Carlos Bonfil

Storytelling

* Disección de prejuicios y obsesiones * Arrogancias clasistas

"NO VOY A ser racista, no voy a ser racista'', una joven universitaria, alumna en un taller literario (creative writing), repite acongojada esta frase al ser sometida sexualmente por su profesor afroamericano. La corrección política como preocupación suprema de la clase ilustrada en Estados Unidos. Cada estudiante debe escribir un relato sobre sus experiencias, leerlo en público y atenerse al juicio de sus compañeros.

¿QUE SUCEDE CUANDO al trasladarse a una ficción, la violación se vuelve episodio banal, intrascendente, y se acusa a la víctima de haber propiciado lo sucedido con sus oscuras fantasías de joven blanca mimada, ''de la generación arcoiris Benetton"?

EN FICCION, EL primero de los dos segmentos que integran Storytelling, de Todd Solondz (Bienvenido a la casa de muñecas, Felicidad), el análisis literario se vuelve una suerte de terapia colectiva, y hay de todo en la clase, desde un estudiante con semiparálisis cerebral hasta un grupo de alumnas fascinadas con el único profesor negro de la facultad, quien además manifiesta un irresistible temperamento sádico.

SOLONDZ REGRESA A su tema predilecto, la disección de la prejuicios y obsesiones del estadunidense medio y, de preferencia, del habitante de los suburbios de la costa este.

A SU RAPIDA incursión en el pretencioso círculo universitario le sigue un episodio dos veces más largo (de una hora), titulado Realidad (Nonfiction). Ahí, un vendedor de calzado, realizador de cine fracasado, se empeña en acometer un nuevo intento creador y convence a una familia judía (los Livingstone) de que le permitan filmar, a modo de documental, el ingreso de su hijo mayor a la universidad, así como aspectos de su vida doméstica.

SOLONDZ SE REVELA aquí como humorista ácido y contundente. El joven protagonista, Scooby, debe soportar a su padre autoritario y a su madre sumisa, y como en la estupenda novela de Philip Roth, El lamento de Portnoy, sufrir todas las obsesiones con el tema del Holocausto y el martirologio ancestral, hasta que al evocar al abuelo obligado a huir de la Alemania nazi concluye cándidamente: ''De no ser por Hitler, ninguno de nosotros habría nacido".

COMO EN SU cinta anterior, Felicidad, Solondz elabora un notable ejercicio de incorrección política, antídoto saludable al puritanismo anglosajón. Sátira de la sociedad de consumo y del bienestar programado, Storytelling exhibe la explotación y sus diversas declinaciones, el abuso racial y las arrogancias clasistas (Consuelo, la sirvienta de los Livingston, humillada al extremo), el hartazgo juvenil y el desdén de los adultos, y concluye señalando la rapacidad de los medios, simbolizada en el patético intento de un videoasta amateur por brillar de forma momentánea explotando las miserias morales de sus protagonistas. Una interesante secuela de Felicidad, con la misma corrosión humorística y, novedad reciente, con una discreta ironía autocrítica.