárcel ni preso de las drogas.
Al diputado Martínez Veloz le quedó grabada una frase de Castro: "En una sociedad racional no debe haber presos ni desempleados" y Melgoza recordó que el mandatario aludió a levantar en Cuba bardas más altas que el muro de Berlín, a través de la educación, para evitar que el fenómeno de la drogadicción alcance a su juventud.
"ƑQué dice Marcos?"
Pasaron tres horas y media, hasta que la disertación concluyó para dar paso a una cena compuesta de ensalada de verduras, langosta, lechón, helado de nuez, con vinos y despúes café. Castro charló luego en grupos más pequeños con los legisladores. A Martínez Veloz -quien participó en los diálogos de San Andrés, como integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa)- le preguntó: "ƑQué dice Marcos? Está muy callado".
Bromeó algo con el panista Javier Corral y, como siempre, se mostró caballeroso y galante con las legisladoras, y contó anécdotas.
Después de la cena se trató el tema de las relaciones México-Cuba, debido a que los invitados mexicanos lo sacaron a relucir. Algunos habían hecho incluso bromas al respecto, pero Fidel Castro no las seguía. Tuvieron que tratar el tema de la interparlamentaria para que el comandante aludiera a ese asunto que siempre estuvo en el ánimo de la mayoría de los diputados y senadores.
Castro, sin embargo, no hizo referencias directas a las autoridades mexicanas. No mencionó nunca el nombre del presidente Fox, o del canciller Castañeda o el conflicto del embajador Pascoe, por el que se mantiene acéfala la representación de México en La Habana.
El senador Rojas relató que Fidel Castro fue claro al expresar su respeto por el gobierno de México. "Dijo además que teníamos tantas cosas en común, entre ellas una historia compartida, la relación entre los dos pueblos, que no valía la pena tocar cuestiones coyunturales."
La panista Cecilia Romero, presidenta de la delegación mexicana, precisó que el mandatario expresó "su deseo sincero de que las relaciones entre ambos pueblos no sufrieran deterioro por las posiciones o actitudes circunstanciales de personajes".
Castro expresó asimismo que sobre esa coyuntura, como se refirió a los acontecimientos que se han producido después del incidente en la Cumbre de Monterrey, nada tenía que reclamar. El senador Rafael Melgoza Radillo precisó que la expresión del líder de la Revolución cubana fue: "Yo no tengo ningún reclamo ni abrigo ningún rencor contra nadie".
Sin entrar en detalles sobre los muchos sucesos que en los últimos meses han deteriorado la relación bilateral, Castro dijo que buscará que las cosas cambien en provecho de las dos naciones. En esa que fue su última intervención de la larga noche del sábado, les dejó otra frase: "Siempre de las grandes crisis salen las grandes soluciones".
Dijo también que la Reunión Interparlamentaria ayudará a superar los riesgos. "Siento una gran admiración por el pueblo mexicano; cuenten con nuestra lealtad y sinceridad. Tengo la convicción de que las relaciones entre nuestros pueblos son de acero y nadie podrá cuestionar nuestra actitud de acero para defender la amistad entre nuestros pueblos."
Entrevistado ayer en el aeropuerto José Martí, antes del vuelo de regreso al Distrito Federal, el diputado Martínez Veloz comentó que lo importante para él de ese encuentro de más de ocho horas con Fidel Castro fue la actitud del mandatario de privilegiar la relación con México más allá de cualquier coyuntura u obstáculo.
"No mostró en ningún momento actitud de descalificación a Fox; por el contrario, buscó siempre la palabra justa, un ambiente de distensión y de respeto hacia el pueblo y las instituciones mexicanas."
Igualmente, el senador Rojas dijo que tanto en la interparlamentaria como en la reunión con Castro privó un ánimo de conciliación, que puede ser la base para reactivar el diálogo entre los dos presidentes. "A nosotros sí nos importa que no siga deteriorándose la relación con Cuba, por eso el ánimo que privó en la mayoría de los legisladores fue el del diálogo positivo y la cooperación."
La apuesta que siempre hizo el canciller Castañeda, de que no tendría éxito la Reunión Interparlamentaria, "fracasó rotundamente, porque los resultados positivos están a la vista", concluyó Martínez Veloz.
La propia Cecilia Romero comentó que sin duda esa quinta Reunión Interparlamentaria fue un éxito. Aludió al reconocimiento que Fidel Castro formuló a los legisladores "por la presencia de una representación del Congreso en Cuba", y ello, precisó la panista, es "un mensaje importante de apertura, de franqueza y de deseo concreto de que las relaciones entre nuestros países se reactiven a la brevedad".