Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 30 de septiembre de 2002
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Economía
MEXICO, S.A.

Carlos Fernández-Vega

Remesas: millonario negocio a costa de los migrantes

Doble ''rasurada'' sufren las transferencias

MES TRAS MES, EL INGRESO de alrededor de un millón 100 mil hogares mexicanos, que congregan a cerca de 5.5 millones de personas, se ve fortalecido -aunque en muchos casos ese y no otro es el único sustento familiar- con las remesas económicas que sus parientes migrantes les envían, especialmente desde Estados Unidos.

EN 2001, DE ACUERDO con el Consejo Nacional de Población, el promedio mensual que cada uno de esos hogares recibió por dichas remesas fue de mil 216.66 pesos. Los hogares en el medio rural obtuvieron mil pesos y los urbanos mil 433.33. Casi 70 por ciento de los receptores de esos dineros -básicamente mujeres- tienen entre 20 y 59 años de edad, y alrededor de uno de cada cuatro son mayores de 60 años.

DE CUALQUIER SUERTE, independientemente de la sólida contribución que la mano de obra mexicana expulsada de su país aporta a la balanza de pagos y a las fortunas de algunos "hombres de negocios", si los trabajadores migrantes desean enviar dinero a sus familias no hay de otra que pasar por la "criba" -otros gustan en llamarle "comisiones", olvidándose de la especulación con el tipo de cambio- de los consorcios que les hacen la caridad de transferirles el dinero de un país a otro.

PARA EL CASO MEXICANO se estima que en 2001 esa "criba" representó una merma de entre 2 mil y 2 mil 200 millones de dólares para las familias receptoras de dichas remesas, sin considerar una segunda "limpia" hecha por las empresas "cribadoras" por medio del tipo de cambio, tradicionalmente menor al imperante en el mercado financiero. El monto equivale a los ingresos extraordinarios obtenidos por Petróleos Mexicanos por el aumento en el precio del crudo de exportación entre enero y agosto de 2002.

EL PAGO DE ESTA DOBLE "comisión" es por demás democrático, porque no sólo afecta a los trabajadores mexicanos migrantes, sino que es parejo. Se estima que este privilegio -para las empresas, desde luego- permite "rasurar" de 20 a 22 por ciento el monto original a remitir, aunque algunos organismos internacionales reducen ese cálculo a 12.5 por ciento.

EN ESTE SENTIDO, EL Banco Interamericano de Desarrollo patrocinó una encuesta ("El costo de enviar dinero a casa"), que revela que la mayoría de los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos que envían dinero a familiares en sus países de origen "no están enterados de las comisiones cobradas por las firmas que hacen las transferencias".

CUANDO SE PREGUNTO a los encuestados si pensaban que sus parientes recibían la cantidad completa del dinero transferido, 58 por ciento respondió afirmativamente, 33 por ciento aseguró que no y el 9 por ciento restante dijo que no sabía o evitó responder. Según estudios anteriores del BID, las empresas de transferencia de dinero cargan un promedio de 12.5 por ciento para transferencias entre Estados Unidos y los países de América Latina y el Caribe, o sea unos 25 dólares para una remesa típica de 200 dólares.

LA ENCUESTA FUE LEVANTADA por Bendixen y Asociados, empresa comisionada por el Fondo Multilateral de Inversiones, miembro del Grupo BID, como parte de una serie de estudios sobre remesas que se envían a América Latina y el Caribe. El estudio, que no incluyó ciudadanos de Jamaica y Haití, se basó en entrevistas telefónicas con un grupo representativo de mil migrantes latinoamericanos, ubicados en 23 entidades de Estados Unidos.

EL PRESIDENTE DE la empresa encuestadora, Sergio Bendixen, aseguró que la mayoría de los inmigrantes latinoamericanos no entiende la combinación de cargos de envío y costos de cambio de moneda que se aplica al dinero que transfieren. "Cuando nosotros explicamos a los encuestados los cargos que pagan por sus envíos de dinero, se sintieron indignados". Una vez que se detalló el tema de los cobros realizados ("honorarios"), 59 por ciento dijo que los consideraba "injustos", 25 por ciento "justos" y 16 por ciento no se pronunció o de plano no sabía de qué se le hablaba.

LA ENCUESTA INDICO QUE 69 por ciento de los migrantes latinoamericanos que viven en Estados Unidos (casi 10 millones de adultos) remiten anualmente un promedio de siete envíos de 200 dólares a sus familias en América Latina, lo cual equivale a unos 15 mil millones de dólares en remesas. Si se incluyen los envíos que se hacen desde Canadá, Europa y Japón (junto con los hechos a Jamaica y Haití), América Latina y el Caribe reciben en total un monto estimado en 23 mil millones de dólares anuales por este concepto. Esta cantidad excede el total de ayuda extranjera y de organismos multilaterales que fluye a la región.

ASIMISMO, 41 POR ciento de los migrantes latinoamericanos acudió a las empresas Western Union y MoneyGram para el envío de sus remesas, 20 por ciento utilizó bancos y cooperativas de crédito, 29 por ciento a otras compañías internacionales y 10 por ciento otros métodos, entre los que se cuenta el prácticamente inseguro correo.

EL RESULTADO DE LA encuesta patrocinada por el Banco Interamericano de Desarrollo remarca la necesidad de transparentar la información sobre los costos de transferencia de dinero y el tipo de cambio aplicable, como una manera de introducir, a corto plazo, más competencia en el sector. El uso de cuentas bancarias por parte de los migrantes y sus familias proporcionaría la mejor manera de bajar los costos de envío a largo plazo. Las estimaciones actuales indican que solamente la mitad de los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos tiene cuentas bancarias.

HASTA AHI LOS resultados de la encuesta patrocinada por el BID, pero el pasado jueves el presidente de Bendixen consideró que es tal la importancia económica y política de las remesas enviadas por los trabajadores migrantes a sus naciones de origen, que -dijo en un tono nada convincente- "cuando en 25 años un presidente latinoamericano llegue a Washington, ¿será más importante que visite la Casa Blanca o que se entreviste con las sirvientas, los limpiadores y los encargados de estacionamientos?... Esta gente será más importante para el país de ese presidente que el Congreso o la Casa Blanca... De hecho, ya son más importantes". (La Jornada, Jim Cason y David Brooks).

Las rebanadas del pastel:

¿REALMENTE LLEGARA EL DIA en que la gente sea más importante que los políticos, o es sólo publicidad?

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